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La Cultura Quechu

violettt10 de Julio de 2014

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2. HÁBITAT Y RECURSOS NATURALES

En los Andes encontramos una cantidad considerable de nichos ecológicos diferenciados sobre los 2000 metros sobre el nivel del mar. Encontramos, a veces a muy corta distancia una de otra, tres zonas bien diferenciadas: el altiplano (dentro de él los subsistemas llamados puna, más alto y frio, y suni, más templado), los valles templados y los yungas.

Se llama altiplano a la planicie (entre 3750 y 5200 m.s.n.m.) que se ubica entre las dos cordilleras andinas. Normalmente encontramos un paisaje abierto, pero con un poco de suerte, es posible hallar restos de bosques ralos y abiertos de especies nativas que, formaron parte importante del paisaje original de estas tierras. Suele ser más húmedo al norte y árido al sur. Las temperaturas medias anuales son inferiores a los 10º C, las heladas sobrepasan los 100 días al año y pueden ocurrir en cualquier mes. El balance hídrico es por lo general negativo: los cielos despejados la mayor parte del año y la altura, originan una alta evaporación. Las heladas y la amplia variabilidad térmica diaria, determinan una limitación de la variedad de productos agrícolas y, por lo general, una baja productividad.

En los valles templados encontramos temperaturas medias anuales entre 2 y 18º y corresponden a altitudes entre los 1200 y 3600 m.s.n.m. Las variaciones térmicas entre estaciones son mínimas y las heladas escasas y poco intensas. A medida que

descendemos del altiplano a los valles, la actividad agrícola suele tener una mayor importancia respecto de la ganadería aunque en los valles las cabras y las ovejas ejercen una fuerte presión sobre la tierra y pueden tener problemas de subsistencia particularmente al final de la época seca, se observa una débil proporción de materia orgánica y un agotamiento progresivo de las tierras.

Los yungas se encuentran entre los 800 y 2000 m.s.n.m. las temperaturas son siempre superiores a 17º, no hay heladas ni grandes variaciones térmicas. Las pendientes y la elevada pluviosidad originan suelos lavados con la consecuente pérdida de fertilidad. La intensidad de las precipitaciones y la exuberante vegetación dificultan la actividad agrícola.

En todo el conjunto se observa que la introducción del ganado y las prácticas agronómicas introducidas, han producido en el transcurso de unos cuantos años, un rápido deterioro del medio ambiente que limita aún más su ya de por sí escasa productividad.

3. DEMOGRAFÍA

|País |Población Quechua Hablante |

|Argentina |6,739 |

|Bolivia |2’283,465 |

|Chile |6,175 |

|Ecuador |451,783 |

|Perú

|3’360,331 |

3. DESARROLLO SOCIO-CULTURAL

1. GRUPO LINGÜÍSTICO: QUECHUA

El quechua, aunque deriva del aymará, es una lengua más evolucionada, porque durante el imperio Inca se fueron incorporando a ella nuevos términos y variaciones fonéticas (arawacas y otras). La lengua de los incas afianzó aún más su presencia en el Altiplano durante el periodo de la colonización española, ya que los españoles la utilizaron para sus relaciones con los habitantes andinos, sin diferenciarlos de su origen y por tanto, sin tener en cuenta las diferentes lenguas de estos pueblos. Es el idioma indio que más se habla en el continente americano, es una lengua llena de riqueza y muy imaginativa, con palabras que describen sensaciones muy complejas, observaciones de acontecimientos, etc. Garcilarso de la Vega "el inca" (hijo de un inca y de un capitán español) animó a los españoles a que aprendieran el quechua, los indios que hablan este idioma -dijo-poseen un intelecto mucho más claro y apto para la comprensión, y el idioma posee un mayor alcance y una mayor variedad de formas de expresión. Aunque los incas instalaban escuelas en los territorios que conquistaban, su enseñanza no utilizaba más textos que las cuerdas de nudos, llamadas quipu, que servían para anotar cifras y les permitían realizar una interminable serie de operaciones aritméticas.

2. COSMOLOGÍA

Los seres humanos viven en "este mundo" (kay pacha) y están permanentemente expuestos a las fuerzas de dos mundos en parte contra puestos, en parte complementarios. Estos son el janaq pacha (mundo de arriba/lejano) y el ukhu pacha (mundo de abajo/adentro). Ambos mundos están llenos de seres vivos y poderosos que influyen sobre todos nosotros, exigiendo nuestra colaboración y, a cambio, brindándonos sus bienes y poderes; o - caso de no tenerlos en cuenta- enviándonos sus amenazas para que cumplamos con ellos. La idea central es que se debe mantener una situación de equilibrio y reciprocidad con todos ellos y, a la vez, garantizar este equilibrio entre los dos mundos. Por otra parte cada uno de ellos tiene su propia especifidad: el de arriba está más ligado al orden establecido; el de abajo, menos previsible, tiene que ver más con el poder generador de nueva vida.

