La Casa Del Obrero Mundial.

La Casa del obrero mundial. A más de 100 años de su creación, fue un cáliz de verdadera esperanza para la clase obrera de nuestro país. Un símbolo inequívoco de la lucha de los olvidados trabajadores por una vida más plena, llevadera y justa. Es difícil describir este monumento al vigor estoico de los obreros nacionales, sin hacer una mención eficaz de los antecedentes que desembocaron en su creación así como de los motivos que esta acarreo posteriores a su puesta en pie. Es así que dicha casa se erige con un sentido primordialmente de anarquismo político hacia un periodo de tiempo de tanto esplendor para nuestro país pero que también dejo cicatrices muy marcadas en diversos sectores muy desprotegidos de esta república, ese periodo se denomina Porfiriato.

Es entonces que esta casa surge del sentido anárquico en un ambiente eminentemente político, todo esto gracias a la creciente popularidad que se les había otorgado a los entonces precursores del sentimiento anárquico los hermanos Flores Magón, por la lucha en contra del periodo anteriormente mencionado, claro está, que el Porfiriato no es el único antecedente, pero si el más inmediato, por ejemplo, cabe destacar que era un 16 de septiembre de 1872 que se crea el primer círculo obrero mexicano y que pasados dos años de su creación, se expide el primer reglamento de trabajo, dedicado principalmente a las conquistas laborales que aunque muy pocas se erigían como una victoria para un determinado gremio o grupo de trabajadores, dicho circulo desapareció en 1880 debido a la inobservancia que se le dio y dando paso a otro tipo de asociaciones. Sucesos como estos daban pauta a la creciente necesidad que expresaban los trabajadores a favor de la protección de sus derechos laborales. Ahora bien, un hecho que causo el despertar de la integración política de los trabajadores, fue, la entrevista otorgada al reportero canadiense pero residido en Estados Unidos James Creelman por parte del aun presidente Don Porfirio Díaz cuando corrían los meses de 1908, en la cual daba pie a la pluralidad política traducida en el término de su mandato político. Cosa que claro no sucedió, pero había echado las raíces que pronto germinarían pues seria para el año de 1910, más específicamente el día 20 de noviembre, en la que el célebre Francisco i. Madero, llamo a las armas a los mexicanos para derrocar al dictador, en ese momento obreros, peones, mineros, campesinos y demás que conformaban el sistema laboral del país se unieron a dicha lucha con el firme e irremediable propósito de pelear por mejores condiciones para ellos y sus familias. La historia que comenzó Madero seguiría en pie, pero el no, muriendo junto con Pino Suarez el 22 de febrero de 1913 a un costado de la Penitenciaria de Lecumberri.

Esta lucha, abrió el paso a incipientes pero resistentes agrupaciones de trabajadores que al paso del tiempo se levantarían como referentes en la lucha social de sus integrantes. Es entonces donde encontramos el antecedente más relevante de nuestro tema de estudio, existían dos partidos de uno de ellos el Partido Socialista el cual agrupaba entre sus filas a librepensadores de la época y el otro era el Partido Popular Obrero el cual contenía gente de filiación maderista, tomando el primero como el precursor de la casa del obrero mundial. Siendo la fecha exacta el 23 de junio de 1912, en una conferencia pactada por el Partido Socialista surgirían diferencias marcadas entre los asistentes hecho tal que creo la división en grupos y uno de ellos fue el creado por los de corte idealista-anarquista. Esta necesidad imperiosa de reunirse a intercambiar sus ideas y propósitos los llevo el 30 de junio del año en curso a reunirse en la casa de una vecindad ubicada en la avenida de la Paz 57 en el interior 8 (hoy la calle de Jesús Carranza), a tal grupo se le denomino Grupo Anarquista Luz. Pero esto aquí no terminaría, el propósito primordial era ofrecer a niños, adultos y ancianos una educación de corte socialista idea referida de un personaje importante para este movimiento y del cual hablaremos más adelante el señor Juan Francisco Moncaleano. Para este apartado y gracias a la donación de 300 pesos por parte de la Unión de Canteros, se hace posible tomar en renta la casa de número 105 de la calle de Matamoros, esto fechado el día 24 de agosto de 1912. El dueño de dicha casa les cobro 50 pesos por la renta y otros 50 pesos tomados como depósito y los restantes 200 pesos fueron dados a un carpintero con el encargo de comprar madera y acondicionar dicho lugar.

El suceso detonante, fue el día 1 de septiembre del año en curso, se realizó un mitin en el teatro principal, en el cual el Partido Popular Obrero para dar a conocer un proyecto de ley sobre accidentes del Trabajo, el cual fue encomendado por el titular del Secretario de Gobernación el Lic. Jesús Flores Magón. Como mencione antes, asistente de gran importancia fue el colombiano Juan Francisco Moncaleano el cual a su puro estilo puso en entredicho tal escrito y procuro hacer en todo momento referencia a la apertura de un apartado acerca de los derechos de los trabajadores, tal cosa no cayó bien en los políticos de la época y después de ser expulsado de la reunión fue sacado a la fuerza del país, con apenas 3 meses de residencia en el mismo. Ante tal suceso parecía ser que la educación de corte socialista podía esperar y lo que se volvió menester fue la creación de un lugar donde se diera protección a los derechos de los perseguidos y que mejor lugar que el ubicado en Matamoros 105, así es que el día 22 de septiembre siendo un domingo el día indicado, solamente denominada la Casa del Obrero, con la intención predominante de convertirse en un centro de divulgación doctrinaria de ideas avanzadas. Esta casa desde sus inicios recibía a cualquiera que necesitara de un refugio para sus ideas o estuviera en la línea metódica de sus ideales, aquí se mezclaban entre sí la combatividad de los trabajadores y a la vez la tolerancia tan marcada del maderismo y dada la libertad que hubo durante el mandato del ya tan mencionado líder revolucionario Francisco I. Madero y que desafortunadamente a la postre ese sería su némesis pero pasando al tema necesario de deducir, dadas las libertades a las cuales nos referimos y para mantenerse en forma de pequeñas cooperaciones, esta casa emitió varias publicaciones entre las que se destacan: “Que es la propiedad”, ”Solución del problema Social”, “Confesiones de un Revolucionario”, entre otras que son dignas de destacarse. Y pasando a un punto medular de este escrito, el aspecto físico de la casa por esos tiempos, se reducía a una biblioteca con una mesa de centro y algunos folletos emitidos por la misma casa envuelta en un rojo que representaba el socialismo y a la vez la profunda resistencia anárquica en la que se basa la

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