ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

POLÍTICA PUBLICA EDUCATIVA, JAIME TORRES BODET

sergio199310101Ensayo10 de Agosto de 2020

2.853 Palabras (12 Páginas)1.086 Visitas

Página 1 de 12

ESCUELA NORMAL DE ESTUDIOS SUPERIORES [pic 1][pic 2]

DEL MAGISTERIO POTOSINO


Licenciatura en Educación “Secundaria con especialidad en   Telesecundaria”  

Modalidad: mixta        Ciclo escolar: 2017-2018        Semestre: 4to

LA EDUCACIÓN EN EL DESARROLLO HISTÓRICO DE MEXICO II

RODRIGUEZ SALAZAR SERGIO

En este ensayo se hablará sobre el análisis de política pública educativa de tres importantes personajes, Jaime Torres Bodet, Agustín Yáñez y Víctor Bravo Ahuja. Tomaremos en cuenta sus acciones más destacadas, la forma y el entorno en el que se tomaron decisiones de aquel entonces para entender en qué circunstancias se encontraba nuestro país y, así determinar si fueron acertadas o no aquellas decisiones, hacer una crítica reflexiva y trasladarnos a ese tiempo y con base en lo visto, imaginar cómo se hubiese ido moldeando el desarrollo del país si se hubieran tomado las decisiones adecuadas. Parece ser que cuando se habla de política educativa en México, comúnmente se opta por describir el contenido de los programas de educación gubernamentales y por comentar su contenido. Aunque este ejercicio es válido en la medida que nos introduce al estudio de la política pública, es limitado pues a veces el ejercicio del poder podría ir más allá de lo meramente descriptivo y examinar a profundidad el desarrollo de las políticas educativas en el contexto mexicano, pues como se ha mostrado a lo largo de la historia de la vida pública, algunas decisiones han ido más allá de los educativo, nos han traído desigualdad social que por consecuencia trae descontento de los sectores afectados por algunas medidas, tales como movimientos estudiantiles, protestas, analfabetismo desmedido, abandono a las comunidades más alejadas y a los trabajadores de la educación. Uno de los hechos más relevantes de nuestra historia; La revolución mexicana, fue el resultado de una seria de exigencias sociales que no podían esperar, por la que muchos mexicanos lucharon, en cumplimiento a esas exigencias y en la búsqueda de igualdad social se redactó la constitución de 1917, que en su artículo 3ro proclamaba la educación de forma gratuita, obligatoria y laica. A partir de ello, importantes sucesos de gran impacto, tales como, la creación de la SEP, una institución especialmente enfocada a atender la educación que se le daba al pueblo mexicano. Aunque al principio era se le llamó Secretaria de Educación y Bellas Artes, estos sucesos se dieron bajo la gestión de José Vasconcelos, (en la historia de las instituciones del México independiente nunca hubo mayor entusiasmo que el que Vasconcelos supo inspirar hacia la labor educativa durante su estancia en la SEP). Hay una relación entre estos dos intelectuales mexicanos, distintos en personalidad, historia y trayectoria, sin embargo, coincidentes en una vocación común: la educación de sus compatriotas. Ambos fueron secretarios de educación durante el siglo XX y pusieron en marcha alternativas para el progreso material y espiritual de los mexicanos a través de la educación y la cultura. Se trata de José Vasconcelos, fundador y titular de la SEP, y Jaime Torres Bodet, titular de esa secretaría en dos ocasiones. José Vasconcelos, llegó a la rectoría de la Universidad Nacional de México en 1920, teniendo ya en mente un proyecto de redención espiritual para los mexicanos, que debía realizarse por medio de la educación y la cultura, a partir del cual se intentaría definir y fortalecer la identidad nacional.

