MONOGRAFIA DE COAHUILA
KEVINSAIN6 de Marzo de 2014
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TOPONIMIA
COAHUILA, etimológicamente quiere decir: Coatl: Culebra y Huiliana: Arrastrarse
Esto lo podemos interpretar como:
LUGAR DONDE SE ARRASTRAN LAS CULEBRAS "LUGAR DONDE ABUNDAN", aunque algunos le dan interpretación de VIBORA QUE VUELA.
Coahuila de Zaragoza es un estado del Noreste de México y uno de los 31 estados que junto con el Distrito Federal conforman las 32 entidades federativas de México
FIESTAS POPULARES:
El 30 de noviembre de cada año la comunidad católica festeja al Santo Patrono "San Andrés Apóstol" con una gran verbena popular: donde se lleva a cabo un festival artístico, venta de antojitos mexicanos, danza de matachines, y culmina con la quema de pólvora. La Feria de Nava se realiza los primeros días del mes de Junio, se cuenta con la participación de reconocidos artistas en el teatro del pueblo, atracciones mecánicas, peleas de gallos, carreras de caballos, rodeos, todo esto en las nuevas instalaciones destinadas para estas fiestas. Las Fiestas de "San Andrés", inician la última semana del mes de noviembre y terminan la primera semana de diciembre. Se instalan atracciones mecánicas puesteros y vendedores del interior de la república. El aniversario de la fundación de Nava se celebra cada año del 21 al 24 de febrero con sesión solemne de cabildo, cabalgata, ceremonias cívicas, festivales artísticos, demostración de periódicos murales y de escoltas, desfile de carros alegóricos, torneos deportivos y carreras atléticas.
TRADICIONES Y COSTUMBRES:
El 1 y 2 de noviembre se congregan las familias en el panteón para llevar ofrendas florales a la tumba de los fieles difuntos..Es costumbre que se reúnan los miembros de la familia (primera, segunda y tercera generación) en las fiestas decembrinas los días 24, 25 y 31.
El campamento kikapú llama la atención por las casas de carrizo de techo elíptico, que ellos llaman casa india, al lado de jacales similares a las viviendas de la región, que denominan casa mexicana.
Muchos mexicanos ignoran que al norte del estado de Coahuila habitan desde 1852 los kikapúes, indígenas originarios de Wisconsin que emigraron al sur huyendo de los conflictos bélicos que afligían la zona a causa de las expediciones colonizadoras europeas.
A tres horas de Saltillo, si se viaja en automóvil, y a 130 km aproximadamente de la frontera con Estados Unidos, se localiza la zona llamada El Nacimiento, en el valle de Santa Rosa, formando parte de la cuenca hidrográfica del río Sabinas. En estos terrenos de unas 7 mil hectáreas, los indios kikapúes han luchado celosamente por preservar sus antiguas tradiciones y costumbres durante más de un siglo, con la determinación de mantener su identidad a toda costa.
Para comprender las razones por las que los kikapúes viven tan lejos de su lugar de origen es necesario remontarse al pasado.
En 1654, cuando los franceses exploraban el estado de Wisconsin con miras a colonizar la zona se encontraron a un grupo de kikapúes establecidos en refugios en Menomini y Winnebago. Aunque en un principio se mostraron renuentes a entablar relaciones con los colonizadores, incluso lucharon contra los franceses para repeler la invasión de sus territorios, con el tiempo llegaron a un acuerdo de alianza. De esta manera, cuando los ingleses, entre 1735 y 1736, trataron de quitar tierras a los franceses, los kikapúes mantuvieron su lealtad a sus aliados.
Con el Tratado de París en 1763, la derrota francesa transfirió a los ingleses el título de Canadá, la tierra de la Nueva Francia y el este del río Mississipi. Resentidos por este acontecimiento, los kikapúes no aceptaron a los ingleses, pero años más tarde, cuando los estadounidenses trataron de invadir su territorio, se aliaron con los británicos.
En el año 1800, diversas tribus que vivían en esa zona del país vecino emigraron al sur y se establecieron en la ribera del río Sabinas. Posteriormente, debido a las invasiones y persecuciones de que eran objeto por parte de los colonos estadounidenses, solicitaron a las autoridades mexicanas ser reubicados. En aquel entonces, el general Guadalupe Victoria, primer presidente de la República Mexicana, les concedió tierras en Texas.
Como es sabido, a causa de la guerra de 1847, este territorio pasó a formar parte de los Estados Unidos; por tanto, en 1850, los kikapués solicitaron nuevamente al presidente mexicano, José Joaquín de Herrera, les diera asilo en México. Dos años después les donaron los terrenos de El Nacimiento en el municipio de Múzquiz; región donde han vivido hasta nuestros días.
