Pueblos Indigenas- Los Warao

Universidad Bolivariana de Venezuela- Misión Sucre

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria

Aldea Bolivariana “Gral. Ezequiel Zamora”

Cúa Edo Bolivariano de Miranda

Estudios Jurídicos, VII Semestres, Sección “A”

LOS WARAO

Facilitador: Estudiantes:

Abg. Iris Soraya Zambrano Aguilera Luisa

Caraballo Horeiva

Colmenares Sergio

Torrealba Lilibeht

Cúa, Abril 2014

Introducción

En el presente trabajo se desarrollaran puntos importantes en la vida de lo Warao tales como la etnografía, organización sociopolítica, vivienda, creencias, costumbres, oralidad, modos de producción, entre otros.

En nuestro país al igual que el resto del continente americano desde tiempos inmemoriales habitan diversos pueblos indígenas.

En el Delta del Orinoco y parte del sur del Edo Monagas y Sucre habitan los Waraos, etnia integrada por más de treinta y seis mil (36.000) personas; su origen es de antiquísima data según los mitos cosmogónicos de los Waraos “Llegaron del cielo y al ver la abundancia de alimentos en la tierra muchos bajaron y otros quedaron arriba” cabe destacar que en tiempos muy remotos grupos humanos conocidos como la tradición Kotoch o Chaven se desplazaron desde la vertiente oriental de los Andes Peruanos y aportaron a los primeros pobladores conocimientos de alfarería técnica de cerámica prehispánica y horticultura, las comunidades que pertenecieron a estas culturas conocidas como barrancas alcanzaron buen desarrollo económico y social a partir de los excedentes agrícolas del cultivo de la yuca amarga.

Según la tradición oral de los Waraos llegaron al Delta como refugiados de otras tribus más guerreras, en el año 1499 Alfonso de Ojeda reconoce la desembocadura del gran rio para el año 1500 Vicente Yáñez Pinzón descubrió el Delta y Diego de Ordaz en 1532 remontó el Orinoco hasta la confluencia del rio Meta. El asentamiento de grupos no Warao comienza a partir de 1948 cuando Julián Flores, Juan Meilan, Tomas Rodríguez, Regino Sueva fundan el poblado 48 que es antecesor del actual Tucupita.

Warao:

Es un pueblo indígena que originalmente habitaba el continente americano antes de la llegada de los europeos. Actualmente la etnia Warao se ubica a orillas de los caños que forman el Delta del Orinoco, en las islas sedimentarias arrastradas de su caudaloso rio por la acción de las corrientes y las mareas sobre las aguas fluviales.

En las Tradiciones Warao se habla de que ya estaban allí cuando la isla de Trinidad estaba unida a la tierra firme, es decir, hace aproximadamente, entre ocho mil quinientos (8.500) y nueve mil (9.000) años. Es importante destacar que durante el último periodo glacial, por la acumulación de grandes cantidades de hielo en los territorios continentales del Hemisferio Norte, el nivel del mar había descendido unos cien (100) metros y la profundidad de la boca de serpiente e inclusive del Golfo de Paria es mucho menor de esa cifra.

Los Warao son gente de naturaleza nómada y ante todo, posee una orientación cultural acuática; Warao se traduce como “habitantes de agua” o también “hombres de embarcaciones”, es decir “Wa” de canoa y “arao” de gente, sobre este grupo de indígenas, Álvaro A. García Castillo Castro señala que “Pocos pueblos tienen una historia tan ligada a un habitad fluvial como el pueblo Warao”.

Creencias:

El mundo sobrenatural Warao ocupa todos los ámbitos de la vida y está indisolublemente interconectado con el medio natural poblado de entidades o seres inmateriales denominado Hebu, provistos de sexo, razón y voluntad que pueden ser positivos, negativos o neutros, dependiendo de su actitud hacia los seres humanos.

Estos espíritus están presentes en todos los objetos y aspectos de la vida y muchos controlan parcelas específicas del mundo material; así hay hebus que habitan y controlan las aguas, las tormentas, los árboles o Dauaranu. El principal y más poderoso de todos es el Hebu a Kanobo (nuestro abuelo) que reside en la piedra sagrada que custodian los Wiseratu o Chamanes más importantes; sus instrumentos sagrados es la maraca grande (Mari mataro o Hebu mataro), debe su poder a los Hebu benignos que se alojan en los pequeños fragmentos de cuarzo que la hacen sonar, los Karecos y que son capaces de ahuyentar a los Hebu malignos. Los Hebu o espíritus suelen mantenerse contentos mediante el humo del tabaco o ritual wina. Todos estos instrumentos se guardan juntos en la cesta o torotoro donde el wiseratu guarda el kanobo.

La clave del universo Warao es el equilibrio, paz, estabilidad y armonía y todo trastorno en este equilibrio sea cualquiera sea la causa aparente, es en el fondo obra de la influencia de los Hebu, de allí la necesidad de vencerlos mediante rituales donde los chamanes actúan de intermediarios; De hecho los Warao consideran que de no ser por la presencia de los Hebu, la hoa y la bahana (maléficos – chamanicos) que originan males y enfermedades, el ser humano seria inmortal. En la organización social Warao la capacidad de controlar estas fuerzas sobre naturales esta en razón de la capacidad de liderazgo de los jefes de rancheríos, de esta manera el responsable de una comunidad debe estar suficientemente capacitado no solo en los aspectos económicos y técnicos, sino en los sobrenaturales armonizando ambas dimensiones la natural y la espiritual.

Los Warao han sido politeístas, rinden culto al sol, la luna, las aguas, a lo que le atribuye poderes especiales. Al iniciarse la acción de los misioneros, varias tribus fueron instruida e iniciada en la fe católica.

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