“La historia como ciencia y el surgimiento de la historia de la historiografía”

Problemática tratada: “La historia como ciencia y el surgimiento de la historia de la historiografía”

En primer lugar, cabe mencionar que el surgimiento de la historia de la historiografía como disciplina tuvo sus conflictos en su surgimiento, pero es a mediados del siglo XIX aproximadamente donde tendrá su origen en Europa.

Entre los conflictos anteriormente señalados, se puede mencionar que, en un principio, la historia fue considerada como una rama de la literatura, como así también se suma el hecho de que no es hasta el siglo XVIII que las ramas o historias especiales comenzaron a ser abordadas con mayor indagación, tales como por ejemplo la historia del arte, Historia de la economía, Historia de la política, etc.

Por otra parte, en los antecedentes de la historia de la historiografía se podría destacar la vinculación que tuvo en sus orígenes con la historia del pensamiento, con la corriente positivista y posteriormente con la corriente historicista, temas que serán tratados en el presente trabajo.

Formación de la disciplina:

La historia de la historiografía en sus orígenes es vinculada con la historia del pensamiento, considerado este último como un proceso circunstanciado y presentado como respuesta concreta de un sujeto ante una situación concreta. Entre los principales postuladores de esta concepción se encontraba Croce, el cual fundamenta que “el objeto de la historia de la historiografía es el desarrollo del pensamiento histórico”, para agregar luego que “ella no solo puede distinguirse [...] de la historia de la filosofía, sino que ni siquiera puede subordinarse a ella porque es todo una con ella” Pág. 125 Catarrosa

A su vez, la historia de la historiografía se conecta con el desarrollo de la metodología histórica y con las diversas teorías de la historia que van surgiendo. En la historia de la historiografía existen tres niveles de ordenamiento, planteados por la autora Rípodas, Daysi:

1) El del historiador de la historiografía.

2) El del objeto estudiado y el de los historiadores considerados con sus respectivas obras.

3) El de la época tratada en sus obras.

Estos niveles son necesarios para un mejor análisis de la producción historiográfica, como así también para una adecuada perspectiva sobre una obra histórica y su autor, para así de este modo manejar el contenido con los recaudos críticos pertinentes.

Concepción Positivista:

Cabe destaca la concepción positivista que surge en la historia de la historiografía, la cuál cree respecto de la historia en general, que pueden acumularse datos históricos, los cuales son considerados como “hechos positivos”. De este modo, se logra disciplinar los errores hasta llegar al conocimiento exhaustivo de un tema. Se obtiene así un resultado inconmovible, permanente y, que solo en el caso de que aparezcan nuevos documentos que modifiquen el panorama, será preciso rehacer ese fragmento de historia.

La autora Rípodas D., en su texto, realiza un análisis sobre la concepción positivista y plantea que esta corriente incide de tres maneras distintas sobre la Historia de la Historiografía:

• En primer lugar, los supuestos positivistas estrechan el ámbito de la problemática, ya que la corriente positivista tiene como finalidad ultima la adquisición de la verdad, y el historiador tiene como cometido historiar o registrar la búsqueda de la verdad histórica, y una vez encontrada, su misión habría terminado.

Se puede plantear entonces, que la historia de la historiografía, bajo este marco, se ocupa de historiar la búsqueda de la verdad y dar un repertorio de los historiadores y sus respectivas obras.

• Por otra parte, desnaturalizan su carácter preferentemente teórico, ya que el historiador de la historiografía, para averiguar si los datos o historias contenidas en distintas obras generan un aporte para el conocimiento de un tema determinado, abandona el campo de la comprobación de los hechos para desembocar en juicios positivos o negativos, cayendo en el campo de las valoraciones prácticas.

• Por último, los supuestos estorban su propio desarrollo como disciplina autónoma. Este punto plantea que si las obras históricas antiguas interesan al positivismo no por sí mismas, sino por los datos que aportan. Pero se puede presentar que estos mismos datos sean recabados por otras obras históricas, y las anteriores quedarían anuladas.

Concepción historicista:

Desde esta postura, a diferencia del positivismo, no hay una historia definitiva y esto es porque la misma no depende exclusivamente de los materiales heurísticos sino también del historiador que la compone. Se da una influencia mutua entre pasado y presente, ya que cada historiador reconstruye el pasado en función de su presente, el cual dicta nuevas respuestas para viejas preguntas y le sugiere nuevos interrogantes. De esta manera, aunque el pasado estudiado sea el mismo, la perspectiva del historiador ira cambiando según las épocas influenciado por su personalidad y la sociedad a la que pertenece.

Esta corriente, define a la historia de la historiografía como el estudio de los cambios históricos en relación entre el historiador y su objeto reflejados en la producción historiográfica; como así también se plantea la tarea básica de un historiador de la historiografía, que es poner de manifiesto cuales eran las concepciones historiográficas de la época, los lectores a los que se dirigía, con que fines fueron concebidas las obras, etc.

Para concluir, desde mí perspectiva creo que la historia de la historiografía, necesita de ambas perspectivas tanto historicista, como positivista ya que tomar tan solo uno de estos campos la misma quedara limitada y con una mirada parcial. Por ejemplo si se sigue completamente la corriente historicista, el estudio de los cambios históricos en la relación entre el historiador y su objeto que se reflejan en la producción historiográfica, como así también los fines con los cuales fueron concebidas dichas obras, pierden la cientificidad histórica y la producción historiográfica queda impregnada de una profunda subjetividad propia del autor.

Por otra parte, si se sigue meramente la corriente positivista, el campo de análisis de una obra histórica queda limitado ya que no se toma en consideración los distintos factores tales como el contexto en el cual se escribió la obra, la formación académica del autor, entre otros; que intervienen en la producción historiográfica del autor de dicha obra.

Es por ello que considero, desde mi perspectiva, que para realizar un análisis mucho más amplio en la historia de la historiografía como disciplina se necesita un complemento de ambas posturas, ya que el historicismo necesita de la objetividad que posee el positivismo para que se realice un análisis completo.

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