FUNDAMENTOS DE LA EDUCAIOCN
dayky2129 de Noviembre de 2013
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CAPÍTULO I. FUNDAMENTOS EPISTEMOLÓGICOS QUE SUSTENTAN EL PROCESO DE EDUCACIÓN COMUNITARIA
Introducción.
En este capítulo se analizan las tendencias históricas del proceso de educación comunitaria en Cuba a partir del triunfo de la Revolución, se determinan sus etapas, se valoran los aspectos que desde el punto de vista psicológico, pedagógico y sociológico caracterizan el objeto de la investigación en la dinámica de la educación comunitaria. Se presentan los resultados del diagnóstico de la situación actual este proceso en la provincia de Las Tunas
1.1 Tendencias históricas en el proceso de educación comunitaria.
El surgimiento de las comunidades se produce con el propio nacimiento del ser humano en el largo proceso de evolución, en el cual el trabajo y la vida en grupo fueron factores fundamentales. Este proceso se inicia en la Comunidad Primitiva y con la aparición de nuevos instrumentos y técnicas para el trabajo y la propia necesidad de la vida en grupo, trae como consecuencias mayor producción, la división y especialización del trabajo, el surgimiento de clases sociales que acentúan las diferencias entre estas y el rol protagónico del ser humano en el desarrollo de una determinada región o territorio y que empiecen a surgir fuertes lazos y sentimientos de identidad y pertenencia a un grupo en un contexto determinado.
Después de la Segunda Guerra Mundial los programas de desarrollo estaban más dirigidos al protagonismo de los comunitarios y en 1954 se plantea en la reunión del Consejo Económico Social de las Naciones Unidas la expresión “desarrollo comunitario” para designar un medio instrumental hacia objetivos tendentes a la elevación de los niveles de vida, lo integran procesos por medio de los cuales los esfuerzos del pueblo se unifican con el de las autoridades para mejorar las condiciones económicas, sociales y culturales de las comunidades, para integrarlas a la vida nacional.
La organización de las Naciones Unidas (ONU) se planteó en aquel momento indicadores dirigidos a lograr la participación y colaboración, lo que requiere de la reestructuración y nuevas perspectivas que impliquen una educación y cambios en las actuaciones de los comunitarios para lograr determinados niveles de vida y mejoramiento en los aspectos socioeconómicos.
Estos pronunciamientos de la ONU fomentan en las comunidades, sus líderes, organizaciones no gubernamentales, instituciones, así como a investigadores de diferentes ramas, el planteamiento de nuevas alternativas que estén dirigidas al beneficio y desarrollo de las comunidades, pero es la Conferencia de Boston, en 1965, que se la oficializa el origen de lo comunitario como disciplina y campo de estudio y aparece la denominación de Psicología Comunitaria.
En el ámbito internacional son significativos los fundamentos epistemológicos que aportan diferentes autores, dado su carácter universal y general. Marco Marchioni en La utopía posible, planificación social y organización de la comunidad, refleja el rol del Estado y la relación entre política social y desarrollo económico y la importancia de la participación y el protagonismo de los comunitarios en su proceso de transformación.
Ezequiel Ander-Egg, se refiere en diferentes publicaciones relacionadas con la organización y desarrollo de las comunidades cómo es necesario lograr el autodesarrollo a partir del protagonismo de los propios actores.
Es importante destacar el proceso de descentralización en América Latina, fundamentalmente en materia de políticas sociales que se torna significativo a partir de la década del 70 cuando se promueven diferentes vías y en el nivel local comienzan a protagonizarse más las acciones de autodesarrollo.
Paulo Freire realizó un gran aporte a la metodología de la investigación popular de utilidad en América Latina y Cuba a través de sus obra Pedagogía de la Pregunta, de la Esperanza, de la Autonomía, entre otras.
La obra y epistemología investigativa de estos y otros autores, por su valor científico y flexibilidad en su aplicación, sirven en gran medida como fundamentos y referencias para la educación de las comunidades en Cuba.
Tendencias en el desarrollo del proceso de educación comunitaria en Cuba.
