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Guerras Civilis Y Caudillismo

drackalucard29 de Julio de 2011

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Los intereses de Estados Unidos en Venezuela

EL presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha recibido tres mandatos electorales, ha salido victorioso de una revuelta popular y sobrevivido a una devastadora huelga nacional y a un referéndum. Pero Chávez ha establecido un récord de autoritarismo: ha concentrado poder para sí, perseguido a sus opositores y pisoteado los derechos tanto humanos como civiles, desde la supresión de la libertad de expresión hasta el uso de una violencia innecesaria para reprimir las protestas populares. Su catastrófica gestión económica y su populismo malgastan sus crecientes ingresos petroleros, mientras aumenta la extrema pobreza y disminuyen los ingresos de casi toda su población. Fuera de Venezuela, Chávez apoya la dictadura de Castro, proporcionándole petróleo gratis, anima a Bolivia a reabrir conflictos fronterizos con Chile y se piensa que está ayudando a la guerrilla en Colombia. Aun más, sus petrodólares han inspirado la posibilidad de financiar en América del Sur empresas, partidos y medios de comunicación acordes con sus propuestas autoritarias para aumentar su influencia. Cada vez que puede, Chávez expresa su sentir antinorteamericano: hasta el referéndum, que demandaba su dimisión y del cual salió fortalecido en medio de graves irregularidades, lo presentó como una competencia entre él y el presidente Bush. Necesitamos una nueva política hacia Venezuela, que sea práctica, coherente y que responda a las políticas de Chávez en forma constructiva. Y debemos tener claros cuáles son los intereses de los Estados Unidos en Venezuela y en la región. Primero, deseamos emplazar a Venezuela a fortalecer sus instituciones democráticas y el respeto por los derechos humanos. Segundo, como el quinto país mayor exportador de petróleo y como suministrador de un 15% de las importaciones de los Estados Unidos, la estabilidad de Venezuela es esencial para el progreso de su economía y del resto del mundo. Tercero, Chávez no debe utilizar su dinero e influencia para debilitar importantes objetivos regionales, como son los acuerdos de libre comercio, la integración y los programas para derrotar la guerrilla que ampara el narcotráfico en Colombia y en el hemisferio.

El desconocimiento de Cipriano Castro como Presidente de Venezuela

Juan Vicente Gómez fue un hombre que asumió el poder de Venezuela y se instaló por 27 años, manejando la nación, como lo apunta la historia, con características de hacendado y guerrero. Vio a Venezuela como su hacienda particular y, mediante su poder político y militar, mantuvo un férreo control sobre los opositores y colaboradores, y nunca perdió el poder sobre el país, así que su dictadura duró hasta 1935 cuando murió de muerte natural.

Mientras era Vicepresidente de la República, Juan Vicente Gómez arribó al poder en el año 1908, por un golpe de estado contra Cipriano Castro, quien en ese momento era el Presidente de Venezuela. Gómez fue el más activo y colaborador de Castro, ejerció varias veces la presidencia provisional cuando el presidente se separaba del mando.

Gómez aprovechó una de estas oportunidades, cuando Castro se encontraba enfermo en el extranjero. Lo acusó de intento de asesinato a su persona y se confabuló con el gobierno de los Estados Unidos para impedir que Castro volviera al país. De esta forma se apoderó del gobierno en 1908.

La Rehabilitación

El período en que Gómez toma el poder se llama la Rehabilitación, a continuación están las características de este periodo de la historia de Venezuela:

• El gobierno de Gómez fue la dictadura más larga y cruel que sufrió el país en toda su historia.

• El lema del gobierno fue Unión, Paz y Trabajo, que, según Yépez (1998), el pueblo interpretaba como unión en las cárceles, paz en los cementerios y trabajo en las carreteras.

El Nepotismo Gomecista (Liquidación del Caudillismo y organización y creación de la academia militar)

