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Mito De La Revolucion


Enviado por   •  12 de Enero de 2015  •  1.776 Palabras (8 Páginas)  •  241 Visitas

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El mito de la Revolución Mexicana: Entrevista con Luis González y González

MGV: No tienen el aspecto de revolución en todas sus formas. Pero, cuando menos, eso se convirtió en una gran rebelión, en una gran disputa, algo parecido a una guerra civil.

LGG: Esa guerra civil, que va de 1910 a 1917, no fue muy popular. No se dio en toda la vastedad del territorio mexicano. Aquí en este pueblo —y es lo mismo que ha pasado en muchas otras partes—, les decían, a esos que andaban levantados en armas, "los fronterizos", porque era propiamente en el lado de la frontera norte del país donde se alzaban en armas los descontentos.

MGV: Efectivamente, los ejércitos que combaten en esta especie de guerra civil, que luego se llamará Revolución, no son muy numerosos. Pero causaron un problema prácticamente a todo el país, o sea que sí afectaron a millones de personas.

LGG: No hicieron que apareciera en la mayoría de la gente la confianza en un cambio favorable del país, ni en una mejoría que se viera a las claras. La revuelta repercutió más bien en que la gente estaba viviendo en la paz llamada "porfírica", muy tranquilamente, con ciertas necesidades que poco a poco se iban superando, y se vio forzada a dejar esa vida.

En una ocasión, a Friedrich Katz y a mí se nos ocurrió lanzar un concurso que consistía en esto: se invitaba a la gente, sobre todo del campo, a que contara cómo había sido la Revolución en su pueblo o en su rancho. Tenía que hacerlo en cosa de veinte cuartillas. Se presentaron algunos miles de concursantes, muchos más de los que esperábamos; y una cosa que nos sorprendió mucho, sobre todo a Federico, es que todos caracterizaban ese movimiento, que se había dado en la segunda década del siglo XX, como una calamidad, como el recuerdo de un terremoto, o de un cambio muy perjudicial en el clima. Se pensó en publicar la parte premiada de este montón de opiniones; nos costó trabajo, por un lado, seleccionar las mejores, y por otro lado, escoger las que fueran menos violentas contra la llamada Revolución. Uno: la llamada Revolución —según esos testimonios y otros muchos— no fue popular y, dos: ese pleito se tomó más como una catástrofe natural que como una acción humana.

MGV: Pero, si bien la Revolución tiene ese aspecto negativo tan obvio, ¿cómo fue posible que los gobiernos emanados de esa gran rebelión, guerra civil o revolución hayan podido acallarlo, de manera que crearan un mito, una visión de la Revolución muy positiva y muy aceptada por el público en las décadas siguientes? ¿Cómo lo pudieron hacer?

LGG: Pues no había mucha voluntad de violencia en el país. Como en la época de Porfirio Díaz —que tuvo el designio de la pacificación—, había en la voluntad mayoritaria de México esa pasión, ese gusto por la paz.

MGV: Sí, pero la Revolución busca crear sus propios mitos, y hay una propaganda cultural. Claro, después de lo que podríamos llamar guerra civil, llega el periodo de los cuartelazos, que hace del gobierno una institución inestable. Pero tuvieron que hacer surgir una visión del pasado inmediato que justificara las acciones del gobierno en turno. No sé cuándo se empezaría a formar un mito sobre la Revolución, más o menos inteligible, más o menos homogéneo, y que sería aceptado por el público. Creo que eso se lograría con Cárdenas ¿no?, cuando ya, digamos, el Estado es más fuerte, cuando se da más impulso a la educación. Se crean instituciones consagradas a crear la versión oficial de la historia.

LGG: Mira: el régimen de Cárdenas no es igual de principio a fin. En un primer momento, Cárdenas siguió —sin cambio de ninguna especie— la política del General Calles, incluso en el aspecto antirreligioso. En un segundo momento, don Lázaro pensó que era ya necesario deshacerse de Calles a como diera lugar, y tomar alguna política particular. En tercer lugar, Cárdenas consideró que había que acentuar la política agraria, que venía siendo desde el principio un método que siguió el gobierno para atraerse, o tratar de atraerse, a la población campesina. Él la acentúo porque, aparte de las tierras ociosas que repartieron los gobiernos anteriores, ahora Cárdenas llegó también a las tierras en trabajo: ése fue un cambio hasta cierto punto notable. Pero, a su vez, Cárdenas se dio rápidamente cuenta de que iba a crear un quebranto económico con el famoso ejido —eso no funcionó—, y entonces tomó unas medidas muy importantes que le vinieron al azar, como fue la de la Expropiación Petrolera, de tipo nacionalista (que en este caso tuvo de acuerdo a Estados Unidos, y ahí quedó). Luego Cárdenas se dio cuenta de que se produjo otro incidente que había que aprovechar: la Segunda Guerra Mundial; vio que iba a hacer falta la participación con los países en guerra, y que hacían falta ciertos productos. Entonces el mismo Cárdenas, que antes había sido un tanto opuesto a los hombres de negocios —como se vio en el famoso discurso que dijo en Monterrey—, propuso que había que lanzarse a realizar pronto una revolución industrial. Por supuesto, era algo incipiente, pero en aquella época hubo algunas acciones que, entre las consecuencias buenas, positivas, sirvieron para seguir con la industrialización, para hacer que México siguiera cambiando. Luego, enseguida, viene Manuel Ávila Camacho, que llegó a ser un presidente muy firme, porque él lo primero que quiso, en todo momento, es que no hubiera guerra de ningún tipo.

MGV: Pero en el aspecto, digamos, ideológico o cultural, los gobiernos que se ostentaban como de la

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