Historia San Carlos Uruguay
Alepareja9 de Octubre de 2012
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San Carlos sus primeros años
La fundación de San Carlos fue en el año 1763 por Pedro de Ceballos, gobernador español. Su objetivo era poblar esta tierra con el objetivo de detener el avance portugués y observo las condiciones naturales del lugar ,que tenia dos arroyos y tierras fértiles y esto es importante para asentar una población. En un principio esta villa se llamó Maldonado chico. Se hizo la demarcación de plazas, calles, tierras y suerte de estancias según el plano Damero. Este plano comprendía 90 manzanas en cuadro separadas por calles de a doce y todo este conjunto circundado por cuatro avenidas de a veinticinco cada una. Una vez fundada la villa de San Carlos se edifica la modesta capilla de barro y paja. Los primeros pobladores fueron azorianos de Portugal. Estos azorianos permanecieron en la villa hasta el Tratado de San Ildefonso, que estableció los límites entre España y Portugal. En 1778 ya establecidos desde hacía más de una década en la villa de San Carlos, resolvieron retornar a Rio Grande; otros se quedaron en la villa y prácticamente quedó despoblado el lugar.
En 1780 un grupo de pobladores fue destinado a la villa de San Carlos provenían de diversos lugares de España entre ellos canarios y gallegos. En 1781 es nombrado por el obispo a un Cura Párroco, Vicario Foráneo y Juez Eclesiástico de la Parroquia de San Carlos se trata de el padre Manuel de Amenedo Montenegro nacido en Galicia en el año 1756.
Cuando Manuel Amenedo toma posesión del cargo e inicia sus actividades se enfrenta a múltiples problemas, una capilla vieja, deteriorada, insuficiente para albergar a todos los fieles y una población empobrecida. Amenedo trata de lograr la integración de los grupos antagónicos pues en esa época había gauchos, esclavos, algún azoriano, indios españoles. Trató de favorecer y estimular las buenas relaciones, asesorando, orientando y protegiendo a estas personas. Visita los vecinos para detectar necesidades y problemas en un afán de dar soluciones. No tiene descanso: bautiza, casa, asiste a los enfermos y moribundos. Su celo religioso lo lleva a vigilar y velar por la moral y buenas costumbres de sus feligreses.
Como Juez que era, inicia sumarios a quienes han transgredido el orden y la decencia, y esto, muchas veces le generó enemistades y amenazas.
Se propuso reedificar una nueva iglesia convoca una junta en la iglesia vieja de paja esto ocurría en 1816. Pide donativos para la construcción de una nueva iglesia. El padre fue el primero en colaborar sacando de su propio dinero 200 pesos. Los libros de la parroquia dan fe del movimiento demográfico de la población, nacimientos, defunciones, matrimonios. En las diferentes partidas hay expresiones muy elocuentes que nos permiten establecer la realidad social del grupo. El llamado "Libro de Fábrica" detalla día por día el movimiento de entradas y salidas de de la parroquia de los donativos realizados por los vecinos y gastos originados para el mantenimiento del templo. Los nombres de los donantes están registrados, así como el carácter de la donación, cal, arena, ladrillos, maderas, agua, cueros, animales, trigo (para la venta), trabajo humano (el de los esclavos). Tuvo numerosos colaboradores en la tarea que duró nueve años.
Fue el alma madre de la población Carolina, permaneciendo a cargo de su parroquia durante cuarenta y ocho años.
Falleció el 22 de abril de 1829 a pocos meses de jurarse la primera Constitución.
Sus restos descansan en los muros del atrio de "su iglesia" la que hoy persiste año 2012.
La obra teatral que se realizo en la casa de estudios Liceo nº 1 de San Carlos es en
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