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La Modernizacion De Guatemala

AndyRodriguez16 de Marzo de 2015

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La modernización de la ciudad de Guatemala,

la reconfiguración arquitectónica de su centralidad urbana (1918-1955)

Carlos L. Ayala R., (coord.)

Miguel A. Chacón Véliz y Luis F. Olayo Ortiz

CIFA . DIGI

Centro de Investigación de la Facultad de Arquitectura

Dirección General de Investigación

Universidad de San Carlos de Guatemala

Programa Universitario de Investigación en Historia de Guatemala

Guatemala, 1996

Índice

Introducción

Capítulo I: Arquitectura y modernización capitalista

A. Aspectos generales de la modernización de una arquitectura endógena

B. Trastocamientos locales de una modernidad arquitectónica exógena,

C. Cambios y características que entraña la modernización en la arquitectura

Capítulo II: Características y factores de la modernización arquitectónica en la centralidad urbana guatemalteca

A. Breves apuntes sobre la etapa tradicional

B. Las primeras alteraciones de la arquitectura tradicional

C. La reconstrucción del casco originario y la aceleración de la adscripción modernista

D. La remonumentalización oficial y renovación de la imagen urbana central

E. La reacción arquitectónica antimodernista

F. La persistencia de la tradición arquitectónica

G. La consolidación de la arquitectura modernista

H. Una experiencia de arquitectura moderna regionalista

I. Los factores del contexto histórico

Capítulo III: Rasgos e implicaciones de la modernización arquitectónica en la centralidad urbana guatemalteca.

A. Los rasgos centrales

B. La secuencia de ruptura

C. Algunas implicaciones

D. Limitaciones intrínsecas

Fuentes

Ilustraciones

Introducción

Este estudio contiene la explicación de un proceso histórico urbano, el de una transformación en la arquitectura de la ciudad, el caso concreto: la centralidad urbana guatemalteca ante el momento de una ruptura sociocultural. Una centralidad es el soporte y escenario de las actividades principales de una ciudad central, en su calidad de ámbito de vida y trabajo de los grupos de poder económico y político de toda sociedad. La centralidad urbana guatemalteca fue configurada originariamente de acuerdo a la tradición cultural hispano-colonial, esto es la internalización de una arquitectura y urbanística introducidas desde el siglo de la conquista, por ello un centro de ciudad de claro linaje hispano-mediterráneo cuya existencia o vigencia se prolongó por varias centurias. Fue hasta en los albores del siglo XX que se encontró de súbito alterada y finalmente reestructurada ante la irrupción de una modernización capitalista lo que dio inicio a la configuración de un nuevo ámbito de vida el de la ciudad contemporánea aunque sobre los rescoldos de la vieja capital. Este reciente y abrupto cambio ha constituido la segunda ruptura histórica en el devenir de la arquitectura de la ciudad en él país; ya que la primera ruptura aconteció y también de forma abrupta hace ya cerca de 500 años, con la agresión y semidesmantelamiento contra las culturas americanas antiguas.

La explicación de este proceso de reestructuración histórica del sistema formal y espacial de la ciudad, no se desarrollará aquí como una descripción de acontecimientos aislados y efímeros circunscritos a la edificación urbana, sino se expresa como parte de toda una reorquestación social y de alcances duraderos. Es decir, íntimamente relacionada con el inicio de toda una nueva época histórica, al menos para la sociedad urbana guatemalteca.

Entonces en este estudio nos referiremos a un tiempo de reestructuración, como agotamiento y a la vez inicio de prolongadas etapas históricas en la arquitectura de la ciudad. Modos de arquitectura urbana que se encontraron contrapuestos y a la vez sobrepuestos, ya que no todo se desdibujó de la vieja arquitectura y en la nueva no todo resultó ser innovativo. Un breve y a la vez intenso tiempo el de esta reestructuración, sí se le compara con las prolongadas etapas de las cuales sirvió como transición. Un proceso de ruptura donde justamente arranca y se modela la arquitectura moderna de esta ciudad capital.

Esta ruptura se percibe por una secuencia de agotamientos y reemplazos en distintas esferas de la arquitectura de la ciudad, como los sucesivos cambios en las prácticas constructivas, innovaciones en las organizaciones del espacio o variaciones de envolventes formales. Una serie de modificaciones que aparentemente pueden considerarse como cosas fortuitas y sin relación pero que en realidad son el momento germinal, el devenir de un nuevo modo de habitar. Ya que finalmente las alteraciones se conjugan, prevalecen y cristalizan en una nueva manera de realización del sistema de edificación urbana, en clara consonancia con la forma de vida que se ha apoderado de la ciudad, el mercantilismo capitalista. Atrás quedó entonces el tiempo del manejo simbólico que se hacia del espacio urbano.

Asistiremos a todo un trastocamiento de la arquitectura urbana preexistente, que es transfigurada hasta el punto de convertirla en algo distinto y a la vez nos deja una nueva vigencia o tradición. La que ya a fines del siglo XX, si bien ya se ha desplegado casi del todo, no ha perdido su ímpetu, tal vez ello sea un indicio de las posibilidades de una prolongada vida, a la mejor tan duradera como la etapa que reemplazó. Por eso mismo acercamos al conocimiento de la génesis y naturaleza de la modernización de la arquitectura de la ciudad nos aproximaría a descifrar los mecanismos que configuran en parte, el entorno habitado de la sociedad contemporánea.

Pero deseamos subrayar en ello dos cuestiones, porque son como los dos grandes ejes del presente documento. La primera, es que la reconstrucción del proceso de transición a la modernización arquitectónica nos conduce a considerar una nueva manera de realización de la edificación, vale decir, considerar la nueva forma de habitar de la vida urbana contemporánea. Pero desde como el imperativo modernista de la eficiencia mercantilista desfigura a la tradición secular y a la vez instaura un nuevo orden de hábitat de naturaleza eficientista y mercantil especulativa. Ello es importante porque este proceso no operó en un nuevo sitio, sino en uno ya dado. Entonces, la cuestión radica en qué consiste ese nuevo sistema de habitación urbano, como cristalización de un nuevo modo e ideología del vivir y a la vez como se acopla y trastoca a la ciudad y vida urbana preexistentes.

La segunda cuestión, aquí partimos de reconocer una cualidad innata a los objetos arquitectónicos, el de ser obras testimonio, es decir, donde se cristalizan los rasgos distintivos de una configuración socio-cultural y a través de sus distintas edades. En nuestro caso, ello nos permite aproximarnos a la naturaleza misma de la modernización social. Esto es que por la ruta de la lectura de la obra testimonio, el objeto arquitectónico, poder acceder, a través de las huellas y señales que ha dejado, al esclarecimiento del gran proceso social que lo generó. Esta es una ruta de conocimiento empleada con poca frecuencia, pero que promete revelar importantes rasgos de la modernización social guatemalteca.

Ahora nos referiremos brevemente a los principios teóricos metodológicos más generales que orientan al presente estudio. Iniciaremos el tratamiento de los mismos con indicar qué entendemos por tales principios generales. Son todas aquellas ideas, o mejor dicho aquellos grandes lineamientos o criterios a partir de los cuales se construye un determinado tipo de explicación. En nuestro caso por ubicarnos en una explicación de naturaleza histórica, esos principios generales corresponden a dicho ámbito de teorías o concepciones.

Explicar esos principios generales resulta ser algo así como un autorreconocimiento de los linajes teóricos del estudio. Es como explicitar una toma de posición. Así al encontrarnos ante la disyuntiva de como entender la historia, como una sucesión de acontecimientos en el tiempo, o bien como la existencia de períodos, esto es de estructuraciones sociales con determinadas duraciones. Inclinarnos por la primera implica hacer una relación de hechos cuya única hilvanación sería la sucesión en el tiempo, o bien, al inclinarnos por la otra, nos involucramos al menos en la tarea de dilucidar los rasgos distintivos y sus duraciones para dilucidar la situación de las etapas.

Entonces reconocer como un lineamiento de partida, la cuestión de la periodización, implica el saber reconocer a aquellas características distintivas de una sociedad durante un determinado tiempo. Aspectos que a la vez la diferencian de otras etapas y que contienen o sintetizan la naturaleza de cada episodio histórico. Pero esas características pueden verse además como situaciones que responden a algo más profundo, algo así como indagar en la sustancia que impregna a todos los aspectos mas visibles de un cuerpo social, que los subsume y les da un sentido, los hace responder a una lógica socio-cultura¡ que les imprime ineludiblemente su naturaleza, este tipo de aspectos por ello constituyen los rasgos sustantivos del proceso en cuestión. Así en la historia como sucesión de etapas y a la vez de constantes, no todo se desdibuja de uno a otro período, sino que existen aspectos que persisten sobre las sucesivas etapas. Pueden ser aspectos como los de índole socio-cultural que

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