PORFIRIATO

EL PORFIRIATO.

El Porfiriato fue un régimen encabezado por el General Porfirio Díaz, el cual comprende el periodo de 1878 a 1910. Este régimen seria la era de un dictador decidido a imponer orden y mantenerse en el poder con el propósito de preservar esa orden y llevar al país a un crecimiento económico.

Antes de que este régimen comenzara en 1854, Díaz apoyo el Plan de Ayala para derrocar al General Santa Anna, y luego competir con Juárez en la elección presidencial de 1867 de la cual obtuvo el triunfo. En 1871 regresa a las elecciones, batiéndose el puesto no solo con Juárez, sino también con Sebastián Lerdo de Tejada, consiguiendo de nuevo la victoria.

El 5 de mayo de 1877 Porfirio Díaz se convierte en presidente constitucional en las elecciones que había convocado Juan N. Méndez como presidente interino.

“Poca política y mucha administración” era el lema que sintetizaba el propósito de Díaz, sin embargo, en la práctica significo que con el tiempo se volviera 100% administración, la cual vislumbraba como primer punto: todo lo relacionado con el país quedaba a cargo del presidente de la Republica. Segundo: las cámaras de diputados y senadores debían aprobar lo que el presidente propusiera. Tercero: El pueblo debía confiar el lo que el presidente decidiera para el país. Cuarto: lo único importante es la acción presidencial y todo lo opuesto a ella resulta ineficaz. Esta fórmula funcionó al principio, pero como siempre, pronto comenzaron las imperfecciones y descontentos entre la población.

En noviembre 1880 Díaz dejo la presidencia en manos de su sucesor, el General Manuel González quien retomo la idea de la construcción de vías férreas y la mejoro mientras las comunicaciones se ampliaron hasta cubrir gran parte del territorio nacional, lo que hizo posible el avance de la agricultura, el comercio, la minería y la industria.

Durante el gobierno de Porfirio Díaz, México se integro cada vez más a la economía y política mundial, convirtiéndolo en uno de los productores primarios gracias a la abundancia de materias primas.

En el ámbito social, la era porfirista presento grandes contrastes, ya que, por una parte se dio el surgimiento de una clase media, la cual se desarrollo al margen de los beneficios capitalistas extranjeros y al margen también del enriquecimiento de un pequeño grupo, los llamados “científicos”, paladines del crecimiento económico que sustentó el poder político de Díaz.

Por otro lado, estaba la clase trabajadora, campesina en su mayoría, fueron despojados de sus tierras y obligadas a trabajar en haciendas en las que se destacan las tiendas de raya, mientras que el sector obrero no gozaba de mejores condiciones de trabajo en las fabricas y minas.

El aspecto cultural muestra la persistencia del positivismo como filosofía al servicio de la industrialización. “Orden para alcanzar el progreso”.

La mayoría del pueblo mexicano vivía en la miseria, ignorancia y desigualdad, pero a pesar de su condición política y social sentaron las bases que darían inicio a la Revolución de 1910, que provino de un representante: Francisco I. Madero, que a favor de una modernización política reto al régimen porfirista siendo apoyado por cientos de pequeños poblados dispersos en el país, y con esto el régimen porfirista se desmorono con rapidez a pesar de que todos pensaban que era un sistema solido y respetable.

En julio de 1910 se forman por primera vez varios partidos políticos para competir en las elecciones de diputados y cenadores.

En las elecciones presidenciales los partidos anteriormente mencionados querían reelegir a Porfirio Díaz a cambio de que este permitiera que la elección vicepresidencia de la República fuera libre. Pero esta petición no fue llevada a cabo.

El Porfiriato constituyó el primer periodo largo en la historia de México

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