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Historia De La Democracia En México


Enviado por   •  12 de Marzo de 2015  •  2.158 Palabras (9 Páginas)  •  253 Visitas

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Docentes y Adolescentes en mi Profesion

El valor de una vida no se mide por un solo fracaso...ni por un éxito aislado. Por más tropiezos que tengamos, un maestro siempre debe esperar...que, con el aprendizaje, el carácter de un muchacho cambie...y, de ese modo, el destino de un hombre.

sábado, 5 de enero de 2013

Momentos del desarrollo de la democracia en México

Algunos de los antecedentes de la conformación del sistema democrático en el país son: la lucha en el siglo XIX entre los liberales y conservadores, o la confrontación de proyectos políticos y formas de gobiernos entre federalistas y centralistas.

Los antecedentes principales de la conformación del estado moderno en México se ubican en el siglo XIX. A pesar de la presión de las potencias extranjeras y la inestabilidad económica, busca construir un estado independiente, laico y democrático.

En el periodo que va desde 1821 a 1867 se presentaron en el país intensos enfrentamientos sociales apolíticos. Todo esto se debió a la consolidación de la república democrática que estaba concebida desde la constitución de 1824.

En cuanto a la modernización del país en el periodo mencionado, puede señalarse: el impulso de las leyes para garantizar la participación ciudadana en la política nacional; la atracción de capital extranjero y tecnología, y el impulso del intercambio comercial con otros gobiernos, lo cual se consideraba sinónimo de modernización económica y política.

Los partidos políticos se enfrascaron en la lucha por el control del gobierno: conservadores contra liberales. El partido conservador busco establecer una república centralista bajo el argumento de que la nación había estado regida durante 3 siglos por un gobierno central.

En cuanto al partido liberal, pugnaba por una república federal conformada por estados libres y soberanos, donde se asumiera la política establecida por la federación, pero manteniendo la autonomía en cada entidad, e impulsando un gobierno democrático, representativo y popular.

Establecieron el derecho al voto de todos los ciudadanos y favorecieron la separación de intereses entre la iglesia y el estado; nacionalizaron a muchos bienes del clero, y se establecieron el matrimonio y el registro civil, pugnaron por la secularización y por la libertad de cultos.

Las disputas del siglo XIX: Centralismo y federalismo.

El centralismo y el federalismo son conceptos políticos opuestos que un día se consideraron viables para estructurar la República mexicana en el álgido, pero debate público que se dio en el siglo XIX, después que la desgastada monarquía española otorgó a México independencia con soberanía y libertad a consecuencia del movimiento insurgente de 1810, hace casi dos siglos.

Dos centurias han transcurrido desde aquellos sucesos y aún se debate el tema con idéntica pasión; es decir con igual sentimiento y calor humano al que antaño usaron para reclamarlo y discutirlo nuestros predecesores, sin que algún Gobierno hubiera atinado a encontrar la resolución. Eso sí: el federalismo y el centralismo no dejan de estar vivos y activos en el campo público: creemos que existe, pero no lo vemos. Casi todos los tratadistas mexicanos sobre Teoría del Estado saben y explican bien que el federalismo responde al pensamiento liberal democrático y el centralismo se explica en función de las sociedades conservadoras y autocráticas. La rijosidad entre quienes abanderan una y otra tendencia es causa originaria de la apasionada disensión histórica entre ambos proyectos políticos.

La conformación de un estado laico.

La laicidad tiene su origen en la constitución de 1857 el gobierno limita el monopolio de la iglesia católica en el ámbito de la creencia religiosa. Brinda a todos los sectores de la sociedad la posibilidad de elegir las ideas y creencias religiosas que consideren pertinentes, para que actúen conforme a los principios y reglas asumidas autónomamente.

Puedes pertenecer a un grupo social por fe o tradición, y seguir un modo de vida que consideres el mejor espiritualmente. La secularización de los bienes eclesiásticos tiene que ver con quitarle privilegios y prerrogativas a la iglesia católica, desde una perspectiva democrática, fueron muy abundantes y excesivos todavía en el siglo XIX pero más aun anteriormente.

La iglesia católica pierde parte de su influencia en la sociedad mexicana, mientras el gobierno promueve la creación de instrucciones civiles como el registro y el cementerio civil, favorece la educación laica y garantiza la libertad de creencias.

A contracorriente de la evidente oposición de Vicente Fox y su gobierno a conmemorar el bicentenario de Benito Juárez, por vez primera en la historia pos revolucionaria se le reconoció al indio zapoteco con una sesión solemne en el Congreso general, en la que estuvieron presentes los titulares de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial para enaltecer los grandes aportes del Benemérito a la historia nacional, uno principalísimo la conformación del Estado laico.

En el salón de sesiones de la Cámara de Diputados, el Presidente de la República, quien desalojó de Los Pinos el cuadro de Benito Juárez, pintado por Tiburcio Sánchez en 1889, escuchó imperturbable a todas las fuerzas políticas, incluida la panista, que reconocieron el valor intrínseco del oaxaqueño en el desarrollo del país.

La ley del 4 de diciembre de 1860 irrumpe en la novedad: postula la libertad de creencias, culminación de nuestro proceso liberal, invirtiendo ahora los términos del discurso político: la Iglesia está siempre sujeta al Estado, en todos aquellos actos que tengan efecto en la sociedad civil, con arreglo a la teoría de la soberanía; el Estado se transforma y no interfiere en las actividades estrictamente religiosas, con arreglo a las libertades de culto y de creencia. Desde entonces

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