Evolucion De Las Constituciones

ANTECEDENTES, ORIGEN, DESARROLLO Y EVOLUCIÓN DEL CONSTITUCIONALISMO MEXICANO.

PRÓLOGO

La estructura del Estado de Derecho de nuestro país, se sostiene en el pilar de la Constitución Política; todos estamos regidos por la ley fundamental de la que dimanan las diversas leyes secundarias, que deben estar en concordancia con los principios que contiene.

Es necesario; primeramente, establecer que una Constitución, gramaticalmente es la manera en que está conformada una cosa, jurídicamente es la forma y manera en que está conformada y organizada una nación o un Estado, también es el documento donde se contienen las formas relativas a la conformación del Estado.

La Constitución es la ley fundamental de un Estado en la cual se establecen los derechos y obligaciones de los ciudadanos y gobernantes. Es la norma jurídica suprema y ninguna ley o precepto puede estar sobre ella; es la expresión de la soberanía del pueblo y es obra de la Asamblea o Congreso Constituyente.

El tema que se aborda es el constitucionalismo mexicano, lo que implica necesariamente el estudio de las constituciones que rigieron a México antes y después de la independencia.

La evolución del constitucionalismo mexicano puede caracterizarse por una serie de líneas coherentes y progresivas que se han venido dando desde los orígenes de México como nación independiente; desde entonces, la nación decidió organizarse políticamente bajo el esquema de Estado Constitucional; esto es,

por la estructura y el funcionamiento del poder político de acuerdo y con sujeción al derecho y, particularmente, con supeditación a una norma superior y fundamental que es una Constitución escrita.

ANTECEDENTES, ORIGEN, DESARROLLO Y EVOLUCIÓN DEL CONSTITUCIONALISMO MEXICANO.

México ha tenido diversas constituciones a lo largo de su historia, algunas han sido centralistas; es decir, que establecen el poder en un solo órgano que controla todas las decisiones políticas del país y otras federalistas, como la actual, que reconocen la soberanía de los estados pero cuentan con mecanismos de coordinación para asuntos de la República como un todo.

Ahora bien, a continuación se enlistan las leyes fundamentales que han regido nuestro país:

1. La Constitución Española de 1812, llamada Constitución de Cádiz.

La primera constitución fue La Constitución Política de la Monarquía Española también conocida como la Constitución de Cádiz, mientras las tropas napoleónicas se encontraban en España, la resistencia española organizó una Junta Central de Gobierno instalada en Cádiz, esta anteriormente estuvo en Sevilla, representaba al gobierno, convocó a un Congreso Constituyente llamado Cortes de Cádiz el 24 de Septiembre de 1810, conformado por 200 diputados, 53 provenientes de otros lugares, 17 de ellos eran de México, eran eclesiásticos, abogados, funcionarios de la corona y militares, comerciantes, profesionistas, escritores, médicos. El pensamiento de los integrantes de las Cortes de Cádiz se dividió en absolutistas, reformistas y liberales.

La Constitución Española de 1812, también llamada “La Pepa”, fue promulgada por las Cortes Generales de España el 19 de marzo de 1812; fue la primer constitución promulgada en España, y que sirvió prácticamente de molde para nuestra primer Constitución, la de 1824.

Esta Constitución tuvo vigencia en lo que era la Nueva España durante dos periodos; el primero, por un año a partir de septiembre del año de su promulgación, y el segundo, de mayo de 1820 a febrero de 1822.

Un detalle importante, es que José Miguel Ramos Arizpe y José Miguel Guridi y Alcocer participaron para su elaboración, quienes posteriormente, formaron parte del poder constituyente en 1824; el valor fundamental en que se sostenía era en que la soberanía residía principalmente en la nación, a quien correspondía exclusivamente la formación de sus leyes, así como la igualdad entre los habitantes.

2. Los Sentimientos de la Nación.

Fue la obra de José María Morelos y Pavón, misma que se dio a conocer en el Congreso de Chilpancingo, el 14 de septiembre de 1813; fue el marco ideológico de la Constitución de 1824; este documento recogía las ideas derivadas de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, así como de la Revolución Francesa.

