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Mexico :un Estado Constitucional O Un Estado Fallido?


Enviado por   •  28 de Febrero de 2013  •  3.556 Palabras (15 Páginas)  •  526 Visitas

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Mexico :un Estado Constitucional o un Estado Fallido?

Introducción

Comenzaremos con un poco de historia, sobre la formación de México.

México significa “en el ombligo de la Luna”. Del Nahuatl “Metztli” (luna) y “xictli” (ombligo). Los Aztecas lo pronunciaban “Meshico”.

Cuando se inició el gobierno de Cuautitlán, a fines del siglo VIII, estaba a punto de ser abandonada la ciudad de Teotihuacán.

Al despoblarse este centro de poder, donde la clase sacerdotal parece haber tomado un papel dominante, el militarismo cobró mayor importancia y algunas poblaciones establecieron su hegemonía mediante guerras de conquista que propiciaban la imposición de tributos a los pueblos vencidos. Nuestra región quedó dentro del área de influencia de Tula.

Además de combativos, los toltecas o habitantes de Tula eran hábiles para las tareas manuales y las labores artísticas. Otros pueblos los imitaron y de ellos aprendieron también la lengua náhuatl.

Por ello la cultura tolteca se convirtió en el modelo que siguieron las sociedades más refinadas del centro de México.

Más adelante, Tula cayó ante la presión de tribus llamadas chichimecas, que se adueñaron de esta región, abandonaron lentamente su anterior vida nómada, fundaron ciudades y aprendieron el idioma, las formas de vida, así como los oficios y las artes de los toltecas. Los recién llegados crearon importantes centros urbanos y religiosos, como Tenayuca, Texcoco, Azcapotzalco, Chalco y Amecameca, entre otros.

Una de las últimas tribus en llegar al valle de México fue la de los aztecas o mexicas, que fundaron México-Tenochtitlan y, en alianza con Texcoco y Tlacopan, en sólo cien años crearon el más poderoso estado militarista de la época.

A la llegada de los españoles, Tenochtitlan tenía sometidos a los matlatzincas de Calixtlahuaca, Teotenango y Malinalco; a los otomíes de Xaltocan, Xilotepec y Otompan; a los mazahuas de Jocotitlán, e incluso a los mexicas de Tlatelolco y a sus propios aliados, los acolhuas de Texcoco.

Hernán Cortés supo aprovechar el descontento de algunas de estos pueblos, se alió con sus caciques, hizo la guerra a los súbditos de Moctezuma Xocoyotzin, Cuitláhuac y Cuauhtémoc, y logró tomar la capital de los mexicas el 13 de agosto de 1521.

Aunque con alguna resistencia, poco después cayeron en poder de los españoles todas las poblaciones existentes dentro de los que hoy es el Estado de México.

Hernán Cortés llamó Nueva España al territorio sometido y estableció su capital en la propia ciudad de México-Tenochtitlan.

El emperador Carlos V retiró el mando al conquistador, nombró dos audiencias y finalmente inició la práctica de designar a un funcionario que actuaría en su nombre; desde entonces la Nueva España empezó a ser gobernada mediante virreyes, aunque con un poder mediado por una compleja división territorial y jerárquica.

El territorio del actual Estado de México quedó comprendido dentro del Reino de México, que en 1786 se convirtió en Intendencia de México. Sus ciudades y villas más importantes, habitadas por españoles, eran administradas por corregidores o alcaldes mayores. Los pueblos indígenas estaban organizados en repúblicas, con oficiales elegidos por los jefes de familia bajo la vigilancia de los curas párrocos, estas autoridades administraban directamente los bienes colectivos de las cajas de comunidad.

En un principio, en las cercanías de la capital hubo encomiendas, concedidas a conquistadores o caciques indígenas aliados de la Corona, pero con el tiempo se limitó la duración de estos privilegios y se adoptó la costumbre de conceder las tierras de cultivo, cría de ganado y otros ramos productivos, en calidad de mercedes reales a funcionarios recién llegados de España.

Desde el punto de vista cultural, los que se dedicaban a las letras, las artes o las ciencias eran principalmente religiosos.

Los frailes misioneros cumplieron un importante papel en el estudio de las lenguas indígenas y la conservación de la antigua cultura de Mesoamérica, así como en defensa de los derechos humanos de la población nativa, en la formación cultural de cronistas indígenas y en la construcción no sólo de edificios religiosos, sino también de obras de beneficio colectivo.

En esta región los franciscanos, dominicos, agustinos, carmelitas, mercedarios y jesuitas fundaron y edificaron algunos de sus más importantes edificios conventuales, como son los de Acolman, Zinacantepec, Tepotzotlán, Malinalco y Tlalmanalco, entre otros.

La desigualdad en que vivía la mayor parte del pueblo motivó que hombres como Miguel Hidalgo, Ignacio López Rayón, José María Morelos y Vicente Guerrero a tomar armas para luchar contra el gobierno virreinal. Todos ellos tuvieron seguidores en nuestra región y aquí se libraron importantes batallas. La zona del suroeste se distinguió por su apoyo a la causa insurgente.

Una vez consumada la Independencia en 1821 y ya adoptado el sistema federal, se erigió el Estado de México en 1824. Al iniciar nuestro país su vida independiente, enfrentaba la inestabilidad política, social y económica, por lo que se vio envuelto en constantes alzamientos y sufrió diversos actos de invasión e intervención extranjera. Sin embargo, la principal contienda ideológica entre 1821 y 1867 se dio entre quienes pretendían conservar sus antiguos privilegios (monarquistas, centralistas o conservadores) y quienes luchaban por impulsar los cambios requeridos por el progreso (republicanos, federalistas o liberales).

Fue en esta época cuando se dieron importantes luchas para establecer el orden constitucional que consagrara las garantías individuales, mientras se formaba un sentido de identidad nacional.

La Intervención Norteamericana en 1847, la Revolución de Ayutla en 1854 y 55; la Guerra de Reforma entre 1858 y 1860, y la Intervención Francesa, desde 1862 hasta 1867, fueron sucesos sangrientos que contribuyeron a fortalecer el patriotismo mexicano.

Mientras que Antonio López de Santa Anna llegó a erigirse en el caudillo militar que en 1853 estableció una especie de monarquía sostenida por la aristocracia, el clero y la milicia, Benito Juárez se convirtió en el símbolo del régimen liberal y republicano, que jamás se doblegó ante las pretensiones del reaccionarismo.

Podríamos seguir hablando del tema de la historia de este país, debido a que esto nos da una base sobre lo que es México

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