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La teoría impulsivista


Enviado por   •  27 de Marzo de 2022  •  Tareas  •  4.505 Palabras (19 Páginas)  •  103 Visitas

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La teoría impulsivista

El concepto de pulsión guarda cierta relación con el de instinto, pero está fundado en un factor de tipo biológico que lo hace más flexible y más ajustable a los procedimientos de la ciencia experimental. Se basa en la vieja idea de autorregulación (homeostasis). En virtud de este esquema el organismo que experimenta un desequilibrio interno, lo corrige mediante una interacción con el ambiente y de esta manera logra mantener el equilibrio.

El punto de partida es un estado de necesidad o carencia que crea por tanto el desequilibrio en el sujeto. Esto lleva a una inquietud que produce una actividad difusa, que se convierte en un impulso hacia el bien o incentivo cuya consecución produce la reducción de la necesidad y por lo tanto la restauración del equilibrio.

En las últimas décadas se han desarrollado formidables y acelerados cambios en la ciencia y la tecnología; el cambio tecnológico es una de las áreas temáticas que más atención y polémica ha suscitado.

Las principales teorías de la innovación y el desarrollo del capitalismo

  1. La perspectiva de la teoría económica convencional

Como teoría reconocida sobre el cambio tecnológico, el primer autor en concebirla fue Schumpeter, quien expuso que el proceso de innovación se convierte en el mecanismo interno, que genera la evolución del sistema capitalista, motivado por el accionar de un emprendedor que persigue un reconocimiento científico. Bajo este enfoque, el proceso innovador aparece como una herramienta competitiva, y la empresa y el emprendimiento como sus factores determinantes (Antonelli, 2008).

Según Schumpeter (2003, p. 11) la tarea de proveer la renovación del equipamiento necesario no está resuelta en el capitalismo. El cambio tecnológico revela que el sistema es dinámico y funciona a través de oleadas de innovaciones, originadas endógenamente por la transformación industrial. La dinámica capitalista ha puesto de relieve que no existe el denominado estado estacionario en la economía, sino que valiéndose de muchos resortes -el cambio tecnológico- ha logrado prevalecer en el tiempo (Schumpeter, 1978).

La noción de Schumpeter depende de la aparición de las innovaciones, que alteran el curso de la corriente circular. En consecuencia, el cambio tecnológico tiene una naturaleza endógena, determinada por la actitud innovadora de los emprendedores. Así pues:

…la función de los emprendedores es la de reformar o revolucionar las formas de producir poniendo en uso una invención o, más en general, una posibilidad tecnológica aún no probada de producir una mercancía nueva o producir una ya conocida en una forma nueva: abriendo una nueva fuente de abastecimiento de materias primas o un nuevo mercado, reorganizando la empresa, etcétera (Schumpeter, 2003, p. 132)

  1. La teoría exógena sobre el cambio tecnológico

La corriente neoclásica principal sobre el cambio tecnológico se conformó por Abramovitz (1956); Solow (1956, 1957), Swan (1956) y Kendrick (1956). Para estos autores el cambio tecnológico es admitido como una variable exógena; la contribución de la tecnología es nula, es decir, no hay cambio tecnológico al interior del modelo.

Es interesante observar de paso que una tasa más rápida de progreso tecnológico prolonga de hecho el lapso de la vida económica del capital en este modelo particular, aunque no sea una verdad general. [...] un cambio tecnológico más rápido significa que el producto crece más rápidamente, el volumen de nuevas inversiones crece más rápidamente, y esta competencia tiende a acortar la vida económica de cualquier fábrica dada. Por otra parte, el progreso tecnológico más rápido significa que cualquier cantidad dada de nueva capacidad productiva proporciona menos empleos, y esto tiende a mantener funcionando más largo tiempo la capacidad existente para sostener el número requerido de empleos (Solow, 1982, pp. 64-65).

La incongruencia del modelo radica en no explicar su naturaleza. Sin embargo, Solow adelantó una tesis que posteriormente sería fundamental: "...mejoras en la educación de la fuerza de trabajo [...] aparecerán como cambio técnico". Así, Solow concluyó que el crecimiento económico no depende sólo de la formación del capital, sino que la inversión en capital humano constituye una mejor condición del crecimiento. Entre sus elementos fundamentales destaca la investigación, la educación y la salud pública.

"La conclusión central del modelo de Solow es que existe una senda de crecimiento equilibrado a largo plazo, que depende sólo de la tasa natural y de la tasa exógena de progreso técnico" (Doimeadiós, 2007). Este modelo asume competencia perfecta, pleno empleo de los recursos y la población constante, conducentes a un estado estacionario, producto de la decreciente productividad marginal del capital. En este contexto, únicamente el cambio tecnológico exógeno contrarresta dicha tendencia.

El cambio tecnológico ni está incorporado al factor capital y trabajo, ni puede medirse como un residuo de las productividades de ambos elementos (Katz, 1996; Gutiérrez). Le son comunes los desequilibrios e incrementa los rendimientos decrecientes a escala. Paradójicamente, Solow concluyó que el 87.5% del crecimiento en la producción de bienes en Estados Unidos durante el periodo 1909-1949 fue atribuido al cambio tecnológico. No obstante, alegó que su tasa de crecimiento fue neutral. Fue coherente con los principios axiomáticos de la teoría neoclásica, de otro modo sería ir en contra de su propia formación teórica.

De especial relevancia resulta el reconocimiento del profesor Sala-i-Martin, que puso de manifiesto cómo la falta de congruencia con la realidad por parte de esta teoría, hizo que la teoría del desarrollo se convirtiera en la única rama que estudiaba el crecimiento económico aplicado a la realidad concreta. Por ello, a principio de los años setenta la teoría del crecimiento estaba sumergida en su propia irrelevancia.

Enfoques endógenos sobre el cambio tecnológico

En la década de los ochenta surgieron las teorías del crecimiento endógeno, relajando los supuestos de la variante exógena. Se admitió la importancia del conocimiento y el aprendizaje. Con esto se ha producido una mejora de la concepción de Solow y en su lugar se asume el enfoque de Romer que incorpora el cambio tecnológico a la teoría neoclásica del crecimiento económico. Las nuevas teorías del crecimiento endógeno transitan desde el referente teórico de la competencia perfecta hacia la competencia por innovación, en explícito reconocimiento por parte del Estado a los derechos monopólicos de las empresas innovadoras (Fernández, 2008)

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