La Guerra Con Chile
AndreaGrey9917 de Agosto de 2014
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Introducción
La guerra del Pacifico se produjo en el Desierto de Atacama, entre los años 1879 y 1883. En esta guerra participaron los países de Perú, Bolivia y Chile.
Machismos años de paz aun no logran borrar definitivamente las cicatrices de esta guerra. El Clarín de guerra sonó en los pueblos, ciudades y caseríos de tres Patrias- Chile, Perú y Bolivia- Llamando a sus hijos a reconocer cuartel. Miles de campesinos, mineros y ciudadanos se transformaron en soldados para escribir con su sangre derramada, gloriosas paginas de historia.
Fue una sangrienta lucha en que por mas de 4 años se puso a prueba la fuerza de los pueblos y el valor, la nobleza e hidalguía de soldados y marinos- especialmente de Chilenos y Peruanos, que se fundieron con el mismo ímpetu para lograr el triunfo.
Hombres de destacada participación por su valentía mostrada en los tiempos difíciles fueron Francisco Bolognesi, Andrés Cáceres, Miguel Grau, Arturo Prat... y muchos más. Estas personas fueron admiradas por su patriotismo y decisión, fueron un homenaje a la paz y hermandad entre los pueblos, que buscan en la colaboración y la armonía las armas del progreso y de un común bienestar. Tantos años nos separan cada día más de estos gestos heroicos y los pueblos que heredaron sus glorias.
Las Causas De La Guerra Del Pacifico
a) Defectuosa delimitación fronteriza, entre las repúblicas de Chile y Bolivia.
b) Difícil situación económica de las repúblicas de Bolivia y Perú.
c) Explotación de riquezas por capitales Chilenos, en la zona cuyos limites no estaban bien precisados.
d) Incumplimiento, por parte de Bolivia del tratado chileno-boliviano de 1874.
e) Aspiraciones hegemonías de Perú en la región del pacifico sur.
f) Confiscación de los bienes de las compañías mineras chilenas y remates de las salitreras ordenado por el presidente de Bolivia general Hilarion Daza.
EL CONBATE NAVAL DE IQUIQUE
Un gran espíritu de patriotismo había Chile. Con entusiasmo y valentía, miles de jóvenes se dispusieron a defender los intereses de la patria: "Vencedores nosotros en el mar, el campo de batalla será el Perú", estas fueron las palabras del presidente Pinto... y así sucedió.
La escuadra chilena que se componía de los barcos blindados Cochrane y Blanco más unos cuantos buques de madera, viejos y lentos, entre los cuales estaban La Esmeralda y La Cobardona y estaban muy debilitados en comparación al enemigo.
Perú tenía un mejor ejército humano que Chile (en cuanto a número), contaba con cuatro barcos blindados que conformaban una armada muy poderosa y tenían un histórico predominio sobre Chile, ya que Perú heredó el virreinato.
El 21 de mayo de 1879, la Esmeralda y La Covadonga estaban frente al puerto peruano de Iquique. Cuando Arturo Prat, al mando de La Esmeralda, vio que se iban a tener que enfrentar a dos poderosos barcos peruanos. En la madrugada de ese día, en medio de una espesa niebla, el vigilante alcanzó a ver dos grandes embarcaciones que se acercaban: eran El Huáscar y La Independencia.
La Esmeralda recibió los bombardeos del Huáscar, ya que estaba imposibilitada de moverse por tener malas sus calderas. Cuando ya no quedaba nada más que hacer, Arturo Prat, junto al sargento Aldea y un marinero anónimo saltaron al encuentro del buque enemigo. En su valiente tarea le siguieron el teniente Serrano y varios tripulantes que entregaron su vida por el honor de la patria. Al poco rato, la embarcación Esmeralda se hundió. Eran las 12:10 cuando los botes del Huáscar recogían a los 50 sobrevivientes.
Mientras tanto, Condell, al mando de La Covadonga, se escapaba de la persecución de La Independencia cuando, a la altura de Punta Gruesa, el barco peruano se estrelló contra una roca que la dejó con la parte inferior hecha pedazos. La doble batalla de Iquique terminó dejando a La Independencia, que era una barco clave de la armada peruana, fuera de la batalla. Y el deseo de los chilenos era ganar o morir.
A los pocos meses, la trampa hecha para capturar al Huáscar tuvo éxito: en Punta Angamos se estrelló contra una barrera y tras un desesperado combate en el que murió el almirante peruano Miguel Grau, el barco tuvo que rendirse. De este modo, la ruta hacia el Perú quedaba despejada.
"¡Muchachos: la contienda es desigual! Nunca nuestra bandera se ha arriado ante el enemigo, espero pues que no sea ésta la ocasión de hacerlo. Mientras yo esté vivo, esa bandera
flameará en su lugar, y os aseguro que si muero, mis oficiales sabrán cumplir con su deber.
