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Fujimori y Sendero: una visita y una presencia


Enviado por   •  29 de Septiembre de 2014  •  Tesis  •  2.418 Palabras (10 Páginas)  •  210 Visitas

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Tres meses antes, el 5 de abril, el presidente Fujimori planificó con las FFAA un autogolpe de Estado disolviendo el Parlamento, interviniendo el Poder Judicial, el Tribunal de Garantías Constitucionales y el Jurado Nacional de Elecciones; contando con el 81% de apoyo de la opinión pública a nivel nacional. El principal argumento esgrimido por Fujimori para sustentar esta drástica medida era la de enfrentar eficientemente la violencia política y reconstruir la gobernabilidad del país.9 1991 y 1992 fueron los años de mayor acciones subversivas. En ese contexto para las FFAA, ciertos sectores del Ejecutivo y en especial para el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), se desprendía la necesidad de actuar con firmeza y sentían que el formato democrático constituía un elemento que perturbaba y atentaba contra la eficacia de las medidas antisubversivas necesarias.

2.2 Fujimori y Sendero: una visita y una presencia

En la mañana del martes 21 de mayo de 1991, el presidente Fujimori decidió visitar La Cantuta, jaqueada por una minúscula pero hegemónica militancia senderista. Desde temprano las fuerzas del ejército habían acordonado la zona, mientras helicópteros sobrevolaban el lugar a la espera de cualquier movimiento sospechoso. Fujimori presumía el recibimiento que le esperaba. Unos años antes, el 13 de febrero de 1987, como rector de la Universidad Nacional Agraria y presidente de la Asamblea Nacional de Rectores, lideró una comitiva para liberar a centenares de estudiantes de San Marcos, La Cantuta y de Ingeniería, detenidos en un operativo policial. "Yo no admito -declaraba por entonces Fujimori- que se diga que las universidades son un foco de subversión o la causa del terrorismo. La ineficacia de la estrategia antisubversiva para combatir al terrorismo no puede encubrirse con este tipo de intervenciones" (citado en: Rúa 1996:18). Cuatro años más tarde, en una posición distinta, Fujimori realizaría una visita que presagiaba cambios radicales en la vida futura de los cantuteños.

Apenas cruzó la puerta de ingreso, los estudiantes advirtieron su presencia y armados de piedras y huevos, generaron un pandemonium: una lluvia de piedras recibió a Fujimori y éste apenas pudo transponer la puerta de ingreso. Policías y soldados lanzaron disparos al aire para contener a los enfurecidos estudiantes. Controlada momentáneamente la situación, la comitiva se apresuró en organizar la entonación del himno nacional, acallado por una poderosa silbatina. Enfurecidos, los estudiantes lanzaban gritos contra el presidente. A pocos metros un pequeño pero belicoso grupo agitaba consignas identificadas como senderistas: "Combatir y resistir la represión del fantoche Fujimori", "Proteger La Cantuta trinchera de combate del pueblo". El rector de La Cantuta, Alfonso Ramos Geldres, le dio alcance a Fujimori mientras éste avanzaba hacia la vivienda universitaria. Luego intentó visitar algunas facultades, pero nuevamente una lluvia de piedras lo hizo desistir. Un tomate le cayó cerca, una piedra lo alcanzó por la espalda. Con los brazos en alto, optó por retirarse, cubierto por soldados y guardaespaldas que trataban de protegerlo. Antes de marcharse en su carro blindado dijo al rector Ramos Geldres: "... hemos hecho todo lo posible por ayudar a su universidad."

En la cresta de su popularidad, y cuando todas las encuestas le daban porcentajes de aprobación por encima del 60%, Fujimori se retiraba humillado por un contingente de estudiantes, al que no tardó de tildar de subversivos:

"Esta es una primera inspección. Esperábamos este recibimiento. Pero lo que no podrán detener es la firme decisión de poner orden en las aulas. No es posible tener una universidad donde se enseña a destruir al país con ideologías terroristas. No olvidemos que aquí se forman los futuros profesores de nuestros hijos".19

Los estudiantes, posicionados en los techos y las áreas de acceso al campus celebraron la retirada con aplausos y gritos desenfrenados. Ese mismo día por la tarde, Fujimori se dirigió a la ciudad universitaria de San Marcos. Allí se volvió a repetir, en menor medida, la escena anterior: gritos de protesta, piedras sobre el presidente. Dos petardos se hicieron escuchar por la Facultad de Letras. No obstante, Fujimori logró ingresar por unos minutos, los suficientes para declarar a la prensa y resarcirse de los malos momentos pasados en La Cantuta:

"... es hora de poner orden y disciplina en las universidades para poner fin a la infiltración subversiva... tenemos que erradicar y extirpar la presencia de estos grupos subversivos, que atenta contra la autonomía de la universidad... No haremos intervenciones violentas de ninguna manera, pero sí vamos a realizar trabajos con orden y disciplina, no queremos hacer requisas ni detenciones masivas de estudiantes, como se hacía anteriormente."20

Sin embargo, a las tres de la madrugada del día siguiente, las tropas del ejército hacían su ingreso a La Cantuta y San Marcos. En La Cantuta entraron cerca de un millar de policías y soldados del ejército. Lo primero que hicieron fue dirigirse a la residencia de los estudiantes. Buena parte de los 300 residentes habían abandonado el local prevenidos por los anuncios de la intervención. Disparos y explosiones se escucharon en los alrededores. 56 estudiantes fueron sacados de sus habitaciones.

En algunos dormitorios los soldados lograron encontrar propaganda senderista: folletos, volantes, afiches y algunos videos que mostraban la acción del "partido" en la universidad y la carretera central21, donde se ubica el campus. Las imágenes iban acompañadas por una voz que narraba que La Cantuta era: "... la vía de entrada del campo a la ciudad, que necesariamente el Partido Comunista del Perú, a través del Ejército Guerrillero Popular, habría de transitar cuando llegue el asalto final". Proseguía la voz: "La Cantuta es una universidad con sello de clase", mostrando las "heroicas" pintas hechas en la residencia universitaria, el comedor, las facultades: "¡Gloria al día de la heroicidad!"; "Viva la Guerra Popular"; "Combatir y resistir, PCP, Socorro Popular". En una de las paredes del comedor universitario, se podía apreciar el rostro del "Presidente Gonzalo"22, quien con mirada enérgica, vigilaba el diario trajinar ideológico y digestivo de los estudiantes. "Aquí se forman los mejores hijos del pueblo...", continuaba el narrador.

En efecto, desde 1986 los cuadros senderistas en La Cantuta dejaron de ser un grupúsculo y pasaron a tener una presencia más activa en la universidad. Su crecimiento lento y pausado

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