La Santa Inquisición

La “Santa” Inquisición

Hereje no es aquel que arde en la hoguera… Hereje es el que la enciende.

William Shakespeare

Los españoles no se conformaron simplemente con hacerse del territorio americano, necesitaban también implantar su cultura y arrebatarle al pueblo mexicano sus raíces.

La inquisición era una institución que se atribuía el deber de castigar los “delitos” contra la fe. Ésta tuvo sus orígenes en Europa del siglo XII, pero dejó de estar presente en el siglo XV en el Viejo Continente. La Corona Española al encontrar tan útil la fe religiosa como base de su política no dudo ni un momento en aplicarlo a las tierras conquistadas.

La instauración del catolicismo en América no ocurrió inmediatamente después de la llegada de los españoles; tuvieron que pasar algunos años para que la Santa Inquisición se asentase, en el territorio conquistado, “legalmente”.

En 1517, dependiendo directamente del Consejo Supremo de la Inquisición Española se estableció el Tribunal del Santo Oficio en América, el cual estaba encargado de dar luz verde a todas las diligencias en contra de aquellos que estaban en desacuerdo con las recientes modificaciones religiosas. Pero, este no era el verdadero problema en las tierras conquistadas, los americanos simplemente no sabían que estaba sucediendo.

Desafortunadamente, los españoles no se sintieron satisfechos con simplemente llegar y arrancarle las raíces culturales al pueblo mexicano tenían, también, que destruir todas las pruebas de la cultura americana tales como códices, monumentos y templos, para poder instaurar tranquilamente y con todas las de la ley la cultura que ellos cargaban consigo.

Un español al que le debemos mucho por haber devastado gran parte de nuestra cultura fue Diego de Landa quien encontró algunas similitudes entre el cristianismo y la religión maya en el aspecto de los ritos sagrados que consistían en sacrificios humanos y ofrendas de sangre lo que se relacionaba, según Landa, con el carácter sacrificial de la figura de Cristo el cual había dado su vida por la humanidad.

Debido a la reticencia de los mayas para aceptar la fe católica y para abandonar sus propios rituales religiosos, en junio de 1562, Landa mando detener a los gobernantes de Pencuyut, Tekit, Tikunché, Hunacté, Maní, Tekax, Oxkutzcab y otros lugares. 12 de julio de 1562 se realizó el Auto de fe donde se incineraron ídolos de diferentes formas y dimensiones, grandes piedras utilizadas como altares, piedras pequeñas labradas, vasijas y códices con signos jeroglíficos. Las palabras de Landa fueron: "Hallámosles gran número de libros de estas sus letras, y porque no tenían cosa en que no hubiese superstición y falsedades del demonio, se los quemamos todos, lo cual sentían a maravilla y les

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