Lisistrata

Universidad de Puerto Rico en Ponce

Departamento de Humanidades

Lisístrata por Aristófanes

Tatiana V. Torres Dávila

Huma- 3111 Comp. Cultura Occ. 1 y 2

Dr. Campbell Wolfmeyer

Sección: M06

Introducción

El juramento de las mujeres para el ayuno de sus deseos carnales y sus “no ganas” sobresale en el texto, pues podemos observar como las mujeres de toda Grecia son incapaces de acceder a sus propias satisfacciones o es muy difícil que se puedan unir para lo que ellas creían que era la solución para que terminara la guerra.

Lisístrata que en este caso era la dirigente de este movimiento feminista en Grecia, es obviamente un personaje muy importante en el texto con algunas características que no se pueden dejar pasar por alto por ejemplo, su deseo de cambio, su incomprensión a que las mujeres le den un nivel de importancia más elevado al, atender a los niños, las casas y los maridos, que ha acudir a una muy importante asamblea en donde discutirían el futuro de su población.

Aparte de que goza el hecho de que ella sea quien tome un papel de hombre en la asamblea, un papel de fuerza, y orden, aunque las demás mujeres no estén tan dispuestas a ser tan fuertes con las cosas que les pide Lisístrata, incluso el tomar consigo la Acrópolis les pareciera lleno de violencia, como para conseguir lo que ellas deseaban, que acabara la guerra.

Un grupo de mujeres griegas, decide que la mejor forma para acabar con la guerra del Peloponeso que duro muchísimo tiempo, es la abstinencia sexual.

Lisístrata, es una mujer ateniense, que no ve a su marido mucho porque siempre está en la guerra, decide reunir a un grupo de mujeres, de todas partes de Grecia (atenienses y espartanas). Lisístrata les dice, que ha pensado mucho y ha llegado a una conclusión de cómo acabar con la guerra del Peloponeso, y así poder ver a sus maridos; esto es nada más y nada menos, que la abstención sexual.

En un primer momento las mujeres se niegan porque piensan y consideran que un pene o el sexo es lo mejor de este mundo. Lampito, es una mujer espartana, está de acuerdo con Lisístrata, en abstenerse sexualmente. Luego todas las mujeres reunidas allí aceptan y pactan un juramento, el cual consiste en poner una copa grande y negra boca arriba y vertiendo un cántaro de vino de Tasos, jurar sobre la copa. Todas ponen las manos en la copa y Lisístrata va diciendo el juramento y las demás mujeres repiten.

“Ningún hombre quien sea ni amante ni marido se acercará a mí con su arma enhiesta. He de vivir sin amor y sin hombre, vestida con mi bata de color de azafrán y bien acicalada. Para que mi hombre se queme de deseo, yo nunca al marido le habré de dar su gusto. Pero si él por la fuerza me violenta me mostrare pasiva sin moverme siquiera. No alzaré yo hacia el techo mis sandalias de Persia. No me rendiré cual leona sobre el mango caliente. Si guardo mi juramento podré beber se este vino, si yo lo quebranto que esta copa quede llena de agua.”

Luego del juramento cada una va bebiendo de la copa. Cada mujer se encarga de propagar el juramento por toda su ciudad, así ningún hombre podría satisfacer sus deseos sexuales.

Cuando las mujeres toman la Acrópolis ateniense, un coro de ancianos llega con leña y un caldero de fuego. Comienzan a poner fuego a las puertas y un coro de mujeres aparece con vasijas con agua. El coro de ancianos mantiene una lucha verbal con el coro de mujeres. Comienzan, ambos coros, con amenazas hasta que el coro de mujeres le echa agua al coro de ancianos. Luego llega un comandante de la policía acompañado de gendrames, sale Lisístrata y el comandante le pide a un gendrame que la aprese, pero sale Cleonice a defenderla y el comandante pide a otro gendrame que la parece pero en esos momentos sale Mirrina.

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