Pensar la modernidad: Una historia cultural de las revoluciones

ISPP N°1

Profesorado de Historia

Pensar la modernidad: Una historia cultural de las revoluciones

Profesora: Piccoli, Silvia.

Alumna: Luna, Luciana Elizabeth.

Curso: 3 “B”.

2015

Pensar la modernidad: Una historia cultural de las revoluciones

         En el presente informe se limitará a hacer una interpretación personal en cuanto a la lectura del autor Carlos Lagorio, de su libro “Pensar la modernidad: una historia cultural de las revoluciones”.

 El autor, va a realizar una narración de la modernidad, considerándola como un período en el que las revoluciones encierran muchas variantes (políticas, científicas y culturales) ya que en ella, podrían encontrarse las diferencias evolutivas desde un plano de jerarquías y hegemonías, obteniendo como punto de partida a la revolución francesa, es decir, que éste iría brindando importancia a aquellos cambios que se producirían a partir de las revoluciones, donde posteriormente en su multiplicidad serían llamadas, “movimientos revolucionarios”, hasta que finalmente nos encontramos con la aparición de huelgas o protestas que contarían con la participación de las masas, aunque, si bien, no influirían en gran medida, pero si marcarían el descontento social y los nuevos pensamientos. Es decir, establece un análisis general, partiendo del periodo de larga duración desde  los siglos XV y XX.  Cabe resaltar que la información brindada por el autor, es detallada pero precisa sobre los procesos y acontecimientos que conllevaron a establecer una modernidad incipiente encabezada por la lucha de derechos e intereses que se verían reflejados en la conformación de ideales, por ende en la aparición de teóricos y críticos, que el mismo se encarga de detallar.

El libro Pensar la modernidad: una historia cultural de las revoluciones, se encuentra dividido por tres capítulos, llamados, “La modernidad temprana”, “Pensar la revolución” y “La pasión por la modernidad”.

Desde una interpretación personal, considero que dicho análisis surge a partir de encontramos con diferentes cambios, llamados en un primer momento como una modernidad temprana, es decir, el inicio de una modernidad desplegada en sus primeros síntomas, que, posteriormente tendría su consolidación en el estado absolutista, aunque a pesar de que éstos  eran considerados como favorables, simultáneamente traían una nueva etapa conformada por múltiples crisis, que desplegarían la aparición de una segunda  y tercera etapa de la modernidad, concebidas como el surgimiento nuevos modelos o el reacomodamiento de los ya existentes para un resultado eficaz.

 Es decir, el análisis del autor remite a una modernidad temprana que permitirá una economía libre, dejando de lado a la influencia de la iglesia y por ende trayendo consigo a un capitalismo incipiente, pensándola a ésta etapa como el período posterior al “descubrimiento” de América. Por lo tanto, en un primer momento haría referencia al tiempo en el que las monarquías eran legitimadas por el mandato divino y lazos de sangre, donde cuyos cambios que remarcaría (en esta etapa) son la aparición de una política de conquista, avasallamiento cultural y exterminio de los pueblos originarios, también, la aparición de los nuevos modos de producción como el mercantilismo y la adopción de la encomienda, trayendo consigo a rebeliones, producidas en éste caso, por cuestiones de la esclavitud y de las tribus que resistieron durante décadas. En pocas palabras, se refería a  las políticas expansionistas que significaban cambios económicos con sus respectivas repercusiones en el plano social y por ende en el ideológico, impulsados por intereses progresistas.

En síntesis, el autor va a concebir a la modernidad como un círculo vicioso de consolidación-evolución-crisis, ya que dicho análisis parte de considerar a los comportamientos sociales como un factor clave que dejaron huellas impulsadas por artistas, científicos y revolucionarios.

 Es por ello que el primer capítulo  nos habla de una modernidad temprana,  principalmente concibiendo los aportes y experimentos en áreas  como la astronomía, cartografía, física, anatomía, medicina, matemáticas, filosofía y el arte como una representación simbólica de los cambios, llegando a otorgándole una gran importancia a René Descartes, con sus correspondientes sucesores y críticos.

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