“Recorriendo pasillos recorriendo historia”

“Recorriendo pasillos recorriendo historia”

     Fue un martes 5 de marzo de 2019, a las 9:15am, partimos del Colegio Guadalupano las alumnas de primer y segundo año de bachillerato, acompañadas de los maestros y una religiosa en 4 buses, fue un recorrido corto hasta llegar al centro Histórico de San Salvador.

    Se hicieron las 9:35 y llegamos a nuestro primer destino: La Catedral Metropolitana de San Salvador, no era mi primera vez ahí, hace un par de meses atrás había ido con mi familia, sin embargo no entramos , pero ahora sí, me quedé asombrada de tanta belleza que observaba, algo diferente de otras iglesias, era mucho más grande, con muchos colores y detalles; lo primero que hice al entrar fue arrodillarme y rezar, luego me senté y un hombre de no más de 25 años se acercó a nosotras y nos empezó a contar la historia de la Catedral. Era la tercera Catedral construida, ya que la primera se derrumbó por un terremoto, la volvieron a construir a base de madera y en el año 1956 se incendió, se tardaron 43 años para reconstruir la actual; mientras el hombre hablaba detrás de él estaba el altar, con un Jesús negro colgado en una cruz, me pareció algo raro ya que nunca había visto uno igual en el altar de una iglesia, igualmente observé que en la pared se encontraban 8 imágenes de Jesús, eran los momentos más importantes de la vida de Él. En el techo de la iglesia había una pintura, algo peculiar, ya que era el cielo con indígenas, animales, ángeles y Dios que representaban toda la creación. Finalmente se terminó la charla, así que nos levantamos y empezamos a salir, cuando iba hacia afuera observe a mi alrededor unos hermosos grandes vitrales con una variedad de colores y una imagen de la Virgen María. Eran las 10:05am y bajamos unas gradas que llegaban a la cripta de San Romero; era un lugar muy grande lleno de bancas, un altar, unos pilares los cuales tenían imágenes de los que habían estado a cargo de la catedral, 228 nichos los cuales 25 estaban ocupados de obispos y enfrente estaba la cripta de San Romero la cual era grande de un material parecido al cristal, en ella se encontraba un báculo y una pelotita roja la cual significaba la cruz de Cristo dentro del corazón de San Romero; fue una experiencia inigualable, estábamos en la tumba de alguien que había luchado por el pueblo salvadoreño, muchas con gran devoción se detuvieron a rezar y yo no fui la excepción.

    Nos dirigíamos a nuestra segunda parada, pasamos el parque el cual estaba lleno de personas vendiendo, luego cruzamos la calle hasta llegar al Palacio Nacional, llegamos ahí a las 10:50am. Entré, dejé mis cosas en el lobby y empecé a subir unas gradas de mármol hasta llegar al Salón Rojo. Al entrar había un señor llamado David Bonilla que nos empezó a contar la historia del Palacio. “Estamos en el primer edificio antisísmico de Latinoamérica” dijo David, la actual estructura suplantó al antiguo Palacio Nacional que se incendió en el año 1889. El señor nos empezó a contar la historia, nos dijo que contenía 101 salones secundarios y 4 principales con colores distintos, todos los salones tenían piso y techo diferentes (ninguno es igual);  estuvimos primero en el Salón Rojo el cual contenía pinturas de algunos presidentes de El Salvador, era la “Joya de la Corona” ya que ahí se hacían las presentaciones credenciales de embajadores o era utilizado para las recepciones de la Cancillería;  luego fuimos al Salón Amarillo, empleado como oficina de la República; después fuimos al Salón Rosado y luego al Salón Azul, el cual contiene detalles corintios romanos, con los muebles originales que ocupaba la Asamblea Legislativa. Mientras recorríamos los pasillos estábamos recorriendo la historia del país, mas que él nos contaba todo lo que había pasado durante el siglo XVI al siglo XIX, fue algo interesante ya que nunca imagine que el palacio tuviera tantos detalles y tanta historia.

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