Nuestro presente y pasado en una increíble y triste historia

Nuestro presente y pasado en una increíble y triste historia.

La abuela deslamada, una pequeña niña obligada prácticamente a prostituirse por incendiar la casa de su ya mencionada abuela, delirios, naranjas con diamantes, veneno, una hermosa ballena blanca, todo esto está el libro de Gabriel José de la Concordia García Márquez, mejor conocido como Gabriel García Márquez, personaje el cual da mucho que hablar gracias a su vida y obra, en 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura y también está relacionado de manera inherente con el realismo mágico y su obra más conocida, la novela Cien años de soledad, es considerada una de las más representativas de este género literario e incluso se considera que por su éxito es que tal término se aplica a la literatura desde los años setenta, pero el realismo mágico no sólo se encuentra en este ya dicho libro sino también en la novela “La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada.”, en donde el contexto social y económico es

En la historia que se representa en el libro “La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada.” De Gabriel García Márquez, se ve reflejado tanto el aspecto económico, social y cultural; desde cómo viven y todas las cosas que tenían en su poder hasta en el momento en que a la desdichada Eréndira se le trata como una mercancía y como un objeto de placer para todos los hombres que tenían lo suficiente para pagar por ella a su abuela, cuando la ofreció por primera vez ella se sintió insatisfecha con el precio que el sujeto quería pagar por ella “era faltarle el respeto a la virtud”, decía, cuando era aún más atroz vender a una pequeña e inocente niña a las garras de hombre que sólo busca abusar de ella, Eréndira no se negó a trabajar para su abuela ya que en el fondo ella sentía también que le debía algo a ella por los años que había vivido con ella y por haber quemado su casa, pero era un confort mutuo, para la abuela era el sustento económico y también la criada no tenía tanta relevancia para ella que fuera su nieta; para la joven Eréndira el confort era formado por que le daba donde vivir pero también tenía una dependencia familiar hacia ella y miedo, por supuesto Eréndira estaba condicionada por su abuela y se notaba en la contestación de ella hacia la abuela, “sí, abuela”; llegó el momento que era incluso por inercia porque contestaba cuando ya estaba prácticamente dormida.

Eréndira era explotada por ser la nieta bastarda, para ver alguna relación habría que echar un vistazo a la época de la Colonia en donde era una deshonra tener un hijo con una indígena, ya que ellos se creían de una raza superior a la de los originales habitantes de las zonas en donde llegaron colonizar y se notaba porque a los mestizos les tocaban menores papeles

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