Opinión pública

Qué es la opinión pública

El término opinión pública es un concepto que hasta el día de hoy no tiene un significado preciso y claro, es concebido por diversos autores con distintas acepciones. Además se trata de un término que se encuentra en constante cambio. Al estar dentro de la sociedad, va cambiando con ella.

La opinión pública es un fenómeno de la edad moderna puesto que supone la formación de una sociedad “civil”, esto quieres decir, una sociedad separada del Estado, que relega al individuo a la esfera privada de lo moral, mientras el gobierno se queda con el monopolio de la fuerza y la esfera pública o política.

Cita Habermas a Landshut “El Estado moderno presupone como principio de su propia verdad la soberanía popular, y ésta, a su vez, tiene que estar encarnada por la opinión pública. Sin esta atribución, sin la substitución de la opinión pública como origen de toda autoridad de las decisiones obligatorias para todo el mundo, falta a la democracia moderna la substancia de su propia verdad”

La opinión pública no es estática, cambia con el tiempo; se caracteriza por que está formada más por juicios de valor que por juicios de hecho. No coincide con la “verdad” sin embargo se supone que debe expresar una actitud racional, crítica y bien informada.

Vincent Price en su libro La opinión pública, nos explica que el concepto de opinión pública no se expuso explícitamente sino hasta el siglo XVII. Antes hubo distintas concepciones para cada una de las palabras que conforman este término. Antes de su definición liberal y democrática, opinión tenía dos significados: primero se concebía como “opinión general, o común” y distinguí juicios de hechos; también se le distinguía como “maneras morales y costumbres”. Las concepciones de público vienen desde publicus = pueblo que hace referencia al “acceso común ‘lugar público’” y a “cuestiones de interés general” .

Fue en el siglo XV en que hubo varios cambios en la vida social que permitieron la aparición de la opinión pública. Primero con la aparición de la imprenta que hizo posible una ampliación de los materiales y de la literatura, y la reforma protestante que dio como resultado un incremento en el número de comerciantes, formando la posibilidad de alfabetización entre esta población, que con la difusión de las publicaciones literarias, se forma un “público lector” con una concepción más individualista de la persona.

En el siglo XVII estas ideas que venían de la literatura, se convierten en filosofías liberales. A finales del siglo XVII y principios del XVIII, con el crecimiento el capitalismo y el seguimiento de la sociedad burguesa, empiezan a surgir “sitios de reunión” donde los lectores e intelectuales se reunían a discutir asuntos de interés público. Price los llama como las primeras esferas públicas de razonamiento crítico.

Con el incremento de una esfera pública activa la opinión pública emergía como una nueva forma de autoridad política, con la cual la burguesía podría desafiar al gobierno. La opinión pública se daba en la esfera pública por medio del debate.

El debate, según Price, debe ser público y abierto, soberano e igualitario. Debe ilustrarse a través de una publicidad de los asuntos políticos y sus consecuencias en la esfera de lo público. La noción de "espacio público" requiere una interrelación de "lo público" que es contrario a lo privado, pero no en un sentido jurídico-social, sino psicosocial.

Sobre las transformaciones de la publicidad política, Jean Ferry quien nos habla de los dos modelos de espacio público que existieron:

Modelo griego: en él, a lo que hoy llamamos espacio público, en ese tiempo era la llamada “plaza pública” donde los ciudadanos se reunían para debatir. La polis, que era pública, se distinguía de la esfera privada de la domesticidad y la economía.

La necesidad de mantener una cohesión social justificó la institución de una esfera privada de la opinión. Lo que crea la apertura de la publicidad es la fuerza exterior de la crítica, cuando las personas particulares constituyen las primeras “esferas públicas burguesas para intercambiar sus experiencias”

El advenimiento de las democracias masivas (s. XIX) han diluido la diferencia griega entre lo privado y lo público en lo social. El reino de la crítica se vio subvenido por el reino de la opinión. Así surge:

Modelo Burgués: en este modelo, que se crea con la ilustración, el espacio público corresponde a institucionalización de una crítica que empleaba los medios de la moral para racionalizar la dominación pública.

Este autor, designa a la opinión pública como “la masa segmentada de opiniones particulares en las que se expresan intereses divididos y hasta conflictivos. Ya no puede ser identificada como voluntad general” .

