Museo Nacional del Virreinato Tepotzotlán
Lizi005 de Mayo de 2015
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MUSEO NACIONAL DEL VIRREINATO TEPOZOTLAN
El Museo Nacional del Virreinato es uno de los pocos existentes en el país, que puede considerarse como un logrado concepto de un museo dentro de otro, pues por una parte el recinto que lo aloja constituye una importante muestra arquitectónica del barroco en México durante el siglo XVIII y por la otra reúne una atractiva colección de importantes objetos que fueron creados durante el periodo virreinal
Entre las áreas del Museo Nacional del Virreinato es indispensable visitar la sala de marfiles, con su bellísima muestra de Cristo y figuras religiosas esculpidas en este material y el templo dedicado a San Francisco Javier anexo al colegio, magistral obra del barroco mexicano con una hermosa fachada de cantera tallada y un excelente interior cuajado de retablos también de estilo barroco.
Diremos brevemente que la construcción de este recinto se inició en el año de 1670 y fue terminada hacia 1682 bajo la supervisión del arquitecto José Durán de Alméndramelo, aunque posteriormente sufrió algunas modificaciones y reedificaciones a manos de competentes artistas del siglo XVIII, como en el caso de la portada que fue obra del arquitecto barroco Ildefonso de Iniesta Bejarano.
En lo que se refiere a su interior, también apuntaremos que los retablos que adornan el Museo Nacional del Virreinato fueron construidos hacia 1753 por el maestro tallador Higinio de Chávez y el pintor oaxaqueño Miguel Cabrera, quien además pintó algunos lienzos para las paredes del templo.
EX CONVENTO DE ACOLMAN
Tres tormentas provocaron que las aguas del lago de Texcoco y de la presa del Rey se desbordaran e inundaran el templo, dos de ellas en el siglo XVII y una más en el siglo XVIII, cuando el primer piso quedó cubierto de agua y lodo. Ante la pérdida de obra religiosa y fondos documentales, el inmueble fue abandonado por los religiosos; no obstante, el clero secular lo ocupó de nueva cuenta a mediados del siglo XIX en condiciones de azolve. Así, a comienzos del siglo XIX el conjunto conventual se hallaba bajo el lodo. La inspección General de Monumentos Artísticos e Históricos decidió rescatarlo en 1920, de manera que el museo se constituyó como tal en 1921. El segundo nivel, que había librado las inundaciones, quedó en condiciones para exhibir la muestra de escultura.
A mediados del siglo pasado concluyó la restauración del ex convento, una vez que fue desazolvado y reacondicionado, y de rescatar algunas áreas de las ruinas. Hasta 1992, el museo exhibió obra pictórica y escultórica religiosa cristiana, libros del fondo parroquial, objetos prehispánicos y elementos arquitectónicos rescatados del desazolve provenientes del inmueble y enriquecidos con obra requisita da de otros conventos. También en 1992 se instaló una exposición referente a la historia y piezas de relevancia artística sólo en algunas áreas del convento: cocina, ante refectorio y refectorio. En el año 2000 se agregaron la ambientación museográfica de una celda y la galería de agustinos destacados. En 2012 se terminó una de las fases de intervención en el inmueble y, ahora se está trabajando en un nuevo guion museológico.
TEMPLO DE SAN FRANCISCO JAVIER DE TEPOZOTLAN
Su construcción se inició en 1670 gracias a un donativo de la familia Medina Picazo, ellos fueron los patrones de esta iglesia. Los Medina Picazo fueron cuatro: Francisco Antonio, un capitán de milicias y Tesorero de la Casa de Moneda. Doña Isabel, profesora del convento de Regina de Coello. Pedro León, miembro de la Compañía de Jesús. Y Buenaventura que fue sacerdote secular. Una opulenta familia de criollos descendientes del doctor Pedro López, médico de Hernán Cortés en la expedición de las Hibueros. Y además de este templo, también los Hospitales de San Juan de Dios y San Lázaro y la antigua Basílica de Guadalupe
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