Este proyecto se hizo realidad con la fundación de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en septiembre de 1921. Jaime Torres Bodet (1902-1974), fue un destacado colaborador de Vasconcelos. Nacido en Ciudad de México el 17 de abril de 1902, Jaime Torres Bodet ocupó en su 1er periodo al frente de la SEP el 23 de diciembre de 1943 al 30 de noviembre de 1946, durante la presidencia de Manuel Ávila Camacho (1º de diciembre de 1940 al 30 de noviembre de 1946), al llegar a ocupar este cargo Torres Bodet definió sus propósitos en los siguientes términos:

“Nuestra escuela habrá de ser una escuela para todos los mexicanos. Una escuela amplia y activa, en la que las labores de enseñanza no se posterguen a fines políticos indebidos y lo que se aprenda prepare a los educandos para la vida, dentro de la concordia y solidaridad nacional”. Esto nos habla de la ideología que tenía Torres Bodet y de lo que representaría tener un hombre con ese ideal al frente de esta institución. Durante su gestión al frente de esta dependencia gubernamental, inauguró y clausuró el Congreso de Unificación Magisterial del que surgió el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, como medida de lo que en aquel tiempo se le llamó la Unidad Nacional, que tenía como propósito principal, unificar todos los movimientos magisteriales que se estaban presentando. El 15 de marzo de 1944 por medio de un decreto presidencial se reconoció al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación como el único organismo representativo de todo el magisterio nacional mexicano teniendo como primer secretario general profesor Luis Chávez Orozco. Una vez unificado el magisterio en un solo sindicato, Torres Bodet se propuso: Solucionar los problemas relacionados con las finalidades, contenidos y métodos de la educación ya que los consideraba inadecuados, otra medida fue la construcción inmediata de centros escolares porque la infraestructura con la que se contaba era insuficiente además de las que ya se encontraban, mejorarlas. La capacitación constante del personal educativo (administrativos, directivos, docentes, etc.) para ofrecer un mejor servicio y mejora profesional y económica de los profesores como parte de mejorar los servicios que ofrecían los maestros y mejorar también su calidad de vida. Impulsó la campaña contra el analfabetismo ‘’Esclavitud dolorosa de la ignorancia’’. Hacia 1940, México contaba con 47.88% de analfabetos absolutos, ante ello, se ejecutó un plan que se diseñó para iniciar una Campaña de Alfabetización en agosto de 1944. 1era. etapa: de organización (agosto de 1944-febrero de 1945), 2da. etapa: de enseñanza (marzo de 1945-febrero de 1946), 3era. etapa: revisión y exposición de resultados (marzo a mayo de 1946). Continuó con las ediciones que había proyectado José Vasconcelos, divulgó no sólo a autores de clásicos universales, sino a muchos mexicanos de nuestra tradición literaria (de 1944 a 1946 se editaron más de 232 títulos, Tuídides, Esquilo, Cicerón, Quevedo, etc.). su idea visionaria lo llevó a fundar y a decretar por ley el Instituto Federal de la Capacitación del Magisterio, entendía que los maestros deben de estar constantemente actualizados y preparados, se fundó el 30 de diciembre de 1944. Se inauguró hasta marzo de 1945. Organizó cursos por correspondencia, se les enviaba a los maestros lecciones en cuadernillos, se anexaba un cuestionario que debían resolver y se les calificaba. Se complementaba su formación con cursos intensivos, dentro de los meses de vacaciones. El IFCM vino a ser “la más grande escuela normal de América”.

EL PLAN DE ONCE AÑOS

La necesidad de crear un plan que resolviera el problema educativo, principalmente a un nivel básico, Jaime Torres Bodet, dirigió a la prensa con respecto al plan que tenía la SEP para el sexenio 1958-1964, concretándose a fines de diciembre de 1958, cuando el presidente López Mateos envió la iniciativa de ley para que se constituyera.

