Mi Barrio

Medellín sin Tugurios o el barrio de Pablo Escobar como se le conoce hoy en día, un gueto de 400 viviendas unifamiliares, que construyó con destino a la gente necesitada. Basta con caminar las 3 calles que rodean la zona y subir más de 100 escaleras que hacen parte del sector, para comprender que las familias de las viviendas construidas guardan un profundo respeto al jefe del Cartel de Medellín.

Para los habitantes de este sector, Pablo Escobar fue algo así como una figura paterna para todos los que, entonces, estaban desprotegidos, especialmente por la falta de viviendas.

En el barrio Pablo Escobar hoy en día se percibe un ambiente casi que tranquilo sin dejar a un lado la delincuencia que aunque siendo en ocasiones muy poca, todavía se logran aspirar aires de la misma. Comparando lo vivido hoy con épocas anteriores, se notaba en ellas el reinado total de la delincuencia, donde de las 24 horas de un día se atendían inconscientemente 20 horas del sonido de los proyectiles rompiendo el aire y la tranquilidad de sus habitantes.

El respeto, la tolerancia, la amabilidad, entre muchas otras características que definen al barrio hoy, es lo que se recibe y de lo que se permean la mayoría de su gente y de los que llegan a esta comunidad. Una comunidad conformada por aproximadamente 16mil habitantes quienes están trazando una nueva historia con el fin de disipar tanta criminalidad que se tejió décadas atrás. Sin embargo Hoy, 30 años, después de haber sido levantado el barrio, los habitantes consideran que están solos en esta lucha ya que es notable el abandono del Estado frente a los problemas más graves de la comunidad generando entre muchas cosas la marginación social.

Abandono estatal porque el estado se está vengado de nosotros por ser herederos de la obra social de Pablo Escobar.

Propuestas de administraciones = cambiar el nombre del barrio para realizar inversiones en el mismo.

Según la gente de la comunidad el barrio se seguirá llamando así independientemente de lo que piensen los políticos de él.

Su nombre hace eco en las voces de los turistas, las víctimas de sus actos delictivos, pero también de en los 16.000 habitantes que conforman el barrio Pablo Escobar,

Pablo Escobar tiene en esas faldas del oriente de Medellín, un barrio por el que alguna vez fue bautizado en los medios de comunicación como el Robin Hood Paisa.

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