Los Dulces Tipicos

Michoacán Ofrece al visitante comida variada y sabrosa. De acuerdo a las regiones que lo conforman. Entre esa variedad de platillos emergen los dulces típicos de nuestro Estado, muchos provenientes de las recetas de los antiguos michoacanos elaborados con una variedad de frutos silvestres. Por su parte, con el arribo de los españoles llegaron con su religión, su lengua, sus costumbres y una gastronomía, que al combinarse con los aromas y sabores de nuestras tierras, tomarían a ser únicas.

De esta unificación de culturas, nacerían los chongos, jaleas, laminillas de fruta, los incontables dulces de leche, cocadas, empanadas, las diversas capirotadas, los buñuelos y la fruta de horno, son sólo una muestra de la gastronomía michoacana.

Entre esos dulces que arribaron a las tierras mexicanas fueron las frutas en conserva, las cuales acompañadas con los frutos típicos de esta región, se forma nuevas mermeladas y un dulce que encontrara raíces en la ciudad de la cantera la Valladolid de la Nueva España, llamado Ate Moreliano.

Un dulce del cual es muy insuficiente lo que se tienen de información. Aunque Algunas crónicas mencionan que el Ate Moreliano proviene a primera mano de los claustros religiosos instalados en la antigua Morelia, dicha postura se enriquece al afirmarse: “en el año de 1784 llegó a la ciudad de Valladolid de Michoacán el Obispo Fray Antonio de San Miguel, quien pronto se familiarizo con los variados platillos y excelentes postres de la región, entre ellos, sobresalían las cajetas de frutas, que más tarde se llamarían ates”

La historia cuenta que cuando los frailes franciscanos elaboraban una pasta de fruta adicionada con jugo de frutas y azúcar a la que se llamaba guayabate, membrillate, etc., dependiendo de la fruta utilizada; con el tiempo se le denominó simplemente "ate". Las monjas dominicas del Convento de Santa Rosa de Lima, hoy Conservatorio de las Rosas, las monjas iniciaron la comercialización de los ates.

Dedicaron

El árbol de membrillo es originario de Asia Menor y el Cáucaso. Griegos y romanos llevaron este fruto a España, lo comían cocido y endulzado con miel. Los romanos lo utilizaban también para elaborar un licor con orujo, vino tinto y membrillo. El dulce se prepara simplemente cociendo pulpa de membrillo con igual cantidad de azúcar, obteniendo un bloque de dulce que puede ser cortado para acompañar o rellenar distintas preparaciones culinarias.

Se puede emplear en diferentes dulces tales como las galletas, como ingrediente de algunas tortas, o también haciendo maridaje acompañando un plato con queso. En la cocina argentina y la uruguaya, se lo asocia a las facturas o bizcochos, ya que es común que muchas de ellas estén rellenas o cubiertas por este dulce...

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