¿Es el franquismo un régimen autoritario o totalitario?

PRACTICA 1 – SPE

¿Es el franquismo un régimen autoritario o totalitario? Para realizar esta reflexión, el análisis debe apoyarse sobre los elementos identificados por Linz en su artículo, que él considera característicos de los regímenes autoritarios.

En el discurso público, el franquismo se define como un régimen político que combina las características del fascismo y la dictadura militar. Esta última fue instaurada en España en 1939 por Franco, investido de una legitimidad teocrática de tipo feudal. Aunque los historiadores siempre han estado de acuerdo en que el régimen era fascista, la cuestión de la naturaleza del gobierno de Franco sigue siendo controvertida. De hecho, algunos hablan de un "fascista-clerical", un régimen autoritario y dictatorial, mientras que otros utilizan el término totalitarismo para definir el franquismo. Muchos sociólogos e historiadores, como Juan José Linz, Herbert Matthews y Raymond Aron, han sido incapaces de clasificar el régimen de Franco. De hecho, las categorías políticas de los años 60 y 70 se reducen al totalitarismo y la democracia. Sin embargo, el franquismo no parece encajar en ninguno de ellos.

El sociólogo político español y profesor de la Universidad de Yale, Juan José Linz, aborda la cuestión de los diferentes regímenes políticos distinguiendo entre autoritarismo, totalitarismo y democracia. En 1964, en su libro Cleavages, ideologies and party systems, Linz aborda el régimen autoritario aplicado al caso de España. El autor expone varias características que distinguen al régimen autoritario de los regímenes democráticos y autoritarios, aunque recuerda que éstas son contingentes. Linz nunca afirma explícitamente que el franquismo sea un régimen autoritario, sin embargo, las características representativas de los regímenes autoritarios parecen corresponder, con sus limitaciones, a la historia y rasgos del franquismo.

En primer lugar, en su definición de los regímenes autoritarios, Linz afirma que este sistema político no tiene una ideología sino mentalidades distintas. La ideología es un sistema de pensamiento elaborado y organizado, mientras que las mentalidades son formas de pensar y sentir. El franquismo, llamado así por el general Franco, se basa esencialmente en la personalidad del líder más que en una ideología elaborada y organizada. Sin embargo, Franco exaltó una serie de nuevos valores dentro de su régimen, como el catolicismo y el corporativismo. Es difícil no llamar a la ideología de Franco una ideología, ya que engloba un conjunto de valores tradicionales nacionalistas y religiosos en el corazón del régimen. Sin embargo, el partido único de Franco, el Movimiento, se compone únicamente de corrientes, no tiene un centro ideológico ni una línea de partido. La orientación ideológica era confusa y carecía de claridad a partir de 1939.

Según Linz, los regímenes autoritarios suelen llegar al poder con poca legitimidad, pero desarrollan una autoridad carismática, legal y tradicional. Sin embargo, aunque Franco siguió siendo una figura poco carismática, a diferencia de Lenin o Hitler, consiguió mantener las riendas del poder durante 37 años. Así, aunque el carisma es importante, no es esencial. El control masivo de los medios de comunicación permitió crear la imagen de un líder único, permitiendo a Franco erigirse en Caudillo, responsable del Estado español ante Dios y la nación. A lo largo de los años, Franco consiguió establecer un verdadero culto a la personalidad en torno a su persona. Se le comparó con Alejandro Magno y Napoleón y se le dedicó una canción.

Si según los textos legales de muchos regímenes autoritarios, el partido único no es una organización ideológica que monopoliza todo el acceso al poder, sino sólo un partido social e ideológicamente heterogéneo, el régimen de Franco no cumple este criterio. En efecto, el 8 de agosto de 1939 se votó la ley de concentración de poderes y se creó un partido único: la Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista. Franco reclutó a una cuarta parte de los miembros del Consejo Nacional y se produjo una purga de la administración pública. Por tanto, el Movimiento no tenía el monopolio del reclutamiento como en los regímenes totalitarios, ya que Franco también se apoyaba en clérigos y militares en la composición de sus gobiernos. El partido único, por su particular composición, tiene un pluralismo muy limitado. Franco permitió un carácter pluralista en su gobierno autoritario, lo que no es posible en un régimen totalitario. Además, a pesar de la ley de 1937 que disolvía los partidos políticos, los grupos de resistencia permanecieron en los primeros años del régimen. Estos grupos de izquierda libraron una guerra de guerrillas contra Franco y garantizaron una apariencia de pluralismo político.

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