El principio de la libertad del hombre había sido ya declarado por el bando que Miguel Hidalgo proclamó en Guadalajara el 10 de diciembre de 1810, aboliendo la esclavitud y los tributos de las castas; sin embargo, fue el constitucionalismo promovido por José María Morelos y Pavón, el que más nítidamente plasmó la idea de la democracia al recoger la idea de la soberanía popular y de la república representativa en su texto, dividiendo el poder público en las tres ramas clásicas del gobierno y organizando un poder ejecutivo colegiado y un poder legislativo con preponderancia sobre los otros dos.

3. Constitución de Apatzingán.

Esta Constitución fue promulgada el 22 de octubre de 1814, en la Ciudad de Apatzingán, de ahí su nombre, por el Supremo Congreso Nacional Americano; fue denominada oficialmente como Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana; la característica que impulsó esta ley, consistió en la instauración de un régimen republicano, que actualmente rige en nuestro país.

Se componía de 2 títulos y 242 artículos, se basó principalmente en la Constitución de Cádiz, pero de manera un tanto modificada, pues en oposición a la Constitución Española, se reitera, preveía la instauración de un régimen Republicano de Gobierno.

El Gobierno Supremo (Poder Ejecutivo), se componía de 3 personas que tenían igualdad de autoridad y responsabilidades; el gobierno se ejercería en una alternancia de cada cuatro meses. Su autoridad más directa, además de la naturaleza ejecutiva y administrativa, era garantizar la protección de los derechos de los ciudadanos: la libertad, la propiedad, la igualdad y la seguridad. El Supremo Gobierno fue ejercido por José María Cos, José María Liceága y José María Morelos.

La Constitución realmente nunca tuvo validez ni fue aplicada. Casi un año después de su promulgación, su inspirador, José María Morelos y Pavón fue capturado y fusilado finalmente el 22 de diciembre de 1815 y así temporalmente las tropas realistas tomaron nuevamente el control de prácticamente todo el país, pero al final no pudieron impedir que la América Mexicana consumara su independencia, primero bajo el nombre de Imperio Mexicano que finalmente se convertiría en los Estados Unidos Mexicanos.

4. Constitución de 1824.

Esta Constitución fue la primera propiamente mexicana, ya que en ella se descarta todo tipo de legislación extranjera y se proclama el ejercicio absoluto de la soberanía y la autodeterminación; es decir, formalmente fue la primer Constitución de México, aunque anteriormente se había redactado el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana o Constitución de Apatzingán en 1814; es menester apuntar, que tuvo su esencia, principalmente, en la ideología de la Constitución de Cádiz y en los Sentimientos de la Nación de José María Morelos y Pavón.

En 1824 se estableció una forma de gobierno republicana, representativa y popular, dividiendo el poder en legislativo, ejecutivo y judicial y además señalando que la religión católica era la oficial y única. El poder ejecutivo se ponía en manos de una sola persona y existía la vicepresidencia.

Tras la consumación de la independencia, se instaló el primer Congreso Constituyente en febrero de 1822, en el cual se proclamó emperador a Agustín de Iturbide. Éste lo disolvió tres meses después pero, ante la posibilidad de ser despojado del trono debido a la inestabilidad política que provocó su autoritarismo, lo reinstaló en marzo de 1823 y ahí se declaró la nulidad de su coronación.

En enero de 1824 un nuevo Congreso estableció el Acta Constitutiva de la Federación, que instituía el sistema federal. Dos meses después inició el debate que llevó la promulgación, el 3 de octubre de ese año, de la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos.

Entre las disposiciones de mayor relevancia que se instauraron en esta Constitución, destacan que: grandes clases propietarias, la iglesia y el ejército; las principales fuerzas emergentes liberales fueron la forma republicana de gobierno y el rechazo de la monarquía.

La Carta Magna de 1824 no resolvió la cuestión relativa a las relaciones entre la iglesia y el Estado, y conservó los monopolios y privilegios que disfrutaba la iglesia, limitándose a dar facultades al Congreso Federal para arreglar el ejército del cual había sido titular la corona de España.

Debe reconocerse que la matriz de 1824 constituyó el punto de arranque de la evolución constitucional mexicana, la cual, a través del tiempo, fue afinando, adicionando y enriqueciendo las decisiones políticas fundamentales que adoptó el pueblo mexicano desde la revolución de independencia.

Durante el tiempo posterior a esta Constitución, se produjo en México una verdadera lucha entre las dos tendencias políticas principales del país; las fuerzas conservadoras, herederas de los privilegios de las estructuras coloniales, y las nuevas de los liberales, derivadas de las luchas por la independencia. El punto que se debatió en forma destacada fue la opción entre

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