Ensayo sobre la Peste Negra

UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CUENCA

FACULTAD DE ECONOMÍA

Ensayo sobre la Peste Negra

Nombre:

Fernando Uruchima

Curso:

1er ciclo de Economía

Profesora:

 Msc. Blanca López Zamora

Materia:

Historia Económica

Año lectivo:

2014-2015

La Peste Negra

Este texto nos habla acerca de seis obras médicas que hablan acerca de la peste negra, de sus causas, consecuencias, efectos, síntomas, extensión y formas de contagio

Esta epidemia empezó en los años finales de 1347 a inicios de 1348, esta epidemia de propago y extendió rápidamente en Europa occidental causando un lio en la población ya que murió un 25 a 50% de la población. La peste participo en la crisis europea del siglo XIV y fue la primera gran crisis de la transición del feudalismo al capitalismo y marcó el fin del mundo medieval y el comienzo del moderno

El verdadero nombre y naturaleza de una nueva calamidad.

La peste no se popularizó en Europa y en las crónicas contemporáneas en 1348 a la peste negra se le ve como una de las gravísima calamidad que atacaba a los seres humanos dejando mucha muerte y desolación.

En la corona de Aragon, se encuentra muchos archivos que nombran sobre esta peste y le veían como una mortandad catastrófica y trajo muchas crisis en el transcurso del siglo y puede hacerse extensivo a las restantes comunidades del sudoeste europeo que sufrieron la epidemia.

Como percibieron los médicos universitarios que ejercían su profesión en el Mediterráneo latino, Jacme d'Agramont definió como la corrupción del continente, o sea, del aire, que mata de modo súbito a todas las criaturas, añadiendo que toda corrupción del aire debe reducirse a causas celestes y él clasificó en dos clases: la pestilencia naturalmente extensa (porque hubo un cambio contranatural del aire en sus cualidades complexionales o en su substancia) y la pestilencia moralmente extensa (cambio contranatural del ánimo y del pensamiento en las gentes de determinadas regiones, como consecuencia del cual acontecen enemistades y rencores, guerras y robos, destrucciones de lugares y muertes, no habituales en ellas).

La idea de pestilencia moral no es metafórico ya que a Agramont ya que la pestilencia era operativo no sólo en el mundo natural, sino también en el moral, a este pensamiento fue ampliado por Gentile da Foligno ya que con esto pudo responder, por qué se producen comúnmente pestilencias tras las guerras? Y él respondió; porque en tiempo de guerra los cuerpos humanos se conducen de modo desordenado, lo que hace que se generen en ellos humores malos aptos para la putrefacción y contaminación de esta peste, a consecuencia de las cuales se produce la putrefacción y la enfermedad pestilencia. Para otros autores le veían la pestilencia natural no como enfermedad, sino la causa de numerosos efectos entre los cuales se contaban diversas enfermedades. Los médicos de Francia lo veían esto como cambio en el aire, no el cambio en sí mismo y regaron a la conclusión que la causa de la pestilencia era cierta mutación que tenía lugar en el aire.

¿Percibieron los prácticos de la medicina la Peste Negra de 1348 como una pestilencia diferente a las anteriormente conocidas por ellos?

Gentile da Foligno dijo que esta peste era diferente como la peste de Atenas y la peste de la ciudad de Cranon, comparo y reconoció que esta peste era muy temible, inaudita, desconocida por las autoridades médicas y mucho peor que las dos a las que previamente había aludido

Las causas de la Peste Negra.

 Con estudios realizados, la mayoría de médicos de esta fecha, se sintieron compelidos a establecer una cadena causal que iba desde la causa universal y primera hasta los efectos particulares de la pestilencia. Hablando en términos cristianos se decía que Dios permitía sobre esta pestilencia y en términos filosóficos  se regía por leyes naturales cuyo conocimiento era accesible a la razón humana y siempre se vio como un orden sobrenatural y dio causas naturales a niveles diferentes, la causas celestes desempeñaban en la peste, constituyó una controvertida cuestión que algunos médicos universitarios lo ignoraron.

Giovanni della Penna y Alfonso de Córdoba fue por otro pensamiento que la pestilencia radicaba en la adustión y corrupción de la materia colérica en determinados individuos, y no en la materia venenosa generada junto al corazón y pulmón como resultado del aire pestilencia y aceptaban el papel del aire

La Peste Negra, un castigo de Dios?

Dos autores mencionaron a Dios en este sucedido, otros dos autores se enfocaban a causas sobrenaturales y otros a una pestilencia universal. El primer grupo estaba de acuerdo con que fue consistente con sus respectivas concepciones causales y no con las causas universales en esta pestilencia. El segundo grupo solo citan a Dios en las invocaciones iniciales y finales de sus escritos diciendo en forma silogística proclamó los principios teológicos generales que guiaban la actividad de los médicos cristianos y la posibilidad de que la voluntad divina no consintiera estos males y truncara el curso natural de los acontecimientos. El tercer grupo estaba más relacionado con el cristianismo ya que decían «no hay otro consejo que rezarle humildemente, aunque ni siquiera en este caso debe desestimarse del todo el consejo del médico y que la mano de Dios estaba detrás de algunas pestilencias generales

Causas naturales: celestes y terrestres.

 Estos 6 autores se enfocan más a las causas naturales, sus ideas sobre la causalidad natural estaban muy influidas por Avicena y distinguió sobre las fiebres pestilenciales donde se da las causas remota y primera que consistía en las formas del cielo o figuras celestes y las causas próximas que eran las disposiciones terrestres

Causa celeste: las causas celestes era el resultado natural del variable interés que las élites intelectuales europeas tuvieron por la astrología en función de su profesión y del lugar donde habían cursado sus estudios, las causas celestes tuvieron un papel más relevante en la génesis de la pestilencia que identificaron como planetarias maléfica, Alberto Magno añadía que la conjunción de Marte y Júpiter provocaba una gran pestilencia en el aire, en consecuencia del efecto combinado de las acciones de ambos planetas, manipularon al aire. Otros autores afirmaban que el origen de esta influencia celeste era una propiedad oculta sin nombre propio derivada de una virtud específica

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