La Reforma Del Estado En El Perú

RESUMEN DEL TEXTO: “LA REFORMA DEL ESTADO EN EL PERÚ”

El bienestar material y la prosperidad de los pueblos, son temas de debate que el Estado debe conseguir; para ello, se ha determinado dos modelos antagónicos: las economías de mercado y la democracia liberal; y por otra parte la economía planificada y el sistema político de partido único. En el “corto siglo 20” (fin de la Primera Guerra Mundial), sucesos de inestabilidad económica obligaron a la creación de organismos reguladores del comportamiento del mercado. Luego de la Segunda Guerra mundial, surge el gran acuerdo entre el capital y el trabajo, expresado institucionalmente en el Estado Benefactor que llevó a cabo prácticas políticas sociales logrando el crecimiento económico, esto en países norteamericanos y europeos. Pero, este modelo de economía centralizada fracasó por la ineficacia del “gigante estatal”, por ejemplo el colapso del modelo de la URRSS.

Ahora, en el s. xxi el Estado no ha podido controlar nuevos fenómenos políticos, económicos, sociales, ambientales, culturales o tecnológicos; lo cual empujan al Estado hacia la cesión de autonomía y transferencia de competencias a otras entidades subnacionales que refuerzan aún más su autonomía y que incluso ha llevado a la ruptura de muchos Estados. Entonces para lograr la estabilidad en el accionar del Estado, es necesario involucrar al sector privado y a las organizaciones de la sociedad. A pesar de ello, el Estado seguirá siendo el actor principal, pues ninguna entidad es capaz de reemplazarlo en sus funciones económicas, políticas, sociales, etc.

La preeminencia del Estado, empezó a ser cuestionada a amplitud en el “Consenso de Washington”, el cual reconoció la importancia del mercado, y las limitaciones de la intervención estatal, pero ello llevó a tomar medidas extremas pero que luego adoptaron interpretaciones moderadas del consenso, para reformar y apoyar a las instituciones públicas. Ante estos vaivenes, es necesarios que el mercado sea óptima; por lo cual, es necesario crear instituciones sociales que ayuden al funcionamiento del mercado; pero a su vez con la intervención estatal y participación de la sociedad civil.

Si anhelamos la prosperidad y el bienestar, debemos evitar las cuatro utopías: la utopía estatista (la sola capacidad del Estado), la utopía de mercado (solo dejar funcionar fuerzas de mercado como solución), la utopía basista (solo la acción de las bases organizadas), y la utopía caudillista (sólo un liderazgo autoritario), que en parte dominaron el escenario político de nuestra historia sin buenos resultados. Es necesario buscar el utopía del justo medio; es decir el equilibrio entre la acción del Estado, las fuerzas de mercado y de las organizaciones de la sociedad civil.---En las últimas cuatro décadas se han suscitado varias reformas del Estado, empezando con el gobierno militar de Velazco, pues se creó el Instituto Nacional de Planificación (INP), principal centro de estudios y análisis de la realidad peruana; es por ello que se le considera como la primera modernización del aparato estatal peruano. Luego, la reforma de Belaúnde fue dar la capacidad de manejo en la administración pública. Con Velazco se transformó completamente el modelo de desarrollo; el Estado aumentó sus ministerios, se crearon más instituciones públicas como empresas estatales, etc., así el Estado fue el principal protagonista del proceso económico-social. Ya en el segundo gobierno de Belaúnde se quiso modernizar la administración pública, para lo cual se realizó préstamos, ya sea para fondos, diseños de gestión, estudios de reformas, etc., pero que luego no se pudo concretizar; pues el programa de modernización administrativa fue muy escaso.

El aparato estatal se mantuvo intacto en el gobierno de Alan García, se añadió más funcionarios y proyectos estatistas, pero que luego colapsó debido al fracaso de las empresas públicas, además de la hiperinflación y el recorte fiscal; este hecho es considerado como “”una privatización de facto”; es decir el Estado perdió la capacidad de cumplir con sus funciones.

Por el contrario, el gobierno de Fujimori inició medidas de emergencia con reformas liberales: inició un programa de reducción del personal en el aparato estatal, se inició las privatizaciones de las empresas estatistas. Las constantes modificaciones de reglamentos fomentaron la confusión, conflictos de competencia, etc., caracterizando así a un Poder Ejecutivo centralizado y concentrado con una ineficiencia y debilidad estatal. Es por ello; que se creó comisiones para la preparación de planes estratégicos que tendrían como objetivo la reforma del Poder Ejecutivo y por ende del Estado; pero se logró introducir alguna mejoras administrativas, entonces su quiere buscar el apoyo del sector privado, pero éste plantea condiciones poco favorables para el Estado, pues tendría que otorgar una dependencia y autonomía en la administración de justicia.

Es por ello que la situación del Poder Ejecutivo todavía presenta una serie de defectos, ya sea la mediocridad y los vicios administrativos así como la reformulación del confuso Presupuesto de la República; por lo tanto, se necesita una racionalización y reestructuración de la administración pública, así como forjar un consenso sobre las direcciones que debe tomar la administración pública peruana para enfrentar los primeros decenios del siglo xxi.

ANÁLISIS DEL TEXTO: “LA REFORMA DEL ESTADO EN

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