La liquidación del caudillismo, la creación de un ejército nacional y la red de carreteras, que contribuyó, además, a eliminar los enclaves económicos tradicionales fueron medidas que sirvieron de base para una mayor concentración del poder político, fortalecieron notablemente al gobierno e hicieron imposible el estallido de "revoluciones" como las que fueron frecuentes hasta 1903. Los conatos revolucionarios que se produjeron fueron sofocados rápidamente por el gobierno. Durante el largo período de Gómez fueron liquidados los restos de los partidos tradicionales, conservadores y liberales, que habían motorizado las luchas políticas en el siglo XIX. Sin embargo, la modernización del ejército planteó a Gómez un nuevo tipo de oposición surgida en las filas de los oficiales egresados de la Escuela Militar, que en connivencia con intelectuales y estudiantes, empezaron a conspirar contra el Dictador. Con este nuevo tipo de oposición a la Dictadura, se cierra el capítulo de las "revoluciones" tradicionales y se inicia el ciclo de los golpes de estado dirigidos por militares. La oposición de los estudiantes a la autocracia, que se había iniciado en la época de Guzmán Blanco, renació durante la dictadura gomecista y se manifestó en forma de protestas públicas. Como consecuencia de esta actividad política de los estudiantes, muchos jóvenes fueron desterrados y la Universidad Central permaneció cerrada por once años. En 1928 las protestas y los discursos libertarios pronunciados por algunos líderes estudiantiles, produjeron la detención y el encarcelamiento de más de doscientos estudiantes, "lo más granado de la juventud venezolana". Pero el encarcelamiento de los jóvenes, a su vez, desencadenó una ola de protestas de diversos sectores sociales y de huelgas espontáneas que se mantuvieron por varios días, al cabo de los cuales la Dictadura tuvo que ceder y dejó en libertad a los jóvenes universitarios detenidos en el Castillo de Puerto Cabello. Este movimiento del 28 se tiene como el primer movimiento de masas exitoso en la historia política del país.

La muerte de Gómez (La modernidad Tardia)

Con la muerte de Gómez (Diciembre de 1935) coinciden una serie de hechos que van a tener una repercusión importante, entre las que se encuentran que López Contreras en nombrado Presidente interino de la républica. Los trabajadores petroleros habían revelado desde la muerte de Gómez su combatividad. Comenzaron expresándola en formas brutales: varios policías y guachimanes fueron quemados vivos con fuego de los mechurrios, en las vecindades de los taladros, motivando al gobierno de Contreras a suspender las Garantías Constitucionales en el mes de Enero, entre las que se encontraban el derecho de reunión y las propagandas de tipo comunista. Para febrero de de 1936 en Caracas se generaron nuevos disturbios producto de las medidas represivas y que algunos representantes del Gomecismo pretendían mantener el control n base al terror.

La Modernidad Tardía reflejan, de forma singular, un proceso y un estado de pragmatización racionalizada de carácter universal en el sentido de su severa y hegemónica irrupción y dominio en todos los ámbitos de la existencia vital y social. En otras palabras, como acertada y sintéticamente manifiesta E. Tierno Galván: <<el tema de nuestro tiempo es simplemente el de lo útil. )Qué es lo útil?. Frente a esta cuestión las demás pierden importancia. Racionalización significa el máximum posible de utilidad, de acuerdo con las exigencias de un sistema>>(3). El <<bienestar>> de cada uno deviene social y culturalmente en el objetivo a alcanzar por todos y cada uno de los individuos que componen las sociedades capitalistas y democráticas. Aquí, por razones obvias, tan sólo trataremos de forma aproximada algunos de aquellos aspectos de la realidad y del conocimiento que, en su inequívoca instrumentalidad, permiten realizar un acercamiento significativo a un tipo de existencia social que es característico de un determinado proyecto humano sobre la realidad.

Las Luchas Intestinas por el poder

Los primeros venezolanos que sueñan con una democracia dentro de los cánones de la democracia moderna, son los jóvenes de la generación de 1928. A lo largo del siglo XIX, ciertamente, hubo algunos espíritus que en etapas de sus vidas de caudillos, abrazaron el ethos democrático. Es el caso del general José Antonio Paéz, por sólo citar un ejemplo, pero, en verdad, la agenda de este siglo bolivariano-paecista-monagista-guzmancista estuvo signada por las luchas intestinas por el poder nacional, a partir de los bastiones regionales que autorizaban las pretensiones globales de estos jefes locales. De modo que la integración de la nación pasaba por la creación de un ejército nacional, distinto a la colcha de retazos de los ejércitos locales, y esto viene a materializarse en el siglo XX, como se sabe, bajo la égida del dictador Juan Vicente Gómez. En el caso venezolano, levantar la bandera de la democracia fue, durante muchos años, encontrar en la acera de enfrente la bandera de los militares. La preeminencia de lo militar en la vida nacional encuentra muchas explicaciones, pero todas apuntan al siglo XIX, centuria en la que este pequeño país suramericano formó un ejército que desalojó a los ejércitos españoles aposentados en sus colonias americanas. El signo venezolano durante años no fue civil, por más que Bolívar intentará matizar su imagen con las luces republicanas, el signo fue guerrero. Los venezolanos comandaron ejércitos que liberaron a Colombia, Ecuador, Perú y a la propia

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