Iglesia Pentecostal Unida de Venezuela

Iglesia Pentecostal Unida de Venezuela

El Valle – Caracas.

        En el año de 1987, en la Parroquia del Valle – Caracas, se da inicio a la obra ministerial, bajo la dirección pastoral del Hno. Paul Pool Swivit, de 28 años de edad, proveniente de Jamaica, miembro activo y egresado ese mismo año del Instituto Bíblico “Los Conquistadores”, de la 7ma Promoción; asume la aprobación de nuestro Señor Jesucristo y así mismo de la Junta Directiva Nacional de la Iglesia Pentecostal Unida de Venezuela, la misión de fundar la obra en el Sector de los Jardines del Valle por primera vez. Esta obra da sus primeros pasos en un espacio público ubicado en la calle 1 de los Jardines del Valle, justamente en un parque recreacional que está ubicado a pocos metros de la estación de Bomberos de dicha localidad, siendo así un espacio amplio pero incómodo para realizar las diferentes actividades  cristianas, el hno. Pool acepta el reto de evangelizar y ganar almas en aquel sector y sus alrededores.

        Con tan solo dos (2) meses de estar realizando los diferentes cultos en aquella zona, la receptividad de la palabra de Dios por parte de la comunidad estaba siendo favorable para la responsabilidad que estaba asumiendo el Hno. Pool, teniendo en cuenta que todos aquellos factores que estaban en su contra, la palabra de Dios estaba tocando de manera especial el alma de cada uno de los habitantes de esa localidad, que sin duda alguna daba paso a tener que registrar a las primeras familias que estaban participando de manera continua en los diferentes servicios que se realizaban, entre esas familias podemos mencionar  a la Familia Mora que estaba compuesta por (4) integrantes, la Familia Belandria (5) integrantes, La familia Contreras (5) Integrantes, la Familia Ceballo (3) y por último la Hna. Ludy Díaz.

        Viendo los resultados que estaba dando el evangelismo realizado en aquel lugar, el Pastor Pool con la ayuda de varios de sus miembros, toma la decisión de buscar de manera urgente el alquiler de un local, donde se pudieran realizar de manera más cómoda y formal los servicios y cultos que estaba establecidos los días martes, jueves y sábado. Dicho lugar fue ubicado en la calle 10 (diez) de los Jardines del Valle, en la casa del popular Sr. Salas, quien ofreció de manera inmediata el alquiler de su local, para que se iniciara de manera satisfactoria cada una de las actividades ante mencionadas.

        Pasaba el tiempo y el Hno. Pool, con la ayuda de Dios iba sumando y ganando almas, dando así el inicio de bautizar a varios de los integrantes de las familias que apoyaban la obra en aquel lugar, que por medio de sus oraciones y el trabajo en conjunto de los líderes que él iba formando, daba como resultado el crecimiento proporcional de la congregación. Las familias que integraban aquel grupo de hnos. se unión en un mismo sentir y el poder del evangelismo fue superior a todas aquellas adversidades que se presentaron en su entorno y ubicación.

        A principios del mes de junio del año 1988, el pastor Pool anuncia su retiro de la congragación de manera formal y directa por temas financieros personales, que le llevaron sin vuelta atrás a tomar dicha decisión, que sin duda alguna dejo de manera sorpresiva a cada uno de los miembros activos de esta congregación.

        A mediados del mes de junio de 1988, la Directiva Nacional de la IPUV al atender y comprender la notificación de dicha renuncia del pastor Pool, rápidamente toma la iniciativa de trasladar e instalar al nuevo Pastor que asumiría de manera directa y precisa la misión de continuar trabajando en el ministerio del Señor, el cual a sus treinta y dos (32) el Hno. Juan Gómez, aprobado por el Señor y egresado de la 8va promoción del Instituto Bíblico “Los Conquistadores”, llega a la ciudad de Caracas en compañía con su esposa Zoraida Pérez, con la misión de continuar con el trabajo que se le había sido encomendado, por lo cual en sus planes como el nuevo pastor de dicha sede, toma la decisión de buscar las herramientas y recursos financieros necesarios, y le propone a la congregación de buscar y comprar una localidad que estuviera cerca de los alrededores del local donde se estaban realizando para ese momento las diferentes actividades programadas, sin duda alguna toda la congregación acepta el reto en conjunto con el Pastor Gómez y asumen la responsabilidad y el compromiso de buscar una propiedad con el fin de establecer la iglesia formalmente para la comodidad de la congregación, que día a día se estaba formando.

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