Era el 21 de mayo de 1879, cuando el capitán don Arturo Prat, al mando de la "Esmeralda" y luego de pronunciar esas valientes palabras, dirigiría la batalla hasta dejar su vida en el mar, pero a Chile con la frente en alto: comenzaba la Guerra del Pacífico.
EL COMBATE DE ANGAMOS; LA CAPTURA DEL HUASCAR (8 DE OCTUBRE)
Luego de muchas incursiones en la costa chilena, provocando preocupación en el alto mando naval, el Huáscar comenzó a ser perseguido sin cesar, con infructuosos resultados. Finalmente el "Cochrane " a la altura de Angamos salió al paso del Huáscar y obligó a aceptar el combate. El primer disparo del Cochrane, a una distancia de 2.200 metros, perforó al Huáscar a un pie de la línea de flotación y además causó numerosas víctimas. Otro disparo corto un elemento importante de la rueda de combate, dejándola casi sin gobierno, y un nuevo disparo perforó la torre de mando y estalló dentro de ella, destrozando gran parte del barco y dándole muerte al Almirante Grau. Luego llegó el Blanco al campo de batalla, de esta manera comenzaba de nuevo la persecución, hasta que el Huáscar arrió su bandera en signo del triunfo del contrario, esto sucedió a las 10:55 después de dos horas de desigualdad y glorioso combate. El perú de esta manera perdía el mejor de sus buques, y también sufría la pérdida de uno de sus más valiosos, valerosos e inteligentes marinos; Miguel Grau Seminario. Quedaban abiertas las costas peruanas a la invasión.
Armada de Chile
Marina de Guerra del Perú
Blindados Cochrane (1874)
(Desp. 3560 t, blindaje 230 mm, Armamento principal 6 x 228 mm, Andar 12 Kn)
Blanco Encalada (1875)
(Desp. 3560 t, blindaje 230 mm, Armamento principal 6 x 228 mm, Andar 9 Kn4 )
Huáscar (1866)
(Desp. 1745 t, blindaje 114.3 mm, Armamento principal 2 x 254 mm, Andar 12 Kn)
Corbeta Unión (1865)
(Desp. 2016 t, Armamento principal 12 x 162 mm, Andar 13 Kn)
Transporte Loa (1873)
(Desp. 1010 t, Armamento principal 2 x 152.4 mm, Andar 12 Kn)
Goleta Covadonga (1859)
(Desp. 630 t, Armamento principal 2 x 70 lb, Andar 7 Kn)
BATALLA DE TARAPACA
El 22 de noviembre el "ejército del sur" llegó a Tarapacá. Su situación se vio más comprometida cuando se conoció la noticia de que la guarnición de Iquique había abandonado el puerto.
Tarapacá conjuga el nombre de la significativa victoria peruana en la compaña del sur y la derrota en la guerra en su totalidad. Provincia ambicionada por el enemigo, el país debió entregarla años más tarde como condición impuesta por el enemigo para firmar la paz.
El 27 de noviembre los peruanos acantonados en Tarapacá tomaron conocimiento, gracias a un humilde arriero, de que tropas chilenas se acercaban. Belisario Suárez, jefe de Estado Mayor, tomó la iniciativa: atacó y derrotó, cuando todo hacía prever lo contrario, al muy bien apertrechado, aunque inferior en número, ejército enemigo.
Sin embargo, a pesar de la victoria se tuvo que abandonar aquel teritoria, pues se conocía la aproximación de las tropas enemigas desembarcadas en Iquique y de otros refuerzos que se sumarían a las derrotadas tropas chilenas. Por otro lado, la ausencia de caballería peruana hizo posible que los vencidos se reconstruyan con facilidad.
Así, en retiro de los peruanos se emprendió en precarias condiciones y, al ingresar a Arica, donde se ignoraba el heroísmo de esos hombres en Tarapacá, el contralmirante Montero procedió a enjuiciar al general Buendía y al coronel Suárez, que fueron hechos prisioneros.
Las bajas en ambos lados fueron enormes. Los chilenos contabilizaron 516 muertos y 179 heridos, más que en las batallas de Pisagua, Germania y Dolores juntas. Los peruanos dieron en sus partes un total de 236 muertos y 261 heridos. Las pérdidas de oficiales en ambos bandos fue enorme. Distinguidos oficiales dejaron la vida en esta acción. Por los chilenos puede mencionarse al Coronel Eleuterio Ramírez, comandante del 2º de Línea y a su segundo comandante, Bartolomé Vivar, que no sobrevive a sus heridas. Del mismo cuerpo, perdieron la vida los capitanes Diego Garfias, Ignacio Silva y José Antonio Garretón Silva, además de un teniente y siete subtenientes. El Zapadores perdió cinco subtenientes, el Chacabuco a su segundo comandante, mayor Valdivieso y su ayudante Ríos y dos tenientes. Los peruanos, por su parte, lamentaron la pérdida del comandante del 2 de mayo, coronel Manuel Suárez y de los tenientes del mismo cuerpo Torrico y Osorio. El Zepita perdió a su segundo jefe, el teniente coronel Zubiaga, el capitán Figueroa
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