Medio Pelo

Capitulo IX

El autor en este capítulo expresa nuevamente quienes conforman el medio pelo: en primer lugar, la burguesía incipiente, que se había conformado después de 1930 sector que se vio beneficiado debido a la demanda de productos que no se podían importar a causa de la situación europea después de la guerra.

Esta situación de incipiente industrialización provocó la inmigración desde el interior del país hacia los centros industriales: Córdoba, Rosario y Buenos Aires. La presencia de los “cabecitas negras” impacto en la sociedad y su aglomeración en las ciudades molestaba a los porteños y también que éstos “cabecitas negras” pudieran acceder al consumo que les permitía el trabajo estable y un salario regular.

El autor plantea una diferencia entre esta burguesía industrial- comercial, con la vieja burguesía agropecuaria, que es el modo de ascenso, el de la vieja fue lento y con sectores mas diferenciados y la nueva burguesía ascendió rápidamente y eso le impide tomar conciencia de su papel histórico. Esta nueva burguesía cree que es todo gracias a su esfuerzo personal e ignora que es resultado de una situación histórica.

En segundo lugar, los primos pobres de la oligarquía, aquellos que llegaron al país pero no pudieron formar parte de la oligarquía terrateniente y luchaban por mantener sus status, y por último la intelligentzia, es decir, los intelectuales con valor y cultura europea. Estos últimos se sienten agredidos por el bienestar de los trabajadores y son celosos de su ascenso.

Estos tres sectores aspiran al estilo de vida de las viejas clases admiradas a las que trata de imitar, quieren pertenecer a la alta clase por lo que abandonan sus propias pautas de prestigio para asimilar las de sus adversarios. Jauretche enumera varias pautas a lo largo de los últimos capítulos, pero considera cuestión principal al barrio, pues dice que hay que residir en un barrio “importante” como Barrio Norte, o en su defecto zona norte, por ejemplo Pilar, pero no zona sur que está rodeado de barrios obreros al igual que el oeste.

Para el autor hay un hecho histórico que marca la conformación del medio pelo y fue la Revolución de 1943, porque deja una secuela en lo político, económico y social. En ese momento se quebraron las tablas de valores culturales que aquellos sectores consideraban inamovibles e identificadas con la naturaleza del país.

A diferencia de la clase alta, y aun de sus primos pobres, la alta clase media, la “intelligentzia” y la nueva burguesía, era hostil al régimen de la “Década Infame” y sus fraudes y atropellos. Pero sus preocupaciones democráticas locales habían pasado a segundo término ante las internacionales, y en el común denominador de la guerra las diferencias internas perdían importancia.

Capitulo X

En este capítulo el autor realiza una crítica a la nueva burguesía por ser un grupo que no se reconoce como clase, por no tener una conciencia objetiva política para ejercer el poder. Además por ser un grupo heterogéneo, que no se une para defender sus intereses sino que defiende los intereses de quienes ellos imitan, por lo tanto Jauretche dice que se traicionan a sí mismos y le adjudica a este grupo la causa de la derrota del proyecto nacional de 1955.

Esta nueva burguesía por no ver su ubicación (status), no fue consciente, no vio la realidad y fue egoísta, además al igual que la clase media, no tenían expresión política pues peronismo no había captado este sector, en cambio el militante obrero sí podía expresarse políticamente a través del dirigente gremial. Señala el autor la importancia que tuvo su accionar en ese momento histórico, que llevó a la fragmentación de la sociedad.

Jauretche comenta que el “medio pelo” utiliza algunas pautas como medio para buscar su prestigio, sabe que no está tomada en sí como alta clase, sino como imagen de la alta clase, y necesita obtener la imagen de un status, disimulando así la escasez de medios económicos, porque no hacerlo implicaba confesar su verdadera situación y desprestigiarse ante los que la imitan, creyendo que imitan a los de más arriba.

Alcanzar esa imagen de status es lo que determina el comportamiento como grupo social, por ejemplo una pauta es tener un automóvil que además de ser un transporte es símbolo de status desde la óptica del medio pelo, Jaurteche tiene en cuenta estos hechos porque aunque no parezcan significativos evidencian comportamiento de esta clase.

Capitulo XI

Este capítulo titulado “Las pautas del medio pelo” va a nombrar justamente las pautas que rigen la conducta de la gente del "medio pelo", diferenciándolas entre ideológicas y de comportamiento. Las mismas no nacen del grupo, pero por eso mismo las deben cumplir religiosamente para lograr alcanzar un falso status.

Pautas de comportamiento más continuadas:

• El lugar de domicilio, como se nombro anteriormente, Barrio norte es el lugar elegido por la clase alta, y donde se trata de asentar el medio pelo, aunque algunos no renuncian a sus antiguos domicilios.

• Automóvil y estancia: del automóvil es un símbolo por el que hay que sacrificar necesidades primarias, como ya hemos expresado en el capitulo anterior.

• Colegio: el colegio para los hijos debe ser privado preferiblemente religioso, dejando la enseñanza en segundo plano mientras lo importante era el prestigio social, los apellidos con que se van a rodear sus hijos y status que logran los padres.

También hay algunas pautas menores de comportamiento más comunes en mujeres: como la ropa, las preferencias artísticas, lugares de veraneo que los endeudan todo el año, el peinado y sitios de esparcimiento, todas estas dependen de la moda.

Las Pautas ideológicas no tienen fundamento ético solo se adoptan estéticamente para acreditar la pertenencia:

• Posición antinacional.

• Consideran en la cima de la escala de valores a los ingleses y en la parte inferior a los criollos, a lo que sea “flor de ceibo” (nacional).

• El racismo del “medio pelo” hace una distinción entre obrero y “cabecita negra”. El obrero es más aceptado porque es de apellido de origen generalmente italiano, piel blanca y considerada con algo de cultura así sea por su ideología socialista, comunista o anarquista. En cambio el “cabecita negra” era un extraño en la “casa” del medio pelo, un trabajador culturalmente inexistente, en pocas palabras “un negro” y el obrero “el trabajador decente”.

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