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Presidencia De Emilio Protes Gil


Enviado por   •  20 de Mayo de 2014  •  5.952 Palabras (24 Páginas)  •  356 Visitas

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Presidencia de Emilio Portes Gil

El 30 de noviembre de 1928, el licenciado Emilio Portes Gil rindió la protesta de ley como presidente provisional en el Estadio Nacional, en presencia de sesenta mil ciudadanos. En su libro quince años de política mexicana, Portes Gil destacaría que "el hecho de que llegara al poder un civil, sin arreos militares y sin las características de caudillo a que la nación se había ya acostumbrado, despertó en todos los sectores un hondo sentido de optimismo y de fe". Consecuente con las palabras pronunciadas en su discurso de toma de posesión, de no introducir grandes modificaciones en la política, no efectuó cambios notables en su gabinete. Portes Gil es tal vez quien tuvo mayor autonomía con respecto al Jefe Máximo, pues Calles permaneció en Europa siete meses de los catorce que duró su gestión. Sin embargo, el mismo Portes Gil reconocería que era un deber de amistad y lealtad informarle de los altos preparatorios a la toma de posesión y, desde luego, de las personas que integrarían su gabinete todas las cuales tendrían la aprobación de Calles. Posteriormente, ya en la presidencia, el jefe Máximo fue consultado por él en todo asunto de trascendencia. Portes Gil señaló que jamás creyó que fuera una falta aprovechar su larga experiencia y su colaboración militar en momentos difíciles, como, por ejemplo, en el caso de la rebelión escobarista. No obstante, el hecho es que Portes Gil fue el presidente que gobernó con mayor libertad.

Partido Nacional Revolucionario

Durante la presidencia de Emilio Portes Gil tuvo efecto uno de los acontecimientos políticos con mayor trascendencia: la fundación de un partido oficial, el Partido Nacional Revolucionario (P.N.R.) El 1 de septiembre de 1928, Calles leyó su último informe presidencial ante el congreso de la Unión, en el que proclamaba el fin del caudillismo para dar paso a la era de las instituciones. En el mismo mensaje declaró que no buscará la prolongación del mandato, pero que al mismo tiempo, según daba a entender, no quedaría como un simple espectador de los acontecimientos políticos de país. El mensaje de Calles aceleró la formación del nuevo partido. Correspondió a Portes Gil, como uno de los primeros actos de su gobierno, constituir el Partido Nacional Revolucionario en calidad de partido oficial. La idea de fundar este partido obedecería a varias razones. Entre todas la de fusionar en un solo partido a la mayoría de los elementos revolucionarios y, además, disciplinar las tendencias de los pequeños organismos regionales, ya que cada uno de ellos creía enarbolar la bandera de la revolución. Pero la principal función del Partido Nacional Revolucionario consistiría en organizar y llevar a cabo las elecciones, tarea que antes estaba encomendada a la secretaría de Gobernación. Con anterioridad a la formación del partido oficial, los desórdenes motivados a consecuencia de las campañas electorales eran muchos, puesto que cada grupo se atribuía siempre el triunfo electoral y esto terminaba, en la mayoría de los casos, en levantamientos armados. Portes Gil señaló que la idea de formar un partido le parecía excelente, ya que "salvaría a México de la serie de trastornos" que ocurrían ante cada elección presidencial. El P.N.R, instaló sus oficinas el 4 de diciembre de 1928. Su primer Comité Directivo estuvo integrado por Plutarco Elías Calles como presidente, Luis L. León como secretario y Manuel Pérez Treviño en función de tesorero. El comité Directivo del Partido Nacional Revolucionario convocó el 5 de enero de 1929 a la gran convención que se efectuaría en la ciudad de Querétaro, a fin de discutir el programa y estatutos de dicha organización y designar al candidato presidencial. La convención se inauguró el 1 de marzo. Por decreto presidencial se dispuso que se descontara a todos los empleados públicos siete días de sueldo al año para mantenimiento del Partido y que estos empleados fueran considerados como miembros activos del mismo.

IX Convención de la Confederación Regional Obrera Mexicana

El 3 de diciembre de 1928, tres días después que el licenciado Portes Gil tomara posesión de la presidencia, la Confederación Regional Obrera Mexicana inauguró, en él Teatro Hidalgo, su IX Convención Nacional. En la sesión del día 4 se hallaba el ex presidente Plutarco Elías Calles muy identificado con la central obrera porque había una interdependencia de fuerzas. Calles necesitaba a la C.R.O.M. y ésta necesitaba de él. Durante la sesión ese día, Morones, líder de la central obrera, y sus compañeros atacaron fuertemente al presidente de la República culpándole de las percusiones sufridas por la confederación. Asimismo le presentaron varias exigencias y aprovecharon la convención para rechazar los cargos que contra los dirigentes del Partido Laboral se habían hecho en relación con el asesinato del general Obregón. Todo esto se dijo ante la presencia y el silencio de Calles.

Los convencionistas acordaron retirar a sus delegados de la convención Obrero Patronal que se llevaba a cabo paralelamente; decidieron igualmente que los miembros de la C.R.O.M. que ocupasen puestos públicos renunciasen a ellos y, por último, abandonar el Teatro Hidalgo – por ser propiedad del gobierno – y continuar sus sesiones en el Tivoli de Elíseo.

Después de esta asamblea prevaleció en los circuitos políticos un clima de interdumbre, en tanto se esperaba la respuesta de Calles y de Portes Gil. En la sesión de las cámaras, del 7 del mismo mes, acordó que diputados y senadores fueran en masa a hacer patente su adhesión al ejecutivo. De todas partes de la República se recibieron muestras de apoyo al presidente. Aprovechando la agitación que produjo en el país el rompimiento con los líderes de la C.R.O.M., algunos elementos militares, descontentos con Calles desde tiempo atrás, trataron de provocar un rompimiento definitivo entre éste y el presidente. Portes Gil aseguró que, inclusive, se le llegó a manifestar que Morones, Calles y otros militares "estaban planeando la forma de derrocar al gobierno provisional por medio de un cuartelazo". La actitud de Calles y de Monroe fue examinada por la cámara en sesiones tan violentas que casi salieron a relucir las armas. El diputado Aurelio Menrique lanzó duros ataques en contra del general Calles y le acusó de estar de acuerdo con los líderes de los trabajadores para minar al gobierno de Portes Gil, suscitando con estos las disputas que eran de esperar. Calles, obligado a tomar una posición, declaró que nada tenía que ver con las opiniones expresadas en la convención de la C.R.O.M. y que se había hecho mal uso de su presencia

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