LA EDUCACION ENTRE LOS AZTECAS

INTRODUCCIÓN

Con el pasar del tiempo, la historia nos ha demostrado que la educación es el pilar más importante en el desarrollo de una civilización o sociedad, pues de ella depende que estas últimas tengan éxito o estén destinadas al fracaso, la grandeza de un país se debe mucho a su sistema educativo.

El texto nos muestra la educación de los aztecas, una civilización que tenía un modelo educativo que pretendía o tenía como fin formar la personalidad del individuo. Si bien les enseñaban un oficio, también se les infundían el amor por él. En toda actividad se les inculcaba un gran sentido de la familia y del grupo humano.

La característica fundamental en la educación de los aztecas fue que era activa e integral.

DESARROLLO DEL TEMA

La enseñanza de los niños aztecas se fundaba en la frugalidad y la dedicación. Comenzaba en el hogar y se prolongaba hasta los doce años. La educación del varón estaba confiada al padre, y la de la niña a su madre. En estos primeros años, la enseñanza se limitaba a buenos consejos y a labores domésticas menores. El niño aprendía a llevar agua y leña, acompañaba a su padre al mercado y recogía los granos de maíz que hubieran caído al suelo. Por su parte, la niña observaba cómo su madre hilaba y cuando tenía seis años era enseñada a manejar el huso. A partir de los siete años y hasta cumplir los catorce, los varones aprendían a pescar y a conducir la canoa, mientras las niñas hilaban el algodón, barrían la casa, molían el maíz con el metate y trabajaban en el telar.

Se habla de que el maestro o sabio, tenía el nombre de Temachtiani, el cual era en encargado de formar más sabios e iluminar los rostros ajenos; el Temachtiani debía tener al menos cinco atributos: hacer tomar a los otros un rostro, hacerlos sabios, que se transformen en cuerdos y cuidadosos, humanizar y hacer fuertes los corazones.

Una segunda etapa en el proceso de educación se abría con la entrada del niño a los centros educativos. La educación especializada más importante se llevaba a cabo en el Tepochcalli o en el Calmecac si iban a dedicarse a las ciencias.

El Calmecac era un internado para los hijos de los nobles, estos ingresaban a un sistema escolarizado, estas escuelas eran vinculadas con el sacerdocio, en sus aulas se transmitían los cantares divinos, la ciencia de interpretar los códices, los conocimientos calendáricos la historia, tradiciones y la memorización de los textos. Los hijos de los nobles y de los sacerdotes ingresaban en este colegio a los diez o doce años de edad, donde recibían la educación bajo una disciplina muy severa. En algunos casos podían asistir niños y jóvenes del pueblo con la condición de que estuvieran muy bien dotados intelectualmente. En estas instalaciones vivían asimismo los sacerdotes encargados de enseñar a los jóvenes. En cada centro se colocaba la imagen de Quetzalcóatl, el dios de la sabiduría y del sacerdocio.

El Tepochcalli, era para la clase media, los vástagos de los plebeyos, conocidos genéricamente como macehualtzin, las habilidades que aquí se desarrollaban eran: canto divino, cuenta de los días, como cazar y hacer cautivos de guerra, usar macana, escudo, dardo y flecha, en general apegados mas a la guerra.

Una diferencia que se puede citar es que en el Calmécac se ponía más empeño en la enseñanza de tipo intelectual, mientras en el Tepochcalli se preocupaban por el desarrollo de las habilidades del joven para la guerra y la caza.

La capacidad de penitencias y autosacrificios, era utilizada para demostrar la mayor capacidad y reciedumbre de los jóvenes educados en las escuelas para nobles, cumplía también una función fuera del ámbito escolar.

Las prácticas judiciales tenían también, un fuerte factor educativo,

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