La decisión de combatir la ignorancia con los mayores recursos obligó a destinar a la obra educativa el 18 por 100 de los recursos del presupuesto federal, por un total de 2.045 millones de pesos mexicanos. Gracias a ese esfuerzo se hizo posible crear 4.294 plazas de maestros en 1959 y construir 3.698 aulas: 2.646 en las zonas rurales y 1.052 en las urbanas. La matrícula de alumnos en las escuelas federales aumentó también de 444.083 alumnos para alcanzar el total de 2.907.682, cifra nunca superada en el país. Las posibilidades del rendimiento han sido también poderosamente incrementadas por una mejor distribución del personal y la integración de distintos grupos. Esto es mayor cobertura para poder brindar la educación a cada mexicano en cada rincón del país (que era lo que se pretendía). El impulso dado a las escuelas normales fue destacado en el documento de referencia, ya que se ampliaron, edificaron y repararon estructuras para la formación de maestros. El Plan de Once Años de Educación Primaria, los Libros de Texto Gratuito, el plan de once años le dio unidad y coherencia a su gestión. Había proyecto serio. Pero hizo muchas más cosas, modificó los programas de educación normal, creó los primeros 30 Centros de Capacitación Técnica Industrial, desarrolló dos Centros Normales Regionales: Centros Piloto Experimentales, con el sistema de Hogares Sustitutos, fortaleció las Brigadas y las Misiones Culturales, duplicó la atención a la educación primaria indígena, fortaleció el trabajo del Instituto de Capacitación del Magisterio, que él mismo había creado en su primer periodo, modificó los planes y programas de estudio, organizándolos por áreas (globalización). Torres Bodet crea una Comisión Nacional para Formular un Plan Destinado a Resolver el Problema de la Educación Primaria en el País, en 1958, esta comisión decidió medir sus propuestas no en función de la demanda virtual (total de niños de 6 a 14 años), sino de manera más realista, de la demanda probable no satisfecha. Muchos no terminan. Doloroso problema de la deserción escolar que no podía corregirse en plazo breve. Requiere combatirse varios frentes simultáneos: multiplicando los estímulos, aumentando los maestros y las aulas, haciendo la enseñanza más práctica, más fecunda, distribuyendo gratuitamente los libros de texto y los cuadernos de trabajo y mejorando el material didáctico en las instalaciones escolares. No asumió obligatoriedad como un hecho. Más bien propuso establecer un plan que en un lapso determinado pudiera asegurar la inscripción gratuita (acceso, no permanencia) a todos los que acudirán efectivamente a las aulas (no a todos, los muy pobres, los discapacitados, los muy dispersos). Como dijo Torres Bodet, el reto era inmenso. En 40 años desde que se creó la SEP se llegó a atender a 4.4 millones. ¡Y se quiere en once años llegar a 7!2 millones! Pero hubo voluntad política. Los recursos estuvieron disponibles (Hacienda formó parte de la Comisión). A la distancia histórica, pueden criticarse muchas cosas del Plan de Once Años.  Aunque dijo que lo haría, no se previó la presión de la demanda sobre la secundaria, lo que ocasionó dificultades de atención graves en los setentas y ochentas y retrasó la capacidad del país para hacer este nivel obligatorio. Tiene que ver con que el esfuerzo de planeación posterior (1968), que pretendía hacer lo mismo que hizo el Plan de Once Años con los otros niveles educativos, constituyendo también una Comisión de alto nivel, no prosperó debido al movimiento estudiantil, que lo interrumpió. No se cuidó de manera suficiente la calidad de la formación docente. Las prisas por producir los docentes necesarios prevalecieron sobre las preocupaciones de calidad. Las normales crecieron sin calidad, se arraigó una cultura de calidad insuficiente, y ahora es difícil transformarlas. Y también en educación primaria, en parte por ello, crecimos sin calidad, y eso no lo hemos superado. Pero el juicio es histórico. En el momento, se tomaron las mejores decisiones con los elementos de que se disponía.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (19 Kb) pdf (142 Kb) docx (103 Kb)
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com