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Liberalismo y Nacionalismo (1789-1870)


Enviado por   •  29 de Noviembre de 2020  •  Apuntes  •  2.479 Palabras (10 Páginas)  •  138 Visitas

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TEMA 3

Liberalismo y Nacionalismo (1789-1870)

LA REVOLUCIÓN FRANCESA (1789-1799)

La Revolución Francesa dio inicio a una etapa revolucionaria que transformaría Europa. De hecho, la misma supuso una revolución en todos los aspectos:

  • Revolución política, ya que supuso el paso del absolutismo monárquico, basado en el poder único, a la instauración de la división de poderes como forma de gobierno.
  • Revolución social, ya que quedó desmantelada la sociedad estamental, que había caracterizado la sociedad medieval y de época moderna, dando paso a una sociedad de clases donde los súbditos pasaban a ser concebidos como ciudadanos.
  • Revolución económica, debido a la caída de la economía señorial para dar paso a una economía liberal.

El ciclo revolucionario que va a caracterizar este periodo se inició a partir de la independencia de los Estados Unidos, siendo la Revolución Francesa una prolongación de la misma y que terminaría con la caída del Antiguo Régimen, sistema social, político y social que caracterizó la Europa del siglo XVII-XVIII.

  1. Causas de la Revolución Francesa

En las postrimerías del siglo XVIII, Francia asiste al desmoronamiento de sus caducas estructuras feudales. El proceso se manifestó a través de una crisis social y del Estado que condujo a la descomposición del absolutismo, algo en lo que las ideas de la Ilustración jugaron un papel muy importante. La mala coyuntura económica que aquejó al país durante los años 80 aceleró el proceso.

  • Causas sociales: A finales del siglo XVIII amplios sectores sociales deseaban cambios profundos, ya que a lo largo del siglo se había producido un auge de los precios, de los negocios y de la industria.

Desde la Edad Media, legalmente la sociedad francesa estaba dividida en estamentos fundamentados sobre los privilegios y la desigualdad jurídica. Los beneficiarios de este orden social era el estamento privilegiado, formado por la nobleza y el clero, que eran los poseedores de privilegios y exenciones. En cambio, el estamento no privilegiado, constituido por el tercer estado (burgueses, campesinos, artesanos y otros colectivos marginales) carecía de privilegios y albergaba el 90% de la población, sobre la que recaían los impuestos y cargas económicas en los que se sustentaba el Estado.

Sin embargo, a finales del siglo XVIII, Europa, y Francia en particular, se vio inmersa en una terrible crisis de subsistencia debido a las malas cosechas, cosa que provocaría un aumento de los precios y las consiguientes hambrunas que darían lugar a un hondo descontento popular tanto en el campo como en la ciudad. Por otra parte, los cambios económicos que estaban teniendo lugar en el seno del capitalismo comercial , basado en el desarrollo comercial y financiero, dotaron a la burguesía de un fuerte poder económico que no se correspondía a nivel político, ya que topaba con la reglamentación que prohibía el libre comercio y la libre producción, y con la estructura estamental que le impedía acceder al poder político. Consecuentemente, este desajuste originaba gran frustración en una clase rica y culta que reclamaba un nuevo marco social y político donde poder desarrollar sus expectativas.

  • Causas político-ideológicas: Las críticas de los ilustrados proporcionaron los fundamentos ideológicos sobre los que se apoyaría la revolución. Fue la burguesía la que asumió los principios de los ilustrados encontrando en este grupo de ideas (división de poderes, monarquía parlamentaria, derechos del hombre, igualdad ante la ley...) la justificación de sus pretensiones y reivindicaciones.
  • Causas económicas: A la crisis de subsistencia, que mencionamos anteriormente, y que supuso la subida de los precios y el aumento de la presión feudal, se le sumó una crisis financiera del Estado, que fue la que, finalmente, debido al comportamiento de los privilegiados, provocaría, a su vez, una crisis política. El Estado francés venía atravesando una crisis financiera: Por una parte, debido a las deudas ocasionadas por los gastos derivados de su participación en la Guerra de la Independencia americana. Y, por otra parte, por los gastos crecientes de la Corte, que llegaron a ascender a la cuarta parte del déficit. Así pues, dado que sus ingresos no eran suficientes para cubrir sus gastos, el Estado francés tenía que emitir deuda pública, con lo que el déficit se incrementaba convirtiéndose en crónico. Consecuentemente, para paliar la bancarrota del Estado y poder disponer de fondos, diversos ministros de Hacienda de Luis XVI plantearon la necesidad de proceder a una REFORMA FISCAL que consistían en hacer pagar impuestos a los privilegiados, los cuales habían estado exentos hasta el momento. Obviamente, el estamento privilegiado se opuso y reclamó la convocatoria de los Estados Generales, con los cuales se dio inicio a todo el proceso revolucionario.

  1. Estallido de la Revolución

Como apuntamos anteriormente, para evitar la BANCARROTA del Estado francés, algunos ministros de Hacienda, como Calonne, plantearon a Luis XVI la necesidad de hacer una REFORMA FISCAL que tenia como fin hacer pagar al estamento privilegiados impuestos para poder recaudar fondos. Sin embargo, los privilegiados se opusieron y alegaron que solo los Estamentos Generales podían aprobar dicha reforma, exigiendo, así, su convocatoria, hecho que provocó una crisis política que obligó al rey a convocar los Estados Generales, que no se habían reunido desde 1614.

Los Estados Generales fueron convocados para mayo y hasta la fecha se llevó a cabo la redacción de los Cuadernos de Quejas, en los que se recogían las propuestas de cada uno de los Estamentos. Finalmente, los ESTADOS GENERALES se celebraron el 5 de mayo, donde, para hacer valer sus propuestas, el Tercer Estado exigió el voto por cabeza, porque duplicaba el numero de los privilegiados y tradicionalmente en esta asamblea se votaba por estamento (esto explica por qué los privilegiados exigieron en un principio su convocatoria, porque basándose en la forma de votar, tenían la victoria asegurada). No obstante, tanto el rey como los privilegiados se opusieron a votar por cabeza, motivo por el que el Tercer Estado, alegando que representaban a la mayoría de la población, y con apoyo de algunos clérigos y nobles liberales, abandonaron los Estados Generales y se constituyeron en ASAMBLEA NACIONAL, el 20 de junio, donde juraron (juramento de la pelota) que no se disolverían hasta que no se redactara una constitución  que garantizase sus derechos. Así pues, constituida la Asamblea Nacional sus componentes llevaron la agitación a las calles y, con el apoyo popular, abrieron paso a la revolución.

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