El clima semidesértico que predomina en este lugar, con temperaturas de más de 40°C en verano y de cero centígrados en invierno, y los escasos recursos naturales de que disponen son los dos factores que han determinado la vida de los kikapúes, quienes, hasta principio de este siglo, fueron un grupo eminentemente cazador y recolector, pero al disminuir la fauna de la región se vieron obligados a desarrollar actividades agrícolas; es decir, a cultivar pequeñas parcelas con maíz, frijol y calabaza.
Actualmente, su principal fuente de ingresos es el trabajo migratorio. A partir de 1952, año en que las autoridades estadounidenses les concedieron tarjetas de inmigración, los kikapúes, salvo los ancianos, las mujeres y los niños, se trasladan a diversos lugares de los Estados Unidos para trabajar en las cosechas de legumbres.
Estas labores las realizan generalmente de cinco a siete meses al año (de abril a octubre), y es la base de la economía indígena.
Sus ingresos se complementan con el trueque de pieles por alimentos; con el comercio de trigo, avena, maíz, frijol y calabazas, cuando las lluvias han sido abundantes y permiten la irrigación; la venta de chile piquín que las mujeres y los niños cosechan durante el otoño, o bien con el comercio de artesanías. De esta manera, la economía de los kikapúes es superior a la de muchos grupos indígenas nacionales.
El campamento kikapú llama la atención por las casas de carrizo de techo elíptico, que ellos llaman casa india, al lado de jacales similares a las viviendas de la región, que denominan casa mexicana.
Según los cambios de clima, la casa india se construye dos veces al año. La casa de verano, ocupada en marzo después de las ceremonias de Año Nuevo, tiene forma rectangular, está levantada sobre un armazón de troncos verticales y consta de dos partes: la casa, propiamente dicha, y un anexo.
Las paredes son de carrizo y dejan libre un espacio que hace las veces de puerta, donde cuelgan una cortina. El techo, que cubre la casa y el anexo, es de tule, o también lo elaboran con varias esteras o petates sobrepuestos, que se afianzan con varas flexibles, cruzadas de un extremo a otro, a lo largo y a lo ancho de la construcción.
Para dormir, dentro de la casa, utilizan algo similar a las literas, construidas de vara sobre las que se coloca un colchón y un mosquitero llamado escudo.
La casa de invierno, en cambio, es de forma elíptica, construida con un armazón de tule que no permite el paso del frío. La parte central del techo tiene una abertura con el propósito de dejar salir el humo del "fuego sagrado", el que se coloca en medio de la habitación.
Por su parte, la casa mexicana, construida con tabique, tiene características similares a las viviendas urbanas de la región. Cuenta con agua, electricidad, televisión y otros aparatos modernos de los que carece la casa india, y la emplean para cocinar.
Asimismo es posible observar otro tipo de construcciones de muy reducidas dimensiones y pobre apariencia, en comparación con el resto de las viviendas. El techo elíptico está cubierto de cartón y plástico para impedir el paso del frío y la puerta es de madera. Esta pequeña casa sirve de albergue a las mujeres cuyo estado, de alumbramiento o menstruación, las obliga -según las creencias kikapúes- a permanecer lejos de su casa habitual.
Además, existen numerosas costumbres y tabúes en torno a las viviendas. Por ejemplo, antes de empezar a construir una casa se lleva a cabo una ceremonia especial, y ésta debe fabricarse con material virgen.
La casa es de la mujer, pero una mujer adulta necesita el consentimiento del jefe para poseerla o construirla. El terreno pertenece a la comunidad, por ello, si la casa no recibe el cuidado adecuado de sus moradores, el terreno se le asigna a otra familia. Los padres duermen al lado izquierdo de la puerta, mientras que los niños y otros miembros de la familia del lado derecho, y los hijos pequeños a los pies de los padres.
Nadie puede comer en el lado oeste de la casa, ya que ese lugar está destinado a los espíritus. Tampoco está permitido cepillarse el cabello, cortarse las uñas o rasurarse dentro de la casa. Está prohibido brincar encima del fuego, pues existe la creencia de que las mujeres pueden sangrar hasta morir en su próxima menstruación. No se pueden realizar trabajos de madera y plata dentro de la casa, en particular los que pertenecen a juegos ceremoniales.
Dentro de todo el compuesto hay, aproximadamente, 83 viviendas habitadas por 400 personas y el terreno de la comunidad cuenta con 6 493 ha, usadas para pastar. No disponen de servicios como escuelas, correo, tiendas, policía o transporte público; tampoco pagan impuestos al gobierno mexicano.
Los aparatos modernos que es común encontrar en el campamento son: televisores, máquinas de coser, linternas, radios de baterías, estufas de gas butano y camionetas pickup. Entre ellos, poseer una pickup es la mayor ambición de un kikapú, lo que no es difícil,
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