En el contexto cubano el desarrollo de las comunidades tiene un matiz muy especial y particular. Los acontecimientos políticos, sociales y económicos a lo largo del devenir histórico social, repercute en las investigaciones. David Miguel Limia (1999:34) en su trabajo ¿Una sociedad imposible? señala: “Los intentos de cuantificar y, sobre esta base, evaluar interiormente los diferentes aspectos de las relaciones sociales conformadas en Cuba a lo largo de la Revolución, son fallidos y profundamente engañosos, cuando pierden de vista lo esencial; la Revolución Cubana perfectible por vocación, inspirada en un nuevo paradigma de racionalidad, es decir, en un modo radicalmente diferente al liberal para organizar, entender, conocer, evaluar y transformar la vida social, llevado a la práctica a través de un sin número de contradicciones. A él lo signa un mecanismo más profundo y consecuente en la promoción y desarrollo de la sociedad y la persona, que aquel que se nos preconiza, desde la concepción hoy dominante de la cultura, “homogeneizada” por la globalización”.
Esta fundamentación refleja lo trascendental del proceso revolucionario cubano y lo peculiar y distintivo del mismo en el cual los comunitarios se implican y participan en acciones cuyo tejido social en su complejidad muestra los avances de esta sociedad.
Un mejor estudio y conocimiento de esta temática se propicia al plantear indicadores que permitan caracterizar las diferentes etapas para el proceso de educación comunitaria. Para este análisis se determinaron los siguientes indicadores:
• Condicionamientos políticos, económicos y sociales de cada momento histórico.
• Formas y vías para fomentar el desarrollo sociocultural comunitario.
• Envolucramiento del tejido social en la solución de problemas y satisfacción de necesidades a partir de acciones endógenas.
• Formación de valores que fomente el protagonismo social.
• Niveles de participación del Estado, organizaciones y organismos en la solución de los problemas de las comunidades.
• Rol educativo de la universidad y otras instituciones hacia la comunidad.
Desde estos presupuestos se distinguen tres etapas principales en el proceso de educación comunitaria en Cuba:
Primera Etapa: Desde el triunfo de la Revolución, 1959 hasta 1975.
Segunda Etapa: 1976-1990. Surgimiento de nuevas estructuras hasta los inicios del Periodo Especial.
Tercera Etapa: 1990- actual. Crisis de los años 90 y las transformaciones en el contexto de la Batalla de Ideas.
Primera Etapa: Desde el triunfo de la Revolución, 1959 hasta 1975.
Con las gestas emancipadoras iniciadas en el año 1868, aparece un protagonismo más significativo de lo comunitario, nuevos horizontes en términos de identidad y nacionalidad. Durante todo el proceso revolucionario las comunidades han desempeñado un importante rol, primero en la lucha por la independencia y después de 1959 en el mantenimiento de independencia y como protagonista en la realización de numerosos y variados programas, campañas, movilizaciones y tareas sociales. La construcción del proyecto social de la Revolución Cubana demandó la amplia participación popular como sujeto y objeto de las grandes transformaciones que se proponía.
Las grandes masas populares, con bajo nivel cultural e históricamente marginadas, no estaban preparadas para insertarse en un proceso de participación social para la toma de decisiones. Por eso una de las primeras medidas revolucionarias fue la campaña de alfabetización y la educación popular de adultos, que requirió del apoyo comunitario para la identificación de las necesidades en esa dirección y de los recursos humanos que podía implementar ese programa.
Las transformaciones revolucionarias de índole política, social y económica, tanto en la ciudad como en el campo, requerían del apoyo y participación de las comunidades y se crean diferentes organizaciones: Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) que, junto a instituciones y organismos, llevan adelante los programas de la Revolución y tienen como base de sustentación un trabajo comunitario de amplia participación popular.
En esta etapa se realizan acciones en las comunidades por parte de funcionarios de cultura y salud pública; en el primer caso es significativo el grupo de teatro Escambray, llevando a las comunidades enseñanzas valiosas en el campo de la cultura, mientras salud pública es considerada pionera del trabajo en las comunidades en Cuba.
La participación popular en la determinación de las necesidades y en la formulación de proyectos para la acción en esta etapa fue decisiva en el desarrollo y construcción del socialismo. La integración y cooperación fueron categorías necesarias para el avance del proyecto social cubano; los comunitarios se movilizaron guiados por líderes y promotores y realizando acciones de gran significación en el fortalecimiento de las bases de la Revolución Cubana.
Segunda Etapa: 1976-1990. Surgimiento de nuevas estructuras hasta los inicios del Período Especial.
Se distingue
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