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Partidos Políticos Y El Estado-Nación


Enviado por   •  17 de Enero de 2014  •  2.348 Palabras (10 Páginas)  •  223 Visitas

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Pregunta uno: Partidos y Sistemas Electorales. Resuma, desde la generalidad, las principales tipologías que permiten describir los sistemas de partido y las diferentes alternativas que presentan los sistemas electorales. Se valorará, especialmente, la relación que el estudiante exponga entre ambos temas. Añada al final de la pregunta una breve reflexión dedicada al actual sistema electoral en Chile.

Dentro de los criterios de demarcación para los partidos políticos, existen dos características que son básicas para formar una tipología, el factor numérico y el ideológico. El primer factor tiene relación con la estructura del sistema de partidos, permitiendo que este se clasifique en: unipartidista, bipartidista o multipartidista. Mientras que el segundo factor hace referencia a las concepciones que tenga cada partido de lo público y de lo privado, lo que permite establecer una vinculación más cercana o lejana entre los distintos partidos según su visión.

De acuerdo a los anteriores criterios, es más fácil entender la tipología expuesta por Sartori en su libro “Partidos y sistemas de partidos”, ya que en su tipología se ven utilizados tales criterios. Sartori expone una tipología con siete clases de regímenes:

Partido único: se caracteriza por la falta de competencia, en un sistema en que generalmente está proscrita la existencia de otros partidos.

Partido hegemónico: existe más de un partido político, pero sólo uno consta con las herramientas y la posibilidad de gobernar.

Partido predominante: hay más de un partido, pero uno de ellos logra una permanencia consecutiva en el gobierno.

Bipartidista: se trata de la existencia de sólo dos partidos en posición de lograr el gobierno, por lo mismo existe la posibilidad de la alternancia en el poder.

Pluralista limitado: existen de 3 a 5 partidos, lo que genera que no haya mucha distancia entre las ideologías, por lo que el gobierno tiende al centro.

Pluralista extremo: hay de 7 a 10 partidos, por lo que se ven posturas extremas.

Atomizado: cuentan con más de 10 partidos, llegando a la deslegitimación del régimen, ya que cuentan con partidos anti sistema.

De acuerdo con la tipificación anteriormente expuesta, Sartori presenta una clasificación de acuerdo con la competitividad que se genera entre los partidos de los diversos regímenes. De tal manera que el sistema de partido predominante, el bipartidista, el de pluralismo limitado, el de pluralismo extremo y el atomizado caen dentro de la categoría de Sistemas de partidos competitivos, mientras que el sistema de partido único y el de partido hegemónico están en la categoría de Sistemas de partidos no competitivos. En cuanto al sistema de partido predominante cabe aclarar que este es considerado como competitivo, porque si bien hay una preeminencia de un partido está la posibilidad latente de que se genere rotación en el gobierno.

En resumen podemos decir que “se le llama sistemas de partidos al conjunto de partidos políticos existentes en un determinado sistema político y a los elementos que caracterizan su estructura” (Aguilar, Galindo, 2006, p. 23). En la misma línea Sartori plantea que los sistemas de partidos son un sistema de interacciones, las cuales se generan por la competencia entre partidos. Y de acuerdo a lo expuesto con anterioridad podemos decir que hay por lo menos 3 formas de clasificación de los sistemas políticos: basados en el número de partidos, en la ideología y/o en el modelo de competencia.

Cabe agregar que los sistemas de partidos políticos están ligados al concepto de Democracia, esto debido a que “el gobierno del pueblo” puede ser directo como indirecto, dependiendo de la cantidad de personas que compongan al pueblo. Es en relación al gobierno indirecto donde se crea la conexión con los partidos políticos, ya que de entre sus miembros saldrán los representantes de los ciudadanos, quienes son elegidos de manera libre, periódica y reguladamente. Las tres características anteriormente nombradas en conjunto con el reconocimiento del sufragio universal, son necesarias para que cualquier elección sea considerada como competitiva.

En base a lo anterior se puede razonar que las funciones de las elecciones son: generar un gobierno, vale decir, designar un grupo de personas que se hagan cargo de las tareas públicas; permitir la representación, es decir, que mediante la libre elección se designen personas que identifiquen los problemas de la mayoría; y finalmente suscitar legitimidad hacia el gobierno. Pero para que se logren tales objetivos, es necesario que el proceso de elecciones cumpla con una serie de normas, por ejemplo, en el caso de los electores, estos deben poseer la nacionalidad o ciudadanía (lo que depende del país y del proceso de elección), ser mayores de edad, estar en plenitud de derechos civiles y políticos y estar inscrito en el sistema electoral; para los elegibles, se debe tener entre los requisitos generales, la nacionalidad, la edad requerida para el cargo y en algunos casos título profesional; y a demás el proceso electoral debe estar altamente regulado, por lo tanto se convoca a un TRICEL, para que se encargue de la convocación a elecciones, presente el reglamento de campañas, proclame a los candidatos, vea el financiamiento, etc.

Ahora bien, con la base anteriormente expuesta cabe explicar que existen tres tipos de formulas para calcular los escaños ganados por parte de los partidos políticos, estos son el sistema mayoritario, el proporcional y el mixto. El primer sistema se divide en mayoría simple, por el cual resulta ganador el candidato o partido que obtiene mayor cantidad de votos, y la otra alternativa es la mayoría absoluta, la cual requiere el 50% de los votos más uno para nombrar a un vencedor. Por otro lado el sistema proporcional se divide en binominal, es decir que se concentra en dos partidos, y en pluralista, el cual se concentra en más de dos partidos. En general el sistema proporcional trata de la repartición de los escaños proporcionalmente al porcentaje de votos ganado por cada sector.

En el caso de Chile vemos que para las elecciones presidenciales se utiliza en primera vuelta el sistema de mayoría simple, y en caso de una segunda vuelta se usa la mayoría absoluta. De igual manera se emplea en las elecciones de alcaldes y concejales el sistema de mayoría simple, pero en el caso de diputados y senadores, es aplicado el sistema binominal. Este sistema ha sido desde hace tiempo duramente criticado por la marginación que genera sobre los partidos que no forman parte de las dos grandes coaliciones del país, y en especial sobre las candidaturas independientes,

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