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Martha Ray víctima de su tiempo


Enviado por   •  11 de Abril de 2017  •  Ensayos  •  1.316 Palabras (6 Páginas)  •  264 Visitas

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Dentro de la disciplina histórica, el tema del género ha suscitado convencionalismos a la vez de impulsar la renovación de paradigmas que se normalizaban de antaño. Uno de aquellos, en que la feminidad se atascaba en un marco propiamente hogareño o amoroso dependiente, se trasluce en el actual libro como una crítica incipiente, queremos creer, al sistema decimonónico que, en muchas ocasiones, demonizó el comportamiento de Martha Ray en una relación no marital consensuada de a dos. Llama profundamente la atención lo que Brewer define en un capítulo como “el asesino como víctima”, aludiendo a Hackman, el homicida de Ray, cuyas motivaciones para cometer el crimen se hicieron inmanentes a un desatino exacerbado de sentimientos y no a un método racional planificado. La prensa, como expuso Brewer, terminó por volver un santo al mismo Hackman sabiendo que, incluso, portaba dos armas al momento del asesinato. En detrimento de Martha Ray, la prensa tuvo una división notoria: un lado la calificaba como una mujer ejemplar, aunque de orígenes pobres, y el otro la trataba de arribista, aprovechadora y manipuladora. En el presente ensayo, y con la disyuntiva expuesta anteriormente, nos proponemos analizar este dispar trato para exponer la violencia con que una mujer, acompañante de una alta autoridad, fue manoseada por los medios periodísticos tanto como cosa como mártir del sacrificio amoroso no legitimado por la sociedad aristocrática de Inglaterra en el siglo XVIII.

La metodología, esencial en la forma con que se aborda el caso, es por lejos la causa material detrás del desprestigio social que padeció Martha Ray antes y después de su muerte. La prensa puso en la palestra no sólo la óptica de un círculo profesional determinado, sino que expuso la idiosincrasia de la alta aristocracia al volver a Ray un objeto de culto y rechazo al mismo tiempo. Son las críticas suscitadas por la clase dirigente ante su caso mediático lo que nos acerca al hecho mismo de una mujer vuelta objeto de críticas y alabanzas, impulsadas estas últimas por su amante, el duque de Sandwich. Así y todo, la correspondencia y la numerosa publicación de obras literarias, comedias o poemas apuntan al mismo fin: Martha Ray, por sobre todas las cosas, ha perdido su condición humana gracias a la proliferación de escandalosas declaraciones; en sí, su misma muerte y la salida a luz de su relación con Sandwich fueron un escándalo difícil de controlar, incluso en una coyuntura donde las colonias británicas en América luchaban por su independencia.

        Primeramente, el escándalo de Martha Ray tiene tres formas que nos interesa: por un lado, su asesinato fue tratado con escepticismo por la prensa, no sabiendo si alienarse con una postura destructora de su imagen o una en que eventualmente se volviese un sacrificio amoroso por excelencia; en segunda instancia, la virulencia de una relación extramatrimonial no afectó de la misma forma a May en comparación a Sandwich, pues la primera fue fuertemente criticada por su aferro a una autoridad con poder mas no poseedora de riquezas exorbitantes, lo que a nuestro parecer es una ironía encarnada; la tercera forma es la dimensión que cobra Hackman desde el más allá: las emociones, al contrario de por ejemplo un asesinato premeditado gracias a una conciencia racional plena, constituían un mecanismo a través del cual la sociedad escatimaba todos sus esfuerzos por santificar la imagen de un verdugo.

        La posición de la prensa en la descripción y moldeo de May luego de su asesinato no fue de consenso. Claramente hay una disyuntiva. Pero, atingente a nuestra hipótesis, la misma indecisión de los medios escritos de información se traduce en una impostura frente al rol de la mujer en una sociedad fuertemente moralizada. Sandwich, al contrario de May, no fue tratado de la misma forma que su amante. Es más, en conversaciones sostenidas por aristocráticos de la Inglaterra victoriana, el hombre perdía todo resquicio de honor cuando tomaba posesión de una mujer de un igual, independiente de si esa mujer vuelta un bien de consumo era amante o esposa.[1] Por lo demás, Sandwich poseía título social de libertino, o sea, de alguien que no se rige por los parámetros socioculturales que impone la clase dominante, de la que él mismo forma parte. Ray, a pesar de verse envuelta en dicho círculo cultural, no posee una condición innata de mujer aristocrática. Así y todo, eso no se traduce necesariamente en que una mujer podría ser tratada indiscutiblemente como triunfadora de la vida por sostener relaciones con varios hombres a la vez. Por lo contrario, que una mujer realizara dicha actividad constituía un crimen moral que podría costarle toda reputación. No hay distinciones con una mujer: si supone infidelidad, esa mujer muere socialmente. Por lo mismo, sostenemos aquí que tanto prensa como sociedad, esta última moldeadora de los regímenes morales gracias a una idiosincrasia aristocrática, forjan una imagen en común: la mujer no posee las mismas facultades sociales que un hombre.

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