Rebeliones Indigenas En La Corona

REBELIONES INDIGENAS EN LA CORONA

A partir de 1521 -año en el que Tenochtitlan cayó en manos de los conquistadores-, la resistencia y las rebeliones indígenas se convirtieron en acontecimientos que se repetían con cierta frecuencia. Si bien es cierto que algunos grupos indígenas -como los tarascos- aceptaron firmar la paz con los españoles, también es verdad que muchos otros optaron por la resistencia: en Aridoamérica, los naturales contaban con las ventajas de su nomadismo y las dificultades del terreno, en el sur los rebeldes apostaron a las selvas casi impenetrables y, en el resto de Nueva España, a las montañas.

Rebeliones durante la etapa colonial:

Guerra Chichimeca

Jacinto Canek

Nachi Cocom

Guerra del Mixtón

Francisco Tenamaztle

Rebelión de los Pericúes

Rebelión de los Guamares.

Durante los tres siglos de vida de Nueva España, las rebeliones de los indígenas y los esclavos, los tumultos de las castas y las acciones de los criollos prepararon el terreno para la revolución de independencia.

Cuando la resistencia indígena ante el avance de los españoles fue prácticamente vencida y los naturales comenzaron a ser explotados por medio de la encomienda y el repartimiento, las rebeliones no se hicieron esperar: los malos tratos, las vejaciones y la certeza de que sólo les quedaba la opción de la violencia originaron una larguísima historia de enfrentamientos; por ejemplo: en 1523, los indígenas de Pánuco se levantaron en armas como resultado de las vejaciones que sufrían cotidianamente y al año siguiente lo hicieron en Chiapas y Oaxaca; en 1540, los naturales de Jalisco, Michoacán y Oaxaca tomaron las armas y un año más tarde lo hicieron los indígenas de Nueva Galicia. Es imposible creer que, a lo largo de los tres siglos del virreinato, las rebeliones indígenas cesaran de manera definitiva a pesar de sus inexorables derrotas.

Los negros se revelaron en varias ocasiones tal es el caso de sus levantamientos de 1537 en la Ciudad de México y de 1609 en Veracruz y las razones no eran muy distintas de las que obligaron a los indígenas a tomar las armas: las brutales injusticias del sistema colonial.

las rebeliones protagonizadas por las castas a las que los criollos y peninsulares de aquella época calificaban como tumultos tenían un motivo distinto: el hambre, el desabasto de maíz o las crisis agrícolas. No fue casual que ellas ocurrieran entre 1617 y 1624, en 1697 o en el bienio 1785-1786, cuando la agricultura novohispana enfrentó sus crisis más profundas.

Rebeliones indígenas

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