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Historia De Honduras


Enviado por   •  3 de Octubre de 2013  •  2.866 Palabras (12 Páginas)  •  457 Visitas

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Tawahkas o sumos

Origen, historia y ubicación geográfica

Los tawahkas o sumos, como también se les denomina, son uno de los grupos indígenas que habitan en las riberas del río Patuca, en el departamento de Gracias a Dios y parte del departamento de Olancho en Honduras y en la Costa Atlántica de Nicaragua. La región que comprende el departamento de Gracias a Dios se conoce como La Mosquitia.

Tierra adentro de la costa de La Mosquitia viven los tawahkas. La mayoría de ellos reside en la aldea de Krausirpe, ubicada en la margen derecha del Patuca (viniendo río arriba desde Wampusirpe) y en la desembocadura del río Wampú. La única vía de comunicación de esta comunidad es el río Patuca.

En la parte de Honduras, existen de 800 a 1 000 tawahkas, aunque es imposible precisar un número exacto, pues desde 1974 no se han efectuado censos poblacionales sobre las comunidades indígenas del país. Los datos que presentamos son aproximados. En total, estimamos que su número (los de Nicaragua y Honduras juntos) es de 14,000, aproximadamente. Sin embargo, las siete comunidades que constituyen este grupo en Honduras: Krausirpe, Krautara, Dimikian, Yapuwas, Kamakasna, Wasparasni y Santa Marta, albergan 704 personas

Hasta 1948, el principal asentamiento tawahka era Yapuwas, caserío que abandonaron debido a una peste que azotó y diezmó la población sumado a las presiones ejercidas por las autoridades del Departamento de Olancho. Se cree que el éxodo de los tawahkas radicados actualmente en Krausirpi lo iniciaron, en forma paulatina, tres familias. La peste que azotó Yapuwas, según los relatos tawahkas, era un extraño mal que mataba de tres a cuatro nativos diariamente, salvándose aquellas personas que abandonaron el lugar.

Costumbres

Entre las costumbres que practican los tawahkas esta la llamada mano vuelta que consiste en ayudarse mutuamente en la siembra y recolección de los productos.

La situación de la salud es crítica. Esta es otra de las causas por las cuales este grupo es cada vez más reducido. No existen centros médicos que atiendan las necesidades mínimas de salud en esas comunidades.

Un 98% de los tawahkas son católicos. El cacao, la madera y la extracción de oro son fuentes principales de ingresos.

Lengua

Según estudios consultados, la lengua tawahka y la misquita son bastante semejantes en su estructura morfológica y sintáctica, aunque no tienen mucho léxico en común. Ambas lenguas pertenecen al grupo macro-chibcha, grupo lingüístico de origen sudamericano. Se supone que en fechas muy lejanas los antepasados de los tawahkas, misquitos y los ramas (otro grupo emparentado), emigraron desde lo que hoy es Colombia pasando por el istmo de Panamá. Los tawahkas llaman a su lengua tawanka, que muestra una similitud con la denominación que, a principios del siglo XVII los españoles dieron a los indios de la zona del Guayape-Guayambre: tahuajcas. La lengua materna de este pueblo es el tawahka, pero también hablan misquito y el español, aunque aún tienen cierta dificultad para hablar español.

La agricultura Tawahka

Los Tawahka labran la tierra primordialmente para fines de subsistencia. Si bien, en los últimos años, han adoptado nuevos cultivos y prácticas agrícolas, han retenido mucho de lo tradicional. A pesar de encontrarse geográficamente aislados del resto de la sociedad hondureña, los Tawahka han pasado a formar parte de la más amplia estructura económica del país, y la necesidad de generar ingresos monetarios es una creciente preocupación para ellos.

Durante un año cualquiera, un cultivador Tawahka de costumbre cultiva cuatro campos distintos: arrozal, yuca, huerto frutal y plantación de frijoles. A veces también se siembran huertos en playas, y la cosecha de caña de azúcar, piña y palma de durazno continúa desde los campos en barbecho.

Ceremonias, ritos, fiestas y danzas: Descripción de su significado (purificación, agradecimiento, invocación, etc.).

Según el antropólogo Rivas, entre los Tawahkas existía una especie de rito, en el que, para determinados acontecimientos, se pintaban la cara de acuerdo con las circunstancias: viajar, sembrar, pescar, cazar, etc. Además se pintaban las piernas y brazos con una sustancia resinosa que los protegía de los insectos.

Los Tolupanes

Su historia a los tolupanes también se les conoce como jicaques o xicaques. Históricamente se sabe que se establecieron en un inicio en la costa atlántica, desde el río Ulúa hasta Puerto Castilla y tierra adentro hasta el río Sulaco. Se formaron como un grupo étnico en el área de Guayape y Guayambre, en el departamento de Olancho. Actualmente, en Yoro radican en los municipios de Morazán, Negrito, Victoria, Yorito y Olanchito .En Francisco Morazán permanecen grupos aislados pero exclusivamente los municipios de Orica y Marale.

Su forma de gobierno está compuesta por consejos tribales que a la vez están integrados por una junta directiva. Los consejos son asesorados por un cacique que generalmente es de avanzada edad.

Las tierras ocupadas por el pueblo Tolupan, son un 60% de vocación forestal, 30% ganadero y 10% de vocación agrícola aproximadamente. En las partes más altas de las Montañas de Yoro, actualmente forman la Federación de Tribus Xicaques de Yoro con 29 consejos tribales, y dos que todavía no se han integrado a ésta estructura que es la tribu El Hoyo y la zona occidental de la Montaña de la Flor. Su población aproximada es de 18,000 personas.

Los Tolupanes están constituidos en 28 tribus distribuidas en seis municipios del departamento de Yoro, más de 2 tribus emigradas el siglo antepasado a la Montaña De La Flor. Municipio de Orica, Francisco Morazán.

Su danza es el Yaxal Tolupan.

Costumbres

Los Tolupanes de montaña de La Flor, tienen la costumbre de velar a sus muertos en la cocina. Durante el tiempo de velatorio de 24 horas, comen su comida diaria y beben café. No utilizan cajas, sino que el cadáver es envuelto en las sabanas que ocupa para dormir y es enterrado con sus pocas pertenencias. Durante la velación nadie hace comentarios algunos, no lloran a sus muertos, sino que reflexionan sobre lo que fue

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