La era del Absolutismo

        La era del Absolutismo        

El Absolutismo, doctrina política caracterizada por la centralización del poder, generalmente en una persona, tiene un auge en el Siglo XVII, aunque no es una doctrina política nueva. Resurge con variaciones al absolutismo en épocas feudales, ya que, éstas dejaron conflictos y violencia, por lo que lo que el Absolutismo monárquico busca es la paz, la tranquilidad, acabar con la violencia.
Para poder controlar a la población y a la Iglesia, la monarquía maneja el Derecho Divino, el argumento de haber sido designados por Dios para gobernar, así, de esa manera podrían mantener controlada a la población sin cuestionar.

En ésta época se da lugar a varios conflictos tanto políticos como religiosos, así que tomaremos como ejemplo a Francia.

En el amanecer del Siglo XVII, Enrique IV es asesinado, dejando a María de Médicis, la reina como regente temporal, dado a que Luis XII aún no era mayor de edad para asumir el cargo, así que la reina gobierna, junto con el primer ministro, el Cardenal Richelieu.
Una vez alcanzada la mayoría de edad, comienza su gobierno junto con Richelieu, el cuál buscaba más que nada la paz, prohibiendo así los duelos públicos y privados, al igual que la invasión de castillos. Esto se puede ver reflejado en Los Tres Mosqueteros, donde, al intentar batirse los tres mosqueteros con d’Artagnan, Jussac, guardia del Cardenal intenta arrestarlos. Sin embargo, a diferencia de la novela de Dumas, el batirse en duelo estaba gravemente penado, a tal punto que incluso decapitaron a un duque por desobedecer edictos sobre la violencia. Aquí se ve reflejado el temor que sentía la monarquía ante el desorden.

El temor y la represión al desorden no solo se verá reflejado en la sociedad, sino en el arte y la arquitectura, donde se demuestra la sobriedad, el orden y la simetría, buscando siempre el orden y la tranquilidad, eliminando las pasiones, el desorden, cualquier cosa que pudiera perturbar a los intereses de la corona y a la población.
Al fallecimiento de Luis XIII y de Richelieu, quedan en poder el nuevo primer ministro, el Cardenal Mazarino y la reina Ana de Austria, viuda de Luis XIII, mientras aguardan la mayoría de edad del pequeño rey, Luis XIV, el futuro rey sol.
En esta época surgirían conflictos que atentarían contra el absolutismo impuesto, disputas por la corona entre la monarquía (frondistas, que adoptan el nombre por las peleas con hondas o frondas) y el cardenal. Mientras tanto, Paris se encuentra en medio de los conflictos, lo que genera continuas disputas. Esto haría que Luis XIV creciera en un ambiente hostil, lleno de desorden violencia.
Ya alcanzada su mayoría de edad y tras diversos incidentes en Paris, el rey Luis XIV se muda al Palacio de Versalles, desde donde gobernaría e impartiría su gobierno. Posteriormente, como la característica absolutista más resaltante de él, sería llamado, el Rey Sol, alrededor del cual gira la monarquía, el Estado y la población, donde resalta su frase más importante:

                                        L’Etat, c’est moi
                                         (El Estado soy yo)

...