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Parte de mi novela


Enviado por   •  17 de Agosto de 2018  •  Tareas  •  2.255 Palabras (10 Páginas)  •  87 Visitas

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Siempre eh pensado que el libre albedrio no es más que un invento de las personas para evitar que caigamos en la desesperación de saber que ya todo fue escrito, nosotros no podemos decidir en qué familia nacer, con quien relacionarnos, a quien amar, a quien odiar, que sentir por quienes nos rodean.

Incluso quienes dicen saber cómo lograr la superación, solo la lograron gracias a que tenían la voluntad para alcanzar sus objetivos.

Los seres humanos somos incapaces de controlar nuestros instintos, al final solo terminamos haciendo aquello que está marcado con antelación, somos incapaces de decidir si nacer o no, pero si tenemos la capacidad de decidir cuando acabe nuestra vida.

Una madre se encontraba en el sexto mes de embarazo cuando empezaron a haber complicaciones por lo que tuvieron que internarla de urgencias teniendo que realizar una cesárea.

El problema recayó cuando dado a la complicación y el estado prematuro del embarazo, se le dio la noticia de que debía elegir a quien salvar, al niño o a la niña.

Tras meditarlo la madre dijo con una voz bastante tenue.

-Salva al niño.

Esa noche pasaron muchas cosas que muchos miran con asombro y curiosidad, mientras otros ven con miedo y pavor, la vida y la muerte, ese fue el momento en el que vi por primera vez el mundo.

Recuerdo que era un caluroso día de verano, esos típicos días que te encuentras sin ganas de nada acostado en el helado y reconfortante frio piso, mis padres me llamaron quienes esperaban en la cocina, murmuraron con un tono serio “Hijo ven aquí, necesitas saber algo de tu pasado”.

Me senté a su lado cuando vi que mi madre no se atrevía a entonar palabra, siendo mi padre que con voz autoritaria pero endulzada tratando de suavizar una noticia de algo que desconocía por completo me dice “Tenias una hermana”.

Mi mirada no era de asombro ni de agrado, más bien de confusión, pregunte donde se encontraba a lo que me respondieron “Ella ya no se encuentra aquí entre nosotros, pero ella te cuida desde donde esta”

Supongo que en ese momento no tuve la reacción que mis padres hubiesen esperado, a pesar de mi corta edad sabía que no estaba solo, siempre sentía la presencia de alguien que bien podría describir como mi alma gemela, a pesar de ser bastante solitario, no me describiría como alguien antisocial, sabía que ese alguien estaba en algún lugar y aunque encontrarlo sería difícil, la muerte de esa hermana que nunca conocí no sería una muerte en vano, sería un sacrificio para darle a otro ser la oportunidad de abrirse paso entre los peldaños de la vida.

Baje del tren en el que me encontraba, ya había llegado a mi destino, el pueblo de Cilicia, enseguida puse mis pies fuera del vagón me quede contemplado el lugar, era un arden bastante bonito a la par de desolado, el sol de mediodía resplandecía con fuerza mientras el aire traía consigo un fuerte aroma veraniego que inundaba el lugar, se podía escuchar el canto de los pájaros que parecían estar sincronizados en una hermosa y armónica melodía.

Tome mi equipaje, una maleta grande que traía ropa, toallas, sabanas y una mochila que llevaba a media espalda, me senté en  un banco cercano y me dispuse a esperar pacientemente la hora acordada para la llegada de mi tío y su hija, mi tren había llegado un par de horas antes así que no podía hacer más que  esperar, tampoco traía mucho dinero conmigo así que no me podía permitir esperar en la comodidad de un cuarto de hotel.

Me senté y mientras inhalaba el puro aire podía ver como mis preocupaciones y problemas se iban diluyendo, transformados en paz y tranquilidad, relaje mis músculos y contemple las tiendas que se encontraban en los alrededores de la estación, más bien solo contemplaba el aburrido personal local que había en ellas, ciertamente existen personas que no tienen más opción que conformarse con trabajar en lo que pueda, pero también es cierto que muchas de estas personas tuvieron la oportunidad de trabajar en algo mejor y desperdiciaron esas oportunidades por no escuchar a su corazón o simplemente por no tener la valentía para oponer su opinión al mundo y decidir su propio destino.

Obviamente no todo es económico y social, la riqueza y la grandeza solo existen cuando eres capaz de imponer tus triunfos personales ante las críticas de los demás y el amor ante el rechazo, siempre con la cabeza en alto.

No existe vida sin sentido, ni existencia sin razón, siempre hay personas que se abandonan a sí mismas y se postran a la muerte y al abandono, el sentido de la vida es encontrar el sentido de nuestra existencia, por qué estamos aquí es algo que solo nosotros mismos sabemos en el momento que estemos listos para descubrirlo.

Esta no es una tarea sencilla, llegamos al mundo sin más que una pista para lograr la realización, nuestro corazón, quien nos guiara en todo momento para poder llegar a esa tan añorada respuesta, pero si aprendemos a ignorar eso que nos dicta nuestro corazón, ya sea por vergüenza o temor de lo que dirán al expresarnos, estaremos perdiendo la única pista que tenemos hacia la realización.

Ciertamente yo tampoco eh encontrado el sentido de mi vida, la razón por la que estoy aquí, tampoco creo haber encontrado a mi compañero o compañera ideal.

¿Quién debería ser ese compañero o compañera ideal?, a mi parecer las personas se apocan ante los desafíos y buscan la opción más sencilla, olvidando que las experiencias fuertes y con las que más aprendemos son aquellas que nos hacen retorcer de dolor en el campo de batalla, pero permitiéndonos levantarnos y luchar con más fuerza por ese objetivo, el objetivo es ganar pero ese objetivo solo se logra gracias a la derrota.

Vivir con el miedo de enfrentarnos a nuestros miedos y lograr lo que nos proponemos nos hace olvidar nuestra meta, y ver el tiempo que perdemos en nuestra vida diaria haciendo cosas que no son nada, en lugar de hacer cosas pequeñas que valen mucho. Solo se necesita la valentía para seguir hasta las últimas consecuencias y estar dispuesto a enfrentar eso a lo que tememos.

En conclusión, no hay que tener miedo a los desafíos, bien que en cuanto más difícil la presa es de atrapar, más satisfactorio es el desenlace y por tanto, más valió la pena el esfuerzo, frente a esto muchas posibilidades hay, pero la cobardía y el miedo no son una opción.

Hablando de retos, conoceré a mi prima, después de todo esa es la razón por la que vine a Cilicia, mi tío me dijo que debido a su trabajo él no podía quedarse mucho tiempo en casa así que me escribió pidiéndome que me mudase a Cilicia y cuidase de ella, a cambio me dejaría vivir en su casa y me daría una buena cantidad de dinero para que viviera cómodamente. Nunca he tenido una hermana menor, no sé cómo cuidar de ella, siempre eh pensado que el cuidado de las cosas y las personas solo supone problemas.

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