Peron

Desarrollo.

En el gobierno de Onganía (1966-1970), el Estado utilizó instrumentos monetarios, cambiarios, fiscales y controles de precios y salarios con el objetivo del crecimiento de la industria, el equilibrio del balance de pagos y la estabilidad de los precios. Para que los inversores extranjeros confíen en los objetivos, se dictó una ley en la que se establecía que el petróleo ya no sería nacional, se devaluó la moneda el 40% y se recurrió a un préstamo al FMI, se cortó el gasto público para bajar el déficit de lpresupuesto que pasó del 40% de los últimos meses del gobierno radical al 14% en 1967.

Luego del Cordobazo en 1969, se extinguió el peso moneda nacional y fue reemplazado por el peso argentino.

Debido a la agitación social y las protestas, el gobierno aumentó los salarios.

A continuación, en los gobiernos de Levingston y Lanusse, la crisis económica no hizo más que empeorar. Cuando Cámpora llegó al poder en 1973, los principios de su política se correspondían con los acuerdos entre partidos provenientes de la llamada Hora del Pueblo, creada en coincidencia con la salida política que buscó el gobierno de Lanusse.

El ministro de economía, Gelbard, tuvo 4 (cuatro) cuestiones de las cual ocuparse, una fue reducir la inflación, la cual se planeaba lograr con el Pacto Social que en junio el gobierno lo firmó con la CGT y la CGE, que establecía el congelamiento de los salarios en un plazo de dos años y el congelamiento de precios. Se buscaba alcanzar la “paz social”. También posibilitaría la rehabilitación de las instituciones políticas. La segunda cuestión era que en cuanto al sector externo, la balanza comercial fue muy positiva para nuestro país, ya que las reservas de oro y divisas se triplicaron. Otra cuestión también fue que en 1973, se vuelve a la nacionalización de los depósitos aunque debían reconocer las comisiones para poder estimular la captación de depósitos y por último, se encontraba el tema del exceso del gasto público por la designación de una cantidad considerable de empleados produjo un aumento del déficit fiscal y la inflación resurgió.

Perón asume en 1973 con la fórmula Perón- Perón acompañado por su esposa, María Estela Martínez, también conocida como Isabel Perón.

A pesar de ser un acuerdo económico, Perón también decía que el acuerdo tenía un aspecto político1. El pacto social incluía también el control de las inversiones de capital extranjero, un impuesto a la renta agraria con el propósito de incrementar la productividad por parte de los propietarios rurales, la estatización parcial del comercio exterior, la incitación a las exportaciones industriales y a la intervención en el sistema bancario. Estas medidas, sin embargo no tuvieron un indiscutible éxito, debido a la inflación constante que comenzó en la dictadura militar y la crisis económica mundial en el 1973-1974.

Durante el tercer gobierno de Perón se proponía llevar a cabo una reestructuración del capitalismo argentino, a partir de la puesta en práctica de un programa estructural que buscaba fomentar el desarrollo nacional, establecía una planificación que integraba la economía y abarcaba una gran cantidad de aspectos económicos. Otro factor que también contribuyó fue los trabajadores y los empresarios no aceptaron las disciplinas dictadas por el gobierno ya que discutían sobre la distribución del ingreso, porque en un momento, la inflación había bajado considerablemente.

A pesar de todo esto, los sindicalistas vieron el lado positivo de haber firmado el Pacto Social, los jefes sindicalistas ahora estaban a cargo del ala ortodoxa del peronismo, lo que le permitió también encabezar la ofensiva dirigida a suprimir la influencia y obtuvieron que el Estado aprobara un nuevo estatuto sindical. Según este, se otorgaban a los mandatos de los oficiales sindicales ciertas exenciones frente a la ley y recursos para poder sofocar la democracia interna y poder conocer al grupo que movilizaba a las bases obreras hace un par de años ya.

La presión de los trabajadores no se detuvo cuando comenzó el nuevo gobierno. Aunque el Pacto Social había suspendido las negociaciones en conjunto, los problemas laborales seguían apareciendo. Perón había reafirmado la colaboración de la burocracia sindical por medio de la Ley de Asociaciones Profesionales que reforzaba el control del Estado sobre los sindicatos y de la burocracia sindical sobre el movimiento obrero, de esta manera, Perón quería recuperar el control del movimiento obrero. Cuando el General actuaba de esta manera, reaparecía la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) que amenazaba, atacaba y asesinaba a los miembros de la izquierda y de la vanguardia obrera y popular.

Debido a que no se podía negociar sobre los ingresos mayores a los que había ofrecido el gobierno, los trabajadores buscaban la forma de conseguirlos, sí o sí. Para esto reinterpretaron los contratos de trabajo con los cuales comenzaron a resurgir conflictos a partir de la nueva distribución de tareas, la equiparación de los estatutos, el cálculo de la productividad. Otra cuestión también fue la lucha por la reincorporación de los desempleados debido a las razones políticas y las gremiales y el reclamo de los salarios atrasados. Las condiciones de trabajo continuaron siendo la causa por la cual continuaban los enfrentamientos por parte de los trabajadores. Esta movilización obrera cuestionaba las direcciones sindicales.

En el Pacto Social, los sindicatos se habían mostrado a su disposición al 100% mientras que los empresarios solo estaban dispuestos parcialmente.

Debido al congelamiento de las negociaciones colectivas, la CGT había obligado a los sindicatos a congelar el poder de afectar el comportamiento de los salarios. Los empresarios, en cambio, contaban con la capacidad de decidir si invertirían o no o si incrementarían la producción o no.

Dada la vigencia del congelamiento de precios internos, los empresarios redujeron e interrumpieron la producción.

El

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