Todos los habitantes del mundo de abajo tienen como característica común su fuerza y su hambre, con lo que se originan grandes bienes y grandes catástrofes, la fortuna y la miseria de los hombres.

De ahí que atenderlos bien, darles de comer con ofrendas generosas y tratarlos con deferencia sea importante para la conservación de la salud o para la fortuna en la producción. No se pierde del todo una connotación ética en la manera en que debemos relacionarnos con esos seres: si no cumplimos nuestras obligaciones básicas con los demás, es más probable que lleguen calamidades. Pero lo más central es que les atendamos en su hambre para que así, agradecidos, usen su poder de manera beneficiosa para nosotros. El celebrante ordinario para esta relación con el mundo de abajo es el yatiri, en especial el que se llama ch'amakani "el dueño de la oscuridad".

Durante la ch'alla (libación), cuando invitan a tomar a todas las divinidades, y mientras van derramando gota a gota el trago por el suelo, los pueblos quechuas recorren nombre por nombre todos los lugares de su territorio y los insertan en un espacio más vasto y lleno de fuerzas, mediante la recitación casi interminable de cada lugar, cada recoveco donde se reconoce un poder especial. No es una simple enumeración del espacio, sino que van llamando a estos lugares para que desempeñen cada uno su función propia.

Entre los seres del mundo de abajo ocupan también un lugar muy importante los muertos, los achachila o machula (abuelos o antepasados) son los protectores de al comunidad y de la región y algunos de ellos tienen poderes especiales sobre las nubes, los vientos, la luvia, la helada o el granizo, fenómenos vinculados a la agricultura y se asocian a determinados cerros del contorno cercano o lejano; las awicha (abuelas(, en cambio, están más asociadas a las cuevas y quebradas y con las enfermedades, aunque el espíritu protector de cada hogar recibe también este nombre.

La pachamama es una de las divinidades andinas más citadas, incluso fuera del campo, pero también una de las más difíciles de definir. Su nombre suele traducirse como "Madre Tierra" pero en realidad su personalidad es mucho más compleja, se la asocia siempre con la fertilidad agrícola.

Desde esta perspectiva tiene relación con los otros espíritus multiplicadores de los animales (illa) y de las plantas (ispalla) e incluso del mineral (mama). También se la considera un espíritu tutelar y se dice que cada comunidad, cada sayaña y hasta cada chacra y cada casa concreta tiene su pachamama protectora; pero al mismo tiempo la Pachamama es también universal y está en cualquier parte. Por todo lo dicho hasta aquí se comprende que muchos consideren que ella es el principal espíritu de este mundo.

Entre las muchas expresiones religiosas y cosmológicas dentro de la vida cotidiana del hombre andino sobresale la fiesta. Por su número, por la riqueza de sus significados simbólicos, por su poder de convocatoria y por el climax que puede generar, la fiesta es un momento fundamental en la vida de los individuos y de las comunidades. A lo largo del ciclo vital y del ciclo anual las fiestas, por definición eventos sociales, van marcando y dando sentido a los acontecimientos más importantes en la vida del individuo y la familia y a las rutinas de la vida comunal. Las celebraciones directamente dirigidas al mundo de arriba se ajustan más al orden anual del calendario y a momentos previsibles del ciclo agrícola; son más públicas y sociales pero son también las que más subrayan la subordinación a la clase dominante. Las directamente dirigidas al mundo de abajo, aunque ligadas también a veces al calendario (por ejemplo, los martes, el Carnaval o principios de agosto), dependen más de eventos extraordinarios imprevisibles, como una enfermedad, una sequía, un rayo

o los accidentes en una construcción o una mina; son celebraciones más intimas, a veces casi clandestinas, aunque pueden alcanzar también el nivel comunal.

La abundancia de comida y, sobretodo de bebida juega un papel importante en estas celebraciones. Subraya ante todo el carácter a la vez social y ritual de la celebración festiva, que parte de invitaciones e intercambios de generosidad en un contexto global de reciprocidad. Pero además la fiesta es una celebración que pone en actividad todos los resortes sensoriales: comida y bebida hasta la plenitud de la embriaguez, coca y cigarro, música y canto, danza y disfraces, velas, incienso y olor a humo, el sentido de multitud, el estruendo de cohetillos y dinamitazos... todo contribuye a acrecentar el ambiente de

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