La construcción socio-educativa del becario en un contexto de asistencialismo
ceoliva18 de Septiembre de 2012
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SEMINARIO EN RIESGO SOCIAL, URBANO MARGINAL.
“LA CONSTRUCCIÓN SOCIO-EDUCATIVA DEL BECARIO EN UN CONTEXTO DE ASISTENCIALISMO”.
PROFESOR: Oggero, Pedro.
INTEGRANTES: Bellucci, Marcela.
Oliva, Cecilia.
Outeyral, Daiana.
“El sistema escolar argentino ha sido partido, sin que se desarrollara ninguna generación de nuevos positivistas que se tomaran el trabajo de justificar tal hecho. Nadie intenta argumentar a favor del carácter asistencial que las escuelas de los barrios obreros o de otros sectores empobrecidos por la crisis, ha debido dar a su práctica. Esas escuelas que se cuentan de a miles, se han desprendido ya del curriculum mínimo obligatorio, de los mecanismos para el ascenso de la población por el sistema escolar, del grupo de dispositivos sociales que otorgan credenciales para el desempeño de cualquier calificación. Son aguantaderos de chicos hambrientos, sin futuro en esta sociedad”. (Puiggros, A.: 367).
En Argentina la realidad socio-económica impacta fuertemente en las aulas: los niños y adolescentes pertenecientes a familias de bajos recursos socioeconómicos encuentran serias dificultades para permanecer en el sistema educativo formal y continuar de manera exitosa su escolaridad. La falta de equidad del sistema educativo se refleja en las diferencias de la calidad de la enseñanza que ofrecen las escuelas y la cantidad de horas y años de escolarización que cursan los alumnos.
Es importante considerar que en las escuelas públicas la enseñanza no ocupa el centro de la práctica y el tiempo escolar. Son herederas de un largo proceso de desestructuración y achicamiento de lo público, de un abandono progresivo de la responsabilidad educativa del estado, donde su práctica se dirige a la obtención de fondos, la asistencia social y la atención sanitaria, haciéndolas responsables de demandas distintas a las específicas:
“Seis de cada 10 personas confían mucho o bastante en las Entidades de bien público sin fines de lucro, en las Escuelas Públicas, la Iglesia católica y en las Universidades Estatales para la realización de programas tendientes a resolver problemas sociales”. Este proceso se agudiza en las jurisdicciones donde se comenzó a implementar la reforma educativa. Tal es el caso de la Provincia de Buenos Aires., con el sistema educativo más grande del país:
“Según un estudio hecho por las autoridades educativas provinciales, 9 de cada 10 alumnos de escasos recursos no terminó el secundario; el 48% de los jóvenes alcanzó sólo la escolaridad primaria y, en 1995, en el ámbito bonaerense terminaron la primaria unos 240.000 chicos, pero egresaban del secundario unos 54.000, sólo un 30%”.
A estas cuestiones hay que agregar los nuevos problemas generados por la exclusión y marginalidad crecientes, de los cuales una vez más la escuela se hace cargo. Violencia, drogadicción, delincuencia, niños y adolescentes que concurren armados a la escuela, docentes golpeados o amenazados, recurrencia de casos de embarazo precoz, incesto, estupro, son cuestiones a las cuales las escuelas deben hacer frente como asuntos propios de la vida escolar. La dimensión ética de la enseñanza es sustituida así por la contención del deterioro social.
El desplazamiento del conocimiento como fin específico produce una “razón de ser” distinta para la escuela y a la vez genera un tipo de exclusión diferente al del ingreso o permanencia. Una exclusión al interior mismo de la escuela: la negación del conocimiento a amplias capas de la población a través de la sustitución de los fines específicos por los de asistencia social.
El Estado a través de la Dirección General de Cultura y Educación, tiene la responsabilidad principal e indelegable de proveer, garantizar y supervisar una educación integral, inclusiva, permanente y de calidad para todos sus habitantes, garantizando la igualdad, gratuidad y la justicia social en el ejercicio de este derecho, con la participación del conjunto de la comunidad educativa. A su vez, debe lograr que sus propósitos se cumplan y poner a disposición de la sociedad en edad escolar planes que “supuestamente” cubran las necesidades de los niños y adultos escolarizados, tanto a nivel intelectual como económico.
Por ello en la década del 90 se han constituido dispositivos de gestión de la pobreza en la educación: becas, planeadas como estrategias para apoyar la continuidad de la escolarización de los sectores más vulnerables socialmente, aunque como política focalizada solo abarca a algunos pobres de entre todos los pobres.
