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Ing. Mecanico


Enviado por   •  23 de Enero de 2015  •  5.383 Palabras (22 Páginas)  •  212 Visitas

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Introducción

La fuerte industrialización y el cre- cimiento económico imparables de China hacen que el resto del mundo mire al gigante asiático con notable preocupación. Cada vez con mayor frecuencia presenciamos terremo - tos económicos, financieros, medioambientales, políticos o mili - tares ocasionados por el estilo del “capitalismo vaquero” imperante en dicho país.

Estos trastornos se originan por un modelo de crecimiento económico rápido e insostenible unido a la indiferencia por la vida humana y la

propiedad intelectual. Los fenóme- nos de los medicamentos falsos, de algunas drogas, de las tasas de inte- rés al alza y el precio ascendente de la gasolina, además de otros muchos, han sido provocados direc - ta o indirectamente por la econo- mía o la política chinas.

La China de hoy se ha convertido en una inmensa planta industrial que ha declarado múltiples guerras eco- nómicas, al mundo en general, y a los países desarrollados en particu- lar. Así nos enfrentamos, entre otras, a:

1 La guerra del “precio chino”, con la que se pretende conquistar el

LeaderSummaries©2006.Resumenautorizadode: TheComingChinaWarsporPeterNavarro,FinancialTimes Prentice Hall © 2006.

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The Coming China Wars

mercado mundial de exportación con las “armas de producción masiva”.

La nueva guerra de la piratería. Los “piratas modernos” chinos no se limitan a robar el software o las películas de Hollywood, sino que falsifican todos los productos imaginables: automóviles, maquinillas de afeitar , frigorífi- cos, medicamentos, etc.

La guerra de la contaminación y el calentamiento global. China es el país más contaminado del mundo, con 16 de las 20 ciudades con mayor nivel de polución del mundo. Su rápida industrializa- ción y la ausencia de un control gubernamental sobre la contami- nación medioambiental han hecho que las emisiones tóxicas que produce el país se extiendan mucho más allá de sus fronteras.

La guerra del petróleo. El des - arrollo de su economía ha con- vertido a China en el segundo mayor consumidor mundial de petróleo después de los Estados Unidos. El crecimiento de su demanda puede provocar que el precio del barril alcance los 100 dólares, con todos los efectos devastadores que eso supondría para la economía mundial.

Si el crecimiento económico de China sigue adelante, la combina- ción explosiva del “capitalismo sal- vaje” con un régimen totalitario y represivo se convertirá en uno de los mayores peligros para la integri- dad y la supervivencia de las socie- dades humanas tal y como las cono- cemos.

Se necesitarán reformas y solucio- nes radicales para impedir que el caos se adueñe del país y afecte gravemente al resto del mundo. Pero no será posible llevarlas a cabo si previamente no se comprenden las fuerzas económicas básicas que subyacen a esta actividad descon- trolada que amenaza con desenca- denar el mencionado caos. Conocer la complejidad de estas fuerzas debería llevar a la resolución pacífi- ca de los conflictos que China man- tiene con el mundo.

La guerra del “precio chino”

El crecimiento de la economía china desde los años 80 ha registrado una tasa anual del 10%, superando no sólo el “milagro económico japo- nés”, sino también los mejores resultados de los famosos “tigres asiáticos” (T aiwán, Corea o Singapur).

Esta tasa de hipercrecimiento se debe fundamentalmente a su orien - tación hacia el exterior y a una con- quista rápida de los mercados de exportación. La facilidad de las empresas chinas para conseguirlo tiene su explicación en el famoso “precio chino”: los fabricantes y proveedores chinos de multitud de productos y servicios pueden permi- tirse rebajar significativamente los precios frente a sus competidores extranjeros. Como resultado, el 70% de la producción mundial de los DVDs y juguetes, el 50% de las bici- cletas, las cámaras, el calzado y los teléfonos, y más del 30% de los tele- visores, microondas y maletas se desarrolla en China.

El “precio chino” es la mayor “arma de producción masiva” de que dis - ponen estas empresas y lo que les permite ganar batalla tras batalla en los mercados mundiales de bien - es y servicios. Esta arma la confor- man varios dispositivos que garanti- zan su eficacia:

Un trabajo de alta calidad realiza- do por una fuerza laboral barata, muy disciplinada, bien formada y no sindicada. El promedio del sala- rio de un trabajador chino es infe- rior a un dólar por hora. Aunque existen países donde este salario es aún más bajo (Bangladesh, Vietnam, Camboya, etc.), ninguno de ellos puede equipararse con los trabajadores chinos por su nivel de formación y disciplina. A pesar del crecimiento económico constante, los salarios chinos no suben. Esta paradoja se debe a la existencia de la mayor “reserva de desemplea- dos” en el mundo que, irónicamen - te, confirma la tesis marxista de que lo que posibilita la explotación de los trabajadores es la existencia de un significativo nivel de desem-

pleo en una sociedad, pues rebaja el precio del trabajo y permite al capitalista, además, un ahorro con - siderable en las condiciones labora- les. Cuatro elementos explican la mencionada paradoja: un creci - miento poblacional continuo; la pri- vatización masiva de la fuerza labo- ral, que ha arrojado a decenas de millones de trabajadores industria- les al mercado libre sin ninguna pro- tección; una urbanización rápida que empuja a millones de campesi- nos a las fábricas y un sistema de trabajo en condiciones de semies- clavitud gracias a que los sindicatos están prohibidos.

Una regulación mínima de las con- diciones de salud y seguridad de los trabajadores y una regulación medioambiental permisiva y no aplicable. El gobierno chino impone muy pocos requisitos legales de seguridad y respeto al medio ambiente. Por otra parte, la legisla- ción existente casi no se cumple o, simplemente, resulta ignorada. Semejante situación es contempla- da como una gran ventaja por las empresas extranjeras, que se están implantando de manera masiva en China. Dado que los trabajadores chinos no gozan de protección sani- taria ni tienen derecho a compensa- ciones por accidentes laborales, las compañías chinas y las multinacio- nales que los emplean se benefician de una importante ventaja compe - titiva respecto a las empresas de aquellos países en los que los traba- jadores sí están protegidos.

El papel catalizador de la inver- sión

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