Liberalismo y nacionalismo en el S. XIX
Enviado por Samanta González • 21 de Marzo de 2020 • Ensayos • 1.002 Palabras (5 Páginas) • 230 Visitas
El siglo XIX es una época de conflictos entre la ideología del antiguo régimen, la ideología liberal y el nacionalismo.
La ideología del antiguo régimen está representada en la restauración. Se basa en privilegios, absolutismo y feudalismo. Sus principios son los del tradicionalismo, legitimismo e intervencionismo
La ideología liberal se basa en la igualdad, libertad y divisiones de poderes. La libertad conlleva dos tipos de sistemas, político y económico. El sistema político es representado por la soberanía nacional y el sistema económico basada en Laissez Faire. El liberalismo económico se rige por tres leyes fundamentales: la libre iniciativa individual, la libre competencia y el libre funcionamiento de las leyes del mercado. Esta doctrina defiende las leyes naturales consistentes en la no intervención del Estado, en la economía dentro de lo posible y la defensa de la iniciativa privada.
Hasta las revoluciones de 1830, el liberalismo político une los intereses burgueses, campesinos, intelectuales y obreros, haciendo frente común y presentándose como una ideología política que lucha contra el absolutismo de la Restauración. Sin embargo, a partir de las revoluciones de 1830 se manifiestan las contradicciones internas del liberalismo, al revelarse como una ideología que privilegia a un único grupo social: la burguesía. Es aquí donde la aparente unidad del liberalismo se acaba.
El nacionalismo se había despertado por inspiración de una de las principales ideas de la Revolución Francesa: todos los pueblos tienen derecho a disponer de sí mismos.
La injusta división del mapa de Europa y la imposición de soberanos absolutos por el Congreso de Viena provocaron que el sentimiento nacionalista cobrase fuerza.
Europa se convierte en un fervor nacionalista difícilmente conjugable con el caos que el congreso de Viena había introducido en el mapa de las nacionalidades.
En la Europa de la primera mitad del siglo XIX nos encontramos con la siguiente situación:
- Dos nacionalidades divididas: Alemania e Italia.
- Dos Estados multinacionales:
- El Imperio Austro-Húngaro, donde convivían alemanes, húngaros, checos, polacos, eslovacos, eslovenos, croatas, servios, rumanos e italianos.
- El Imperio turco, bajo el cual se encontraban turcos, griegos, búlgaros, servios, albaneses y rumanos.
De éstos, el primero es un nacionalismo aglutinador, mientras que los otros dos representan un nacionalismo disgregador.
Si bien en su origen, estos primeros movimientos nacionalistas surgieron vinculados al liberalismo, ya que al igual que éste defendían las libertades de los ciudadanos y de los pueblos.
El nacionalismo es un movimiento liberal en Europa hasta el proceso revolucionario de 1848, para convertirse durante la segunda mitad del siglo XIX en conservador y una de las ideologías básicas en la expansión imperialista.
El nacionalismo se divide en tipos y movimientos. Estos tipos pueden ser orgánicos (basado en factores históricos) y liberal (basado en voluntad popular). La voluntad popular se da por medio de una constitución. Por otra parte los movimientos del nacionalismo son unificadores y disgregadores. Los países unificadores son Alemania e Italia mientras que los disgregadores son Grecia, Polonia e Irlanda.
El enfrentamiento entre la ideología del antiguo régimen y la ideología liberal provoca las revoluciones burguesas. La revolución burguesa tiene como objetivo la evolución democrática que logra la ampliación de derecho al voto y aspiraciones y partidos obreros. De la ampliación del derecho al voto se pasa al sufragio censitario y seguidamente al sufragio universal para la constitución.
La revolución burguesa se dio con oleadas de la revolución americana, revolución francesa, la revolución de 1830 y la revolución de 1848. Luchando contra los privilegios absolutismo y feudalismo de la ideología del antiguo régimen.
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