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JAIME TORRES BODET


Enviado por   •  3 de Octubre de 2012  •  2.189 Palabras (9 Páginas)  •  3.456 Visitas

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Hijo único de Alejandro Torres Girbent, empresario teatral, y de Emilia Bodet, culta mujer de ascendencia francesa, nació en la ciudad de México el 17 de abril de 1902. De refinada educación que desde temprana edad le inculcó su madre, hizo sus estudios de bachillerato en la Escuela Nacional Preparatoria, en la que se graduó en 1917. En esa época fue cuando, debido a su afición por la literatura, se hizo de varios amigos que, como él, más adelante fueron importantes escritores. De hecho, Torres Bodet publicó su primer libro de poemas, Fervor (que contó con un prólogo de Enrique González Martínez), a los dieciséis años. También formó parte del Ateneo de la Juventud, al lado de Luis Garrido y José Gorostiza.

Tras concluir su bachillerato, ingresó a la Escuela Nacional de Jurisprudencia de la Universidad Nacional, de donde salió en 1922. Continuó sus estudios en la Facultad de Jurisprudencia y en la de Altos Estudios. Fue en estos años en los que inició su labor docente: dio cursos de literatura en la preparatoria libre, fue secretario de la Escuela Nacional Preparatoria con Ezequiel A. Chávez; asimismo fue profesor de historia del arte en la Preparatoria entre 1922 y 1923.

También ocupó varios cargos en otras dependencias: fue secretario particular del rector de la Universidad nacional, José Vasconcelos en 1921; de ahí pasó a ser director del Departamento de Bibliotecas de la Secretaría de Educación Pública entre 1922 y 1924. Desde este último puesto fundo la revista El libro y el pueblo, y además de realizar un programa para la traducción de las obras clásicas de la literatura universal, organizó bibliotecas ambulantes, instaló centros de lectura en las regiones rurales y distribuyó millones de libros a las bibliotecas del país. Para Torres Bodet, "un concepto democrático de la educación no consiste tanto en popularizar lo que no es popular por definición, cuanto tratar de poner las más altas realizaciones del alma al alcance de aquellos que por su esfuerzo sean dignos de conocerlas." Desde entonces dedicó buena parte de su vida a la obra educativa y cultural de México.

Tras concluir el gobierno de Obregón, Torres Bodet fue secretario de Bernardo Gastélum, secretario de Salubridad en 1925. También se convirtió en profesor de literatura francesa en la Escuela de Altos Estudios entre 1925 y 1929. Es también cuando se integró uno de los grupos literarios mexicanos más importantes, el de los Contemporáneos, en el que figuraron escritores de la talla de Salvador Novo, Xavier Villaurrutia, Jorge Cuesta, José Gorostiza, Bernardo Ortiz de Montellano, entre otros. Este grupo hizo contribuciones decisivas a la renovación de la literatura, la poesía, el teatro y la crítica en nuestro país, luchando contra el acendrado nacionalismo estético de otros escritores de la época. De estas fechas es su primera novela, Margarita de Niebla (1927), y un volumen de ensayos literarios titulado Contemporáneos. Notas de Crítica (1928). La revista Contemporáneos vio la luz entre 1928 y 1931.

Fue a partir de 1929 cuando inició una fructífera y prolongada carrera en el servicio diplomático mexicano: fue segundo secretario en España hasta 1931 y en la delegación en París entre 1931 y 1934; secretario en Buenos Aires en 1934, primer secretario en París en 1935-1936; director del Servicio Diplomático de la Secretaría de Relaciones Exteriores en 1936-1937; encargado de Negocios en Bruselas, Bélgica, entre 1938 y 1940; y subsecretario de Relaciones Exteriores, 1940-1943. Tras haber desempeñado el cargo de secretario de Educación Pública de 1943 a 1946 y haber sido jefe de la delegación mexicana a la fundación de la UNESCO en 1945, regresó a la secretaría de Relaciones Exteriores, como titular de la misma a fines de 1946. Su labor como canciller se desarrolló dentro de dos procesos relacionados entre sí: uno, la creación del nuevo sistema internacional de la posguerra; otro, la elaboración de un proyecto gubernamental o, si se quiere, nacional, que buscaba adecuar el proyecto emanado de la Revolución a las nuevas condiciones mundiales y nacionales. En 1948 encabezó la delegación mexicana a la Conferencia de Bogotá. Ese mismo año fue nombrado Director general de la UNESCO. Posteriormente, fue embajador en Francia de 1954 a 1958, otra vez secretario de Educación Pública de 1958 a 1964 y nuevamente embajador en Francia entre 1970 y 1971.

Durante esos años continuó su obra literaria, tanto con escritos autobiográficos como con ensayos y otros géneros.

Junto con Justo Sierra y José Vasconcelos fue uno de los secretarios de Educación que más huella dejaron en el siglo XX. En la administración del presidente Manuel Ávila Camacho, entre 1943 y 1946, Torres Bodet inició la Campaña de Alfabetización, en la que se enseñaba a leer y a escribir a los adultos analfabetos; en ese entonces el 47.8% de la población mayor de seis años era analfabeta. Consiguió que se aprobara una ley que imponía la obligación moral de enseñar a un analfabeto, a todo mexicano de entre 16 y 40 años de edad que supiese leer y escribir. “El que sabe, sabe. Y el que tiene la fortuna de saber, tiene el deber de enseñar”, difundía la radio de la época.

En 1946 fue el redactor del texto del Artículo Tercero Constitucional que suprimió la educación socialista establecida durante el gobierno de Cárdenas en 1934. La nueva orientación, aun vigente, fue nacionalista y democrática, a tono con las tendencias en boga en los organismos internacionales al término de la Segunda Guerra Mundial, especialmente en la Conferencia sobre Educación y Cultura que se reunió en Londres. Sólo el apartado VII, relativo a que “toda educación que el Estado imparta será gratuita”, fue agregado por Vicente Lombardo Toledano, líder de izquierda, como condición para aceptar la reforma constitucional.

Además, organizó la Comisión Revisora y Coordinadora de Planes Educativos, Programas de Estudio y Textos Escolares, que introdujo un enfoque globalizador a través de unidades de trabajo y nuevos planes y programas de primaria.

También acrecentó el número de Escuelas Normales y creó en 1945 el Primer Instituto de Capacitación para el Magisterio, en el que se preparaba a los profesores de primaria no titulados Paralelamente, fundó el Comité de Administración del Programa Federal de Construcciones Escolares, CAPFCE, para encargarse de la multiplicación de locales escolares en toda la República.

Inauguró los nuevos planteles de la Escuela Normal, del Conservatorio Nacional de Música y de la Normal Superior. Asimismo, puso en marcha la Biblioteca de México.

Por otra parte, comenzó la edición de la Biblioteca Enciclopédica Popular que

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