Las rapadas. El franquismo contra la mujer

Facultad de Ciencias Sociales

y de la Comunicación

Grado de Sociología

Enrique González Duro:

Las rapadas. El franquismo contra la mujer

Por

Alba Moreno Nieto

Historia de España y Euskadi en el S.XX

Mikel Urquijo Goikoa

Leioa, a 28 de octubre de 2016

El libro Las rapadas. El franquismo contra la mujer, consta de diez capítulos que analizan y explican la infinidad de sucesos de represión que sufrieron las mujeres durante la Guerra Civil española y la postguerra. El autor de dicho análisis, Enrique González Duro, explica los determinantes que provocaron que un colectivo de hombres sublevados llevase a cabo numerosas humillaciones en multitud de pueblos y ciudades del país contra las que ellos denominaban mujeres rojas. A su vez, interpreta cuales fueron los objetivos de aquellos hombres para cometer tales vejaciones y las consecuencias físicas y psicológicas que padecieron las victimas tras oponerse al régimen franquista.

El autor se centra principalmente en la represión que el bando derechista ejerció sobre las mujeres republicanas, las cuales fueron víctimas de una serie de abusos institucionalizados. Estos abusos derivaron del avance del nuevo modelo de mujer que se había desarrollado durante la Segunda Republica. En ese periodo, las mujeres con una ideología democrática comenzaron a liberarse del rol de mujer tradicional negándose así, a la dedicación exclusiva del cuidado del hogar, a formar una familia y a mantenerse en la esfera privada de la sociedad. De este modo, comenzaron a abrirse paso a la esfera pública participando, en este caso, como milicianas durante la Guerra Civil. Muchas de ellas asumieron el papel de soldado de armas que ponía en evidencia la masculinidad de los hombres.

En definitiva, esas mujeres invadieron la esfera pública que estaba relacionada con la sociedad y la política y que le pertenecía al hombre según los derechistas. Por ese motivo, el régimen franquista consideró que debían ser castigadas al desobedecer los roles sociales, como por ejemplo el de ser madre, ya que para ellos ese era el único destino de la mujer. Por otro lado, el psiquiatra Antonio Vallejo Nájera describe en este libro a la mujer roja de forma retrógrada y misógina, presentándola como un surgimiento irreal a consecuencia del entorno democrático y republicano en el que había vivido anteriormente. También decía de ella que poseía una mentalidad débil.

Dichos castigos iban dirigidos a todas aquellas mujeres que los insurrectos calificaban de rojas. Ese termino no solo englobaba a las mujeres milicianas y republicanas, sino también a todas aquellas madres, hermanas, esposas o hijas de mujeres y/u hombres republicanos, a las cuales se les aplicaban los mismos males por el simple hecho de tener un vínculo familiar con alguna de las partes que se oponía al régimen franquista.

La Guerra Civil comenzó el 18 de julio de 1936 y durante todo el conflicto las tropas franquistas dominaron el país. A la vez que avanzaban y controlaban los primeros pueblos y ciudades del territorio nacional, la represión franquista se instalaba en ellos. Cabe destacar que la represión no se aplicaba de igual manera a las mujeres que a los hombres.

Tras la llegada de los militares sublevados al frente y al dar con los varones republicanos, el castigo contra ellos era preciso y dependía de los actos que hubiesen cometido. Algunos eran detenidos, pero otros eran fusilados y sus cadáveres se enterraban en fosas comunes donde cualquier familiar tenía la entrada prohibida. Los fusilamientos eran presenciados por falangistas y gente de orden que los observaba con satisfacción. Solo una minoría de varones republicanos conseguía huir y no ser ni detenido ni ejecutado.

Las mujeres republicanas, por el contrario, sufrían otra clase de represiones más despiadadas que los hombres. Mientras que ellos iban al frente, ellas permanecían en los pueblos cuidando de sus familias y en la escasez sabiendo que estaban siendo perseguidas; bien por ocultar a sus maridos de los sublevados, o bien por sus propias acciones en contra del régimen como por ejemplo, salir a la calle vistiendo el mono azul, presenciar fusilamientos de gente de orden y alegrarse de ello o incitar a algunos hombres republicanos para que cometiesen actos en contra del orden tradicional.

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