Fuente Las Tarascas

Notas sobre:

LA FUENTE DE LAS TARASCAS, MORELIA, MICHOACAN

Autor: Lic. en Historia Adriana Vega Martínez

Al no encontrarse registrada oficialmente la historia de la fuente de las Tarascas, la información que se conoce a través de algunas referencias en fuentes bibliográficas y en su mayor parte fuentes de internet llega a distorsionarse con el paso de los años, llegando inclusive a conocerse varias versiones y mitos acerca de esta fuente.

Es así como la población en su mayoría cree que la fuente de las Tarascas fue un regalo que se le hizo al General Lázaro Cárdenas para simpatizar con él, quien ya fungía como presidente de México y en consideración a tener el conocimiento de que él era un gran admirador de la belleza indígena.

Por su parte el historiador Xavier Tavera en su libro “Paseo por Morelia”, menciona que el general Lázaro Cárdenas del Río mandó construir una fuente a su consideración de mal gusto “las tarascas” .misma que fue elaborada de cemento cromado, y que fue obra del artista Antonio Silva Díaz . La cual a muchos no gustaba sin embargo termino por convertirse en algo familiar, llegando a usarse como una especie de símbolo de la ciudad.

La fuente fue colocada en el año de 1937, en una glorieta de la Avenida Madero al oriente de la ciudad, casi enfrente de la casa del general Lázaro Cárdenas perteneciendo de tal forma al sector revolución de la ciudad de Morelia.

Después de mucho tiempo de haber formado parte fundamental de la decoración de la ciudad y al celebrarse el segundo centenario del natalicio del generalísimo Morelos, las autoridades municipales representadas por el alcalde Lic. Fernando Ochoa Ponce de León y el gobierno del Estado presidido por el Lic. Agustín Arriaga Rivera, decidieron retirar del lugar la fuente frutal.

En su lugar se colocó una fuente en cantera pero sin escultura, pensando los autores del proyecto que por ser de este material, haría juego con el acueducto y los edificios arquitectónicos de la ciudad. La nueva fuente fue pronto bautizada como “El Huarache huetameño”, en alusión a la forma de la pileta y al predominio de personas originarias de huetamo que trabajaban en funciones públicas. Sin embargo duro poco tiempo ya que la gente pedía fueran devueltas las tarascas a su lugar de origen.

Es así que en el año de 1968, el gobierno del estado tomo la decisión de edificar una réplica exacta de bronce, la cual gustó aún más que las originales. La construcción estuvo a cargo del escultor michoacano José Luis Padilla Retana, misma que fue posible con la aportación material y monetaria de los morelianos, siendo colocada el 18 de mayo de 1984.

“Las Tarascas” representan a tres de las más importantes princesas de la cultura purépecha: Atzimba, Tzetzangari y Eréndira, su posición

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