Posteriormente hay una redefinición sociológica del espacio público, justificada por el advenimiento de la sociedad de medios.

Para Habermas la esfera de lo público “es un campo de nuestra vida social en el que se puede formar la opinión pública. Todos los ciudadanos tienen libre acceso a ella. Una parte de la esfera de lo público se constituye en cada discusión de particulares que se reúnen en público .

Estos ciudadanos se reúnen voluntariamente para expresar y publicar libremente sus opiniones acerca de asuntos de interés general que a su vez depende de la praxis estatal, por medio de debate del que habla Price. Se trata de una gran concurrencia que necesita de medios de transmisión, y que en estos días, son los medios de comunicación.

Así, la prensa aparece como un dispositivo de concurrencia misma e influyente, que funciona como mediadora de una discusión pública, y no como simple transmisor de noticias. “La concurrencia se amplió y la difusión de la prensa y la propaganda va más allá de las limitaciones de la burguesía” .

Para él, la opinión pública se relaciona con las tareas de crítica y del control que practica informalmente la concurrencia ciudadana frente a la “dominación organizada del Estado”. La esfera de lo público es la mediadora entre la sociedad y el Estado. Como dice Fraenkel “La opinión pública hace llegar al Gobierno sus deseos y, a su vez, el Gobierno pone a la opinión pública en conocimiento de su política –la opinión pública domina pero no gobierna-“

Hoy en día la esfera de lo público se torna un campo de competencia de intereses privados en disputa. Los poderes sociales adquieren funciones públicas “refeudalización” de la esfera de lo público, pues las grandes organizaciones aspiran a compromisos políticos con el Estado. Ha perdido y se han debilitado sus funciones críticas.

Así mismo, también entra lo que menciona Giovanni Sartori, “La autonomía de la opinión pública ha sido ampliamente aplastada, por otra parte, por la propaganda totalitaria, ye entra en crisis, al menos en una crisis de vulnerabilidad, con la aparición de la radio, y más aún con la televisión”

Regresando a Price, también menciona algo acerca de la falta de crítica de la opinión pública en estos días, pues al tratarse de personas que actúan para satisfacer sus deseos individuales, define a la opinión pública como “la reunión de interesas de los hombres de una comunidad” donde el Estado es el árbitro. El público pasa de ser clases ilustradas al electorado deseable.

Por otro lado el debate, lo describe como “una masa de gente que se organiza en público, personas que reconocen un problema, producen ideas en conflicto, consideran alternativas, e intentan resolver el asunto a través de un consenso sobre una línea de acción” . En el transcurso de un debate se acumulan ideas del dominio público y los miembros responden a estas ideas con propuestas de forma privada y/o pública.

Hoy en día, ya no se puede hacer un debate cono se hacía con el modelo griego; con los miembros participantes más dispersos, el público atento sigue el proceso pero sólo actúa directamente con su voto o encuestas, se hacen necesarios los medios de comunicación.

Por otra parte el “debate público” se refiere a un debate entre los actores de la política contendientes –como los que se ven antes de las elecciones- que se transmite por medios de comunicación para que las personas del público atento lo observen y lo mediten.

Los medios de comunicación realizan una función de vigilancia para sus audiencias, los periodistas intentan alentar al público de los problemas. Y de correlación ayudando al público atento a coordinar sus propias respuestas al entorno político. Las élites usan los medios no sólo para comunicarse con sus seguidores, sino para hablar entre ellos.

Por ello es muy importante lo que menciona Dominique Wolton, acerca de la comunicación política para que pueda darse la opinión pública. La comunicación política evoca aquello que se vincula con la producción y el intercambio de los discursos políticos que exponen los distintos actores y que los medios reflejan. Esta autora muestra un recorrido histórico de estas definiciones:

• Primero se llamaba comunicación política al estudio de la comunicación del gobierno para con el electorado.

• Posteriormente al intercambio de discursos políticos entre políticos en el poder y los de la oposición.

• Después se le llamó así al estudio del papel de los medios de comunicación masiva en la formación de la opinión pública y a la influencia de los sondeos en la vida política para estudiar las diferencias entre las preocupaciones de la opinión pública y la conducta

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