La Participacion De Puebla En La Revolucion Mexicana
michael65466 de Mayo de 2015
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Historia / Partcipacion De Puebla En La Revolucion Mexicana
Partcipacion De Puebla En La Revolucion Mexicana
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Enviado por: emma97563 12 noviembre 2013
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La familia Serdán y la revolución mexicana
Jueves, 23 de Noviembre de 2006
Alejandro Rosas / Historiador.
Descubiertos
Aunque todo parecÃa marchar de acuerdo a lo planeado y la revolución en el paÃs debÃa estallar el 20 de noviembre de 1910. En Puebla, la situación tomó un camino diferente. Para mala fortuna de Aquiles Serdán y sus seguidores, el 16 de noviembre, la revolución en Puebla sufrió su primer revés. Muy temprano llegó uno de tantos colaboradores de Aquiles para informarle que el jefe de policÃa, Miguel Cabrera comenzaba una serie de cateos para tratar de encontrar las armas de los futuros rebeldes.
Aquiles conocÃa bien al siniestro personaje. Era la mano derecha del gobernador MartÃnez y reconocido como un matón profesional. Cabrera habÃa perseguido varias veces a Serdán y lo tenÃa bajo estricta vigilancia. En repetidas ocasiones cateó la casa de Santa Clara buscando un pretexto para encarcelarlo definitivamente. Si Aquiles era el sÃmbolo del antirreelecionismo en Puebla, Cabrera era su némesis, la imagen viva de la dictadura.
El 17 de noviembre, la familia Serdán recibió una nueva comunicación que puso los nervios de punta a todos sus integrantes: Cabrera preparaba otro cateo, pero esta vez en la casa de Aquiles Serdán en la casa de Santa Clara no. 4. Ya no habÃa dudas, alguien habÃa “soltado la sopaâ€, voluntaria o involuntariamente. Por la mañana, Cabrera habÃa telegrafiado al gobernador Mucio MartÃnez para informarle que de acuerdo con unos documentos que llegaron a su poder, un movimiento armado debÃa estallar el 20 de noviembre en todo el paÃs.
El gobernador dejó los asuntos que atendÃa en Tehuacan y regresó de inmediato a la capital poblana. Al llegar, su primera orden fue tajante: Miguel Cabrera debÃa encabezar el cateo de la casa de los Serdán. Su deber era revisar cada centÃmetro cuadrado de la vieja construcci
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ón y no salir de ahà hasta que encontrara algo. Ya no habÃa secretos. Aquiles y sus partidarios habÃan introducido armas y parque en los últimos dÃas. La operación para atrapar a los sediciosos no podÃa fallar. Cabrera, gustoso, se dispuso a realizar el cateo.
En la casa de Santa Clara privaba la inquietud. Aquiles reunió a sus más cercanos colaboradores, a los más confiables. Gente cuyo rastro se perdió con el torbellino de la revolución: Rosendo Contreras, Manuel Paz y Puente, Vicente Reyes, Clotilde Torres, Manuel Méndez, Miguel Patiño, Fausto Nieto, Manuel Velásquez, Juan Sánchez, Carlos Corona, Andrés Cano, Miguel Cruz, Francisco Sánchez, Epigmenio MartÃnez, Luis Teysser.
Aquiles fue al grano. “¿Nos lanzamos mañana, aprovechando el cateo o aguardamos hasta el dÃa 20?†Un largo y profundo silencio invadió la habitación donde se encontraban reunidos. La mayorÃa opinó que lo prudente era esperar hasta la fecha programada.
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