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LA GUERRA DE LIBERACIÓN: LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA

pepitomadrid93Trabajo21 de Marzo de 2019

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1. ANTECEDENTES

El momento histórico en el que se enmarca el trabajo es el desmantelamiento del Antiguo Régimen, es decir, el paso de la edad moderna a la contemporánea y cuyo hito hemos situado en la Revolución francesa de 1789, pero será un proceso de transformaciones en todos los ámbitos.

- En lo político supone el fin de la monarquía absoluta (en su última fase de Despotismo Ilustrado) para dar paso a la monarquía parlamentaria y constitucional, con el reconocimiento de los derechos individuales bajo el lema "libertad, igualdad y propiedad" propio de la burguesía.

- En lo económico supone el triunfo de la "revolución industrial" con el fin de un sistema de producción basado en una agricultura de subsistencia y mercantilista en un mercado reglamentado para dar paso al predominio del capitalismo basado en la libre concurrencia en el mercado que se rige por la ley de la oferta y la demanda.

- En lo social supondrá el fin de la "sociedad estamental" con la desaparición de los grupos sociales cerrados basados en el linaje, privilegiados con sus propias leyes y beneficios, para proclamar la teórica igualdad sólo rota por el dinero (sociedad de clases).

Este proceso tendrá diferentes fases, con retrocesos como la restauración absolutista nacida del Congreso de Viena tras la derrota de Napoleón, pero que inevitablemente llega a imponerse pues la semilla de la revolución ya ha sido sembrada.

1.2. LAS CAUSAS DEL CONFLICTO

Para nuestro contexto histórico, la Revolución francesa de 1789 coincide con el inicio del reinado de Carlos IV que sucede a su padre y que inicialmente mantiene a los ministros ilustrados dispuestos a continuar con el programa de reformas, pero pronto el miedo a la extensión de los ideales revolucionarios hace que Floridablanca establezca un "cordón sanitario" que intenta aislar dicha influencia mediante el cierre de fronteras, la confiscación de productos franceses sospechosos y el incremento de la represión mediante la Inquisición.

Pronto es sustituido por Manuel Godoy, personal de la confianza de los reyes y de cuya fidelidad no se duda. Su política interior se ve condicionada por la política exterior. Inicialmente se sitúa frente a la Revolución francesa, se suspenden los Pactos de Familia y se participa en la primera Guerra de Coalición cuyos resultados, tras unos éxitos iniciales, son adversos con la ocupación francesa del norte peninsular. Ello le lleva a firmar la Paz de Basilea con la retirada francesa de los territorios ocupados en Cataluña, País Vasco y Navarra a cambio de la isla de Santo Domingo.

De la hostilidad hacia Francia, se pasa a la alianza, en particular desde el ascenso de Napoleón con los Pactos de Aranjuez y San Idelfonso se declara la guerra a Inglaterra y su aliado Portugal (Guerra de las Naranjas), cuyos resultados no son favorables, pues la derrota naval de la flota franco-española ante la británica dirigida por el almirante Nelson en la batalla del Cabo de Trafalgar (Cádiz) en 1805 desmantela la Armada española y con ello la defensa de las colonias americanas.

Otro momento crucial es consecuencia del Tratado de Fontainebleau (1807), cuando, ante la negativa portuguesa a mantener el bloqueo continental establecido por Napoleón para los barcos británicos, se acuerda su ocupación y reparto para lo cual un ejército francés debe desplegarse por la Península.

En medio de esta situación política exterior, en el interior la situación es caótica, a la crisis económica fruto del alza de precios, la dificultad del tráfico colonial, las pérdidas comerciales por el bloqueo y la bancarrota de Hacienda debido al descontrol en el gasto, por las continuas guerras que no puede ser frenado ni por las desamortizaciones ni la emisión de vales reales (la deuda en 1808 es de 7.200 millones de reales , diez veces el presupuesto anual).

Se une también una crisis demográfica con la caída de la natalidad y el aumento de la mortalidad (catastrófica al hacer mayor mella en los organismos debilitados por la mala alimentación de epidemias, como la de "fiebre amarilla" que afecta al Sur peninsular).

Todo ello se traduce en una crisis política generalizándose la oposición a Godoy: la nobleza palaciega desplazada, el clero opuesto a las desamortizaciones, más el pueblo llano ante el deterioro de sus condiciones de vida. Ello da pie al surgimiento de una camarilla palaciega alrededor del príncipe heredero que intriga (Conspiración de El Escorial) hasta desembocar en el Motín de Aranjuez, pues se habían desplazado los reyes (Carlos IV y María Luisa) ante el temor que la presencia francesa se convirtiera en una verdadera ocupación, junto con Godoy que preveía continuar camino hacia el sur para trasladar a los reyes a América. El pueblo asalta el palacio de Godoy, que es depuesto, produciéndose la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII "El Deseado".

Todos estos acontecimientos hacen que Napoleón pase a la ocupación efectiva de la Península, atrae a Bayona tanto al padre como al hijo sucediéndose los "Sucesos de Bayona" con las abdicaciones de cambos a cambio de rentas y propiedad, procediendo el emperador al nombramiento de su hermano José como rey de España, que es atacado por las altas jerarquías.

2. DESAROLLO

2.1. LA GUERRA DE LIBERACIÓN: LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA

2.1.1. El estallido del conflicto

La presencia de tropas francesas había pasado entre la curiosidad y la indiferencia de la población. Sin embargo, la marcha de uno de los últimos miembros de la familia real desencadena el "levantamiento del 2 de mayo" en Madrid. La partida del infante degenera en un altercado ante las puertas de palacio a lo que el general Murat responde disparando contra la población. A partir de aquí, se generalizan las luchas callejeras, tal como describe magistralmente Goya. El ejército y las autoridades españolas permanecen al margen. sólo los capitales Daoíz y Velarde, se sublevan en el Parque de Artillería, pero la superioridad francesa es aplastante (más de 30.000 soldados convergen sobre Madrid). Al anochecer la resistencia ha terminado y Murat dicta un bando donde se reconoce como máxima autoridad peninsular e inicia la represión (más de un centenar de prisioneros son fusilados en la tapia del cuartel de la Montaña del Príncipe Pío y en El Pardo).

La guerra de liberación nacional ha comenzado. La misma tarde del 2 de mayo, el alcalde de Móstoles, Andrés Torrejón, dicta un bando llamando a las armas contra los franceses. En lo que resta de mes, un tras otra, ciudades y pueblos se suman a la sublevación. Mientras, el Consejo de Castilla y la Junta de Gobierno acatan las órdenes francesas y le dan la bienvenida al nuevo rey. Similar situación se da en casi todos los altos funcionarios, jerarquía eclesiástica y mandos del ejército.

2.1.2. La organización de la resistencia

Ante el vacío del poder real, pues si las abdicaciones desde el punto de vista legal son irreprochables, los españoles lo ven como una imposición. Así de forma inconsciente reclaman la soberanía nacional para dotarse de sus propios órganos de gobierno, rompiendo con el Antiguo Régimen. Las autoridades locales asumen el poder y nombran comités para organizar la resistencia: armar a los ciudadanos y reclutar unidades. Nacen las Juntas Locales que se agrupan en las Juntas Provinciales que gobiernan en nombre de Fernando VII. Al final del verano, se organiza la Junta Suprema central que reorganiza el mando militar, los fondos y suministros, la conexión con el mando portugués y británico...

2.1.3. Ejército regular, sitios y guerrilla

La relación de fuerzas es desproporcionada. El invencible ejército francés se enfrenta a un ejército regular español formado por unos 10.000 efectivos en clara inferioridad de condiciones, pero con una elevada moral y capacidad de lucha. Pero la efectividad del ejército francés no es tan elevada como en otros conflictos a pesar de llegar a contar con unos 300.000 efectivos tras la llegada de Napoleón y su Grand Armée. Una serie de errores, como pensar poder avituallar a su ejército sobre el terreno, como l ano previsión de la resistencia popular, cuyo máximo exponente lo tenemos en los sitios, en Girona o Zaragoza que detiene el avance francés, y el desarrollo de una nueva táctica de guerra: la guerrilla, grupos organizados en pequeñas partidas dirigidas por un cabecilla que practica el sabotaje aprovechando el mejor conocimiento del terreno y la complicidad de la población que debe sufrir la represión mediante los escarmientos. Nacidas espontáneamente, llegan a encuadrarse en el ejército regular. Nombres de guerreros han pasado a la historia, como los de Espoz y Mina.

2.1.4. Fases de la Guerra

Se pueden reconocer cuatro etapas:

- Primera fase: ocupa los primeros meses de la guerra, cuando el ejército francés pretende la ocupación del territorio mediante el sometimiento de las ciudades. Aquí se inicia el primer sitio de Zaragoza dirigido por el general Palafox. Sin embargo, se produce un vuelco en la guerra cuando el 19 de julio de 1808, las tropas del general Dupont son vencidas en la Batalla de Bailén. Era la primera vez que el ejército napoleónico es derrotado en cambio abierto, suponiendo la retirada del recién llegado José I de Madrid y el levantamiento del sitio en Zaragoza. Además el futuro duque de Wellington vence a las tropas de Junot frente a Lisboa. Sin embargo, la desorganización del ejército

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