¿Es posible, si consideramos razonablemente la situación económica del país, que alguien pueda afrontar los gastos que devienen al concurrir a una institución escolar con una suma tan escasa?
Es necesario tener en cuenta que, los niños en condiciones de recibir estos sistemas de becas son menores, que se hallan en un contexto social que condiciona sus posibilidades de inserción exitosa en la sociedad, por esto es difícil pensar que ciertos programas destinados a combatir la desigualdad, promover la permanencia y terminalidad y garantizar la alfabetización de todos, tengan el éxito esperado.
¿Qué son las Becas?
Las becas son parte de una política activa amplia que busca facilitar la inclusión, la permanencia y la promoción en el sistema educativo de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que se encuentran en situación de vulnerabilidad socioeducativa. Son un apoyo económico para los alumnos con el fin de garantizar el derecho individual y social a la educación.
Como objetivos específicos tienen:
• Lograr la permanencia de chicos en el sistema educativo formal y acompañarlos en su proceso formativo.
• Lograr que completen la escolaridad obligatoria.
• Contribuir a la disminución de la deserción escolar.
• Disminuir el índice de repitencia.
• Disminuir el ausentismo a clases.
• Mejorar la calidad de los aprendizajes.
• Elevar el rendimiento académico de niños y jóvenes de bajos recursos socioeconómicos.
Mutaciones escolares resignificación de la categoría del becario.
La masificación escolar generó nuevos inconvenientes en la escuela, a esto se sumó, en los 90, la extensión de la obligatoriedad escolar, a la vez que se profundizaba y extendía la pauperización social, producto de las transformaciones del orden social capitalista y del proceso de globalización, ingresando nuevos públicos escolares, que tradicionalmente estaban excluidos de la enseñanza media, ingresando en condiciones más precarias en términos socio – económicos.
En este contexto, los programas de becas se constituyeron en uno de los medios para garantizar la continuidad de los estudios; y éstas, como parte del repertorio de políticas sociales, adoptaron las nuevas premisas de funcionamiento de las políticas sociales: la focalización.
Por estos motivos ya no se espera apoyar a los más “dotados”, sino a aquellos que los necesitan.
La pobreza se representa como ejerciendo dos impactos específicos sobre la trayectoria escolar. Un impacto en las posibilidades de alimentarse, viajar y adquirir los materiales necesarios para sostener su escolarización; y un impacto socio – emocional y cognitivo, ligado a la capacidad de prestar atención, concentrarse y estudiar.
De allí, que junto con la beca, se espere un efecto inmediato sobre la escolarización y las posibilidades de que mejoren su rendimiento escolar.
Becas en escuelas públicas
A partir del actual Gobierno, un niño sale asignado con una beca, la cual mantiene hasta que termina el ciclo escolar, sin importar el año en que la obtuvo.
En cambio si el niño becado reprueba de manera automática se anula el apoyo económico.
Requisitos:
• Copia de la boleta de calificaciones.
• Comprobante de ingresos del padre o tutor.
• Contar con un adulto que se haga responsable por el uso del dinero de la beca (con documento argentino –DNI- en vigencia)
• No recibir otra beca estudiantil.
Se proponen diferentes líneas de becas:
• Estudiantiles
• Inclusión educativa
• Becas Rurales
• Becas extraordinarias
• Becas para la Erradicación del Trabajo Infantil
• Becas para chicos/as con causa judicial (social y/o penal)
• Etcétera.
Becas Rurales
Objetivos
• Apoyar a los alumnos que viven en zonas alejadas y/o aisladas, que asisten a escuelas llamadas rurales.
• Fortalecer los trayectos escolares de estos chicos/as que habitualmente presentan dificultades para asistir regularmente a la escuela.
• Propiciar espacios de aprendizaje valioso superando los obstáculos que pudieran surgir en estos ámbitos rurales.
Destinatarios
Niños/as y jóvenes entre 6 y 18 años de edad que hayan abandonado la escuela o que, asistiendo a escuelas rurales aisladas, presentan tres o más años de sobre edad; o que, habiendo finalizado la Educación Primaria en el ciclo lectivo anterior, no hayan iniciado la Educación Secundaria.
Bienes y servicios que brinda
Beca: $ 900 anuales.
Requisitos de accesibilidad
• Tener entre 6 y 18 años de edad.
• Ser alumno de